Alarma por una base secreta del régimen chino para destruir satélites

Infobae
Es una base ultrasecreta. Está erigida en la provincia de Xinjiang, China. Es una de las principales armas que tiene el régimen para combatir la carrera espacial y representa una amenaza para Occidente. Se trata de un emplazamiento dedicado a inutilizar satélites con armas específicas y de tecnología de avanzada.


Las instalaciones fueron descubiertas mediante imágenes satelitales por un coronel retirado de la India. Vinayak Bhat es especialista en el régimen y su armamento, reunió las fotografías y gracias a su conocimiento militar pudo determinar de qué se trataba.

El lugar cuenta con láser de alta potencia que funcionan con neodimio, un químico raro que era utilizado en los tubos de televisores. Ahora, los chinos lo utilizan como parte de las armas anti-satélites (ASAT, por sus siglas en inglés).

La base -de la cual no se tenía conocimiento- está dedicada a la detección de satélites. Su misión: dejarlos fuera de carrera. "Una vez que se conoce la trayectoria precisa del satélite y otros datos, las armas de energía dirigidas ubicadas en cinco lugares diferentes pueden realizar la tarea", explicó Bhat en diálogo con The Washington Free Bacon.

De acuerdo a informes confidenciales norteamericanos y europeos, "es probable que China esté buscando armas láser para interrumpir, degradar o dañar los satélites y sus sensores, y posiblemente ya tenga una capacidad limitada para emplear sistemas láser contra sensores satelitales".

Estas ASAT pueden tener efectos que van desde temporales hasta permanentes e incluyen láseres, microondas de alta potencia y otros tipos de armas de radiofrecuencia que podrían dejar a un país entero a la deriva durante días. De acuerdo al Center for Strategic and International Studies (CSIS) un ataque de estas características podría dañar los sensores satelitales dentro del campo de visión del sensor.

Al tiempo que se descubrieron estas imágenes, crece la preocupación en los Estados Unidos por la importancia que tendrá en la Argentina una base de similares características sin control oficial.

Según un exhaustivo informe periodístico de la agencia Reuters, las instalaciones ubicadas en Neuquén son una "caja negra" que carece de supervisión por parte del Estado argentino. El diagnóstico se basa en cientos de documentos aportados por el gobierno nacional y revisados por expertos en derecho internacional.

Uno de los sitios clave de la estación china es su centro de visitantes. Cuando se proyectó, su propósito era explicar la función de su poderosa antena de 16 pisos. El centro ahora está construido detrás de una cerca de alambre de púas de 2,5 metros de alto que rodea todo el complejo de la estación espacial.

El misterio que rodea el emplazamiento "científico" es absoluto y sólo personal del régimen chino trabaja en su interior. Las sospechas son que se trata de algo más que para divulgación y que su objetivo estaría emparentado con la base descubierta en Xinjiang.

Tony Beasley, director del Observatorio Nacional de Radioastronomía de Estados Unidos, planteó hace algunas semanas que la estación podría, en teoría, "escuchar" los satélites de otros gobiernos y que podría recoger datos confidenciales. Pero ese tipo de escucha se podría hacer con equipos mucho menos sofisticados.

"Cualquiera puede hacer eso. Básicamente, puedo hacer eso con un plato en mi patio trasero", dijo Beasley. "No sé si hay algo particularmente siniestro o preocupante sobre cualquier parte de la red de radio espacial de China en Argentina".

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