Venezuela trasladará las oficinas europeas de PDVSA a Moscú

La vicepresidenta del Gobierno chavista, Delcy Rodríguez, anuncia que la sede de la petrolera estatal venezolana estará en Rusia

María R. Sahuquillo
Moscú, El País
Los vínculos entre la Venezuela de Maduro y Rusia se estrechan. El líder chavista ha ordenado el traslado de las oficinas de la petrolera estatal PDVSA a Moscú. Hasta ahora, las oficinas de la empresa que es el motor de la economía venezolana estaban en Lisboa. Así lo ha anunciado este viernes la vicepresidenta del Gobierno chavista, Delcy Rodríguez, de visita en Moscú. Su viaje oficial, orientado a “afianzar las relaciones” entre su Gobierno y el Ejecutivo de Putin, se produce en medio de la enorme crisis política, humanitaria y económica que vive el país latinoamericano y semanas después de que el presidente de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó, se autoproclamase “presidente encargado” de Venezuela.


Rusia, segundo país acreedor del país latinoamericano tras China, es uno de sus aliados más feroces. Y uno los que más alto se ha pronunciado contra Guaidó y los más de medio centenar de Gobiernos que le han reconocido.

En una comparecencia junto al ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, Rodríguez ha afirmado que el traslado forma parte de los planes para ampliar la “cooperación técnica” entre PDVSA y las empresas estatales de hidrocarburos rusas Rosneft y Gazprom. “Ahora es el momento adecuado para hacerlo. Estamos reforzando nuestra relación”, ha añadido la vicepresidenta de Maduro, que ha asegurado que la Unión Europea y Estados Unidos no dan a Venezuela las garantías necesarias para sus activos.

"Creemos que la mejor manera de ayudar a los venezolanos es ampliar la cooperación práctica, pragmática y mutuamente ventajosa. Por lo tanto, hemos planeado medidas que apuntan a fortalecer las relaciones comerciales, de inversión, industriales y financieras en cumplimiento de los acuerdos alcanzados por los presidentes Putin y Maduro en Moscú en diciembre del año pasado", ha añadido el ministro Lavrov.

A finales de enero, en medio de las tensiones y tras la autoproclamación de Guaidó, al que la Administración Trump apoya, el departamento de Estado de Estados Unidos impulsó nuevas sanciones contra PDVSA y su filial en ese país, Citgo. Una medida ha supuesto el bloqueo de activos por unos 7.000 millones de dólares y que supondrá para la petrolera estatal venezolana unos 11.000 millones de pérdidas, según el cálculo de las autoridades estadounidenses.

Además de proyectos petroleros en Venezuela, la rusa Rosneft tiene una participación en los campos de gas del país latinoamericano; y, como garantía del préstamo, la compañía rusa tiene el 49,9% de la filial PDVSA Citgo —posee tres refinerías y una red de estaciones de servicio en EE UU—, según la agencia rusa Tass. Mientras, Gazprom coopera con la empresa estatal venezolana en el desarrollo de yacimientos y en el llamado Consorcio Nacional de Petróleo —del que la rusa tiene una participación del 20%—, que está desarrollando un nuevo campo de gas en el cinturón del petróleo de la cuenca del Orinoco.

Venezuela debe hoy a Rusia un mínimo de 6.500 millones de dólares (5.600 millones de euros). La mitad es deuda soberana a pagar al Estado ruso; la otra parte, a la petrolera estatal, Rosneft, según datos oficiales. Y con su visita a Moscú, Rodríguez ha tratado de tranquilizar al Kremlin y a los inversores y ha firmado otro paquete de acuerdos que darán a Rusia más poder económico sobre Venezuela; pero también más deuda. Una medida de precaución que parece orientada a volver a aumentar el apoyo ruso que parecía haberse desinflado un poco en las últimas semanas.

"Rusia continuará ayudando a las autoridades de Venezuela a resolver las dificultades económicas y sociales, incluso mediante la concesión de ayuda humanitaria legítima", ha declarado el ministro Lavrov, que ha añadido que ya se está enviando, por ejemplo, trigo. La semana pasada, Moscú ya había acusado a Estados Unidos de utilizar la ayuda humanitaria como "pretexto para una acción militar" con el objetivo de derrocar a Maduro. Mientras, cientos de toneladas de víveres y medicamentos que ha enviado principalmente Estados Unidos a la frontera de Colombia y Brasil para hacerla llegar a los venezolanos están bloqueadas y fueron rechazadas con violencia el pasado domingo.

Intervención militar de EE UU

El ministro de Exteriores ruso ha criticado el papel de Estados Unidos en la crisis venezolana y ha vuelto a deslizar que Rusia cuenta con información de que ese país podría estar preparando una intervención militar.“[Washington] planea comprar próximamente armas ligeras, misiles tierra-aire portátiles, morteros y otros tipos de armamento para enviarlos a países cercanos a Venezuela”, ha dicho Lavrov, que ha llegado a insinuar que el Gobierno de Ucrania y sus compañías aéreas ayudarían a transportarlo.

“Conociendo los enfoques de la administración de EE UU, todo es posible. No descarto que pueda lanzar acciones que nuevamente van a infringir todas las normas posibles del derecho internacional", ha declarado el ministro. "Desde luego que vemos estas intenciones, como la ven muchos países incluidos los vecinos de Venezuela. Brasil y Colombia han declarado que no apoyarán una intervención militar", ha resaltado.

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