Combates a las afueras de Trípoli entre rebeldes y fuerzas leales al Gobierno
La ONU insta al mariscal Haftar, que controla el este de Libia, a frenar el avance sobre la capital
Trípoli
El País
Los rebeldes encabezados por el mariscal de campo Jalifa Haftar, que controla el este de Libia, y las fuerzas leales al Gobierno se enfrentaron este sábado cerca de Trípoli, un día después de que el Consejo de Seguridad de la ONU instase a las tropas del rebelde Ejército Nacional Libio (LNA, en sus siglas inglesas) a detener su avance hacia la capital libia. Los enfrentamientos tuvieron lugar en tres localidades de las afueras al sur de la urbe.
El viernes, el Consejo señaló la amenaza que representa el avance para la estabilidad del país y urgió “a las fuerzas del LNA a frenar toda actividad militar”, dijo el embajador de Alemania ante Naciones Unidas, Christoph Heusgen, que también preside el Consejo en abril. “En Libia no puede haber una solución militar para el conflicto”, añadió.
Los ministros de Exteriores de los países del G7 también advirtieron este sábado implícitamente a Haftar por su campaña. “Creemos firmemente que no hay una solución armada para el conflicto libio”, subrayaron en un comunicado conjunto. “Cualquier actor o facción libia que provoque más conflictos civiles hace daño a personas inocentes y obstaculiza el camino hacia la paz”, agregaron.
Haftar respondió a los llamamientos internacionales intensificando su ofensiva. A primera hora del sábado, unidades del LNA penetraron varias decenas de kilómetros por el eje sur hasta hacerse con el control del antiguo aeropuerto internacional de Trípoli, en desuso desde hace años. Por la tarde, el contrataque de las milicias todavía leales al Gobierno impuesto por la ONU en Trípoli logró frenar el avance gracias a una serie de ataques aéreos e incluso expulsar a las unidades del aeródromo, según el Ministerio del Interior.
Las fuerzas de Haftar tomaron el jueves la localidad de Gharian, ubicada a unos cien kilómetros al sur de la capital, en el marco de su avance hacia Trípoli. Durante la jornada del viernes se registraron enfrentamientos en los alrededores y el centro de la localidad de Suq al Jamis, a 40 kilómetros al sur de la capital libia, según informó el diario local The Libya Observer.
António Guterres, secretario general de la ONU, viajó ese mismo día a Libia para intentar cerrar los detalles de la conferencia de reconciliación nacional prevista para la semana próxima bajo los auspicios de la ONU, y al marcharse de Bengasi se manifestó “seriamente preocupado”, según escribió en Twitter. Guterres se entrevistó con Haftar en Bengasi mientras las fuerzas de éste marchaban hacia Trípoli. “No existe una solución militar. Solo el diálogo interlibio puede resolver los problemas libios”, subrayó Guterres en la red social.
La ofensiva sobre Trípoli fue anunciada apenas unos días después de que el mariscal de campo mantuviera una reunión en Riad con el rey Salmán de Arabia Saudí, país que apoya a las autoridades asentadas en el este del país.
Por su parte, Haftar y el primer ministro libio Fayez Al Sarraj, jefe del Gobierno reconocido internacionalmente, se reunieron hace cinco semanas en la capital emiratí, Abu Dabi, donde ambos se mostraron de acuerdo en la celebración de elecciones para poner fin a la crisis en el país.
Libia lleva sumida en el caos desde la caída del régimen de Muamar Gadafi en 2011 a raíz de un levantamiento popular y de la intervención de la OTAN. En la actualidad, cuenta con dos gobiernos, el afincado en Trípoli y reconocido por la comunidad internacional, y el que tiene su sede en Tobruk, en el este del país.
Trípoli
El País
Los rebeldes encabezados por el mariscal de campo Jalifa Haftar, que controla el este de Libia, y las fuerzas leales al Gobierno se enfrentaron este sábado cerca de Trípoli, un día después de que el Consejo de Seguridad de la ONU instase a las tropas del rebelde Ejército Nacional Libio (LNA, en sus siglas inglesas) a detener su avance hacia la capital libia. Los enfrentamientos tuvieron lugar en tres localidades de las afueras al sur de la urbe.
El viernes, el Consejo señaló la amenaza que representa el avance para la estabilidad del país y urgió “a las fuerzas del LNA a frenar toda actividad militar”, dijo el embajador de Alemania ante Naciones Unidas, Christoph Heusgen, que también preside el Consejo en abril. “En Libia no puede haber una solución militar para el conflicto”, añadió.
Los ministros de Exteriores de los países del G7 también advirtieron este sábado implícitamente a Haftar por su campaña. “Creemos firmemente que no hay una solución armada para el conflicto libio”, subrayaron en un comunicado conjunto. “Cualquier actor o facción libia que provoque más conflictos civiles hace daño a personas inocentes y obstaculiza el camino hacia la paz”, agregaron.
Haftar respondió a los llamamientos internacionales intensificando su ofensiva. A primera hora del sábado, unidades del LNA penetraron varias decenas de kilómetros por el eje sur hasta hacerse con el control del antiguo aeropuerto internacional de Trípoli, en desuso desde hace años. Por la tarde, el contrataque de las milicias todavía leales al Gobierno impuesto por la ONU en Trípoli logró frenar el avance gracias a una serie de ataques aéreos e incluso expulsar a las unidades del aeródromo, según el Ministerio del Interior.
Las fuerzas de Haftar tomaron el jueves la localidad de Gharian, ubicada a unos cien kilómetros al sur de la capital, en el marco de su avance hacia Trípoli. Durante la jornada del viernes se registraron enfrentamientos en los alrededores y el centro de la localidad de Suq al Jamis, a 40 kilómetros al sur de la capital libia, según informó el diario local The Libya Observer.
António Guterres, secretario general de la ONU, viajó ese mismo día a Libia para intentar cerrar los detalles de la conferencia de reconciliación nacional prevista para la semana próxima bajo los auspicios de la ONU, y al marcharse de Bengasi se manifestó “seriamente preocupado”, según escribió en Twitter. Guterres se entrevistó con Haftar en Bengasi mientras las fuerzas de éste marchaban hacia Trípoli. “No existe una solución militar. Solo el diálogo interlibio puede resolver los problemas libios”, subrayó Guterres en la red social.
La ofensiva sobre Trípoli fue anunciada apenas unos días después de que el mariscal de campo mantuviera una reunión en Riad con el rey Salmán de Arabia Saudí, país que apoya a las autoridades asentadas en el este del país.
Por su parte, Haftar y el primer ministro libio Fayez Al Sarraj, jefe del Gobierno reconocido internacionalmente, se reunieron hace cinco semanas en la capital emiratí, Abu Dabi, donde ambos se mostraron de acuerdo en la celebración de elecciones para poner fin a la crisis en el país.
Libia lleva sumida en el caos desde la caída del régimen de Muamar Gadafi en 2011 a raíz de un levantamiento popular y de la intervención de la OTAN. En la actualidad, cuenta con dos gobiernos, el afincado en Trípoli y reconocido por la comunidad internacional, y el que tiene su sede en Tobruk, en el este del país.