Eriksen: Levy debe vender aún ganando la Champions
El Tottenham rondaría los 100M€ en ingresos, pero el club está endeudado por el nuevo estadio. Pidió un préstamo de 735M€ y el danés acaba contrato en 2020…
Carlos Forjanes
As
La clasificación para semifinales del Tottenham le permite soñar más que nunca con la Champions y es un pequeño desahogo económico para una entidad que vive con el cinturón apretado. Si gana la final recibirá cerca de 100M€ en premios de la UEFA (82,3M€ por su trayectoria más lo que le corresponda del market pool) pero eso no le resuelve uno de sus problemas deportivos: no podrá negarse a vender a Christian Eriksen (27 años).
El danés es uno de los principales objetivos del Real Madrid y como informó este periódico se niega a renovar su contrato, que acaba en 2020. El factor de más peso, como en el caso de Hazard, será la voluntad del futbolista. Eriksen tiene la sartén por el mango ante un negociador tan férreo como es Daniel Levy, que ya se lo hizo pasar mal a Modric y Bale cuando los traspasó precisamente al Real Madrid. O el apurado Tottenham vende este verano o se arriesga seriamente a perder a Eriksen gratis.
La situación económica de los Spurs no le permite florituras. Levy viene anunciando un periodo prolongado "de austeridad" porque el club tiene que poner a funcionar a pleno rendimiento la capacidad de generar ingresos de su nueva casa. Para levantarla el club se vio obligado a pedir un préstamo de 735M€ en el parqué estadounidense con el que financiar un proyecto que empezó en 550M€ de presupuesto y se disparó hasta más de 1.100M€, según informaciones de la Prensa británica.
De hecho el Tottenham inauguró el estadio pasado 4 de abril contra el Crystal Palace, siete meses después de lo previsto porque tuvo que solucionar problemas graves de seguridad. Tampoco tiene aún un apellido comercial (se llama Tottenham Hotspurs Stadium) a la espera de conseguir un buen acuerdo para el naming.
Una situación que afecta a lo deportivo. El Tottenham fue el primer club de la Premier, desde 2003, que no se gastó nada en fichajes el pasado verano. Se han esforzado al máximo en retener a Harry Kane y Dele Alli, pero el margen de maniobra para hacerlo también con Eriksen es muy limitado, por mucho que Pochettino lo considere imprescindible. El Real Madrid, como con Hazard, tendrá una baza con la que forzar un traspaso que en otras condiciones se le hubiera disparado económicamente muchísimo más. Aunque el Tottenham sea campeón de Europa.
Carlos Forjanes
As
La clasificación para semifinales del Tottenham le permite soñar más que nunca con la Champions y es un pequeño desahogo económico para una entidad que vive con el cinturón apretado. Si gana la final recibirá cerca de 100M€ en premios de la UEFA (82,3M€ por su trayectoria más lo que le corresponda del market pool) pero eso no le resuelve uno de sus problemas deportivos: no podrá negarse a vender a Christian Eriksen (27 años).
El danés es uno de los principales objetivos del Real Madrid y como informó este periódico se niega a renovar su contrato, que acaba en 2020. El factor de más peso, como en el caso de Hazard, será la voluntad del futbolista. Eriksen tiene la sartén por el mango ante un negociador tan férreo como es Daniel Levy, que ya se lo hizo pasar mal a Modric y Bale cuando los traspasó precisamente al Real Madrid. O el apurado Tottenham vende este verano o se arriesga seriamente a perder a Eriksen gratis.
La situación económica de los Spurs no le permite florituras. Levy viene anunciando un periodo prolongado "de austeridad" porque el club tiene que poner a funcionar a pleno rendimiento la capacidad de generar ingresos de su nueva casa. Para levantarla el club se vio obligado a pedir un préstamo de 735M€ en el parqué estadounidense con el que financiar un proyecto que empezó en 550M€ de presupuesto y se disparó hasta más de 1.100M€, según informaciones de la Prensa británica.
De hecho el Tottenham inauguró el estadio pasado 4 de abril contra el Crystal Palace, siete meses después de lo previsto porque tuvo que solucionar problemas graves de seguridad. Tampoco tiene aún un apellido comercial (se llama Tottenham Hotspurs Stadium) a la espera de conseguir un buen acuerdo para el naming.
Una situación que afecta a lo deportivo. El Tottenham fue el primer club de la Premier, desde 2003, que no se gastó nada en fichajes el pasado verano. Se han esforzado al máximo en retener a Harry Kane y Dele Alli, pero el margen de maniobra para hacerlo también con Eriksen es muy limitado, por mucho que Pochettino lo considere imprescindible. El Real Madrid, como con Hazard, tendrá una baza con la que forzar un traspaso que en otras condiciones se le hubiera disparado económicamente muchísimo más. Aunque el Tottenham sea campeón de Europa.