Expectativa por la sentencia a Alí Kassir, un contrabandista que ayudaba a lavar dinero de Hezbollah desde Miami
Infobae
Un juzgado de Miami, Florida dictará mañana viernes la sentencia contra Alí Nasreeddine Kassir, un contrabandista libanés dedicado a la venta de productos electrónicos, la falsificación de pasaportes y el lavado de dinero con nexos con el grupo terrorista Hezbollah. La resolución estará a cargo de la jueza Marcia Cooke. Por los delitos que se le imputan, el "empresario" podría recibir entre 5 y 7 años de prisión y el pago de una multa de 150 mil dólares.
Kassir se declaró culpable en noviembre pasado por fraude de documentación y de confabulación para lavar dinero. Fue luego de que se descubriera que formaba parte de una red ilegal vinculada con la organización armada chiíta que utilizaba como fachada empresas de exportación de material electrónico.
El cómplice de Hezbollah aceptó una negociación con la fiscalía y reconoció los cargos que se le imputaron. El libanés radicado en Florida admitió que utilizó su compañía –An Imex Inc.– para importar desde China baterías falsificadas para teléfonos Apple. También comercializaba cargadores para automóviles de móviles Sambsung. Todas las enviaba a Ciudad del Este, una de las mecas del mercado negro.
El material que conseguía desde el gigante asiático era enviado vía aérea a sus cómplices en aquella ciudad paraguaya, donde se comercializaba en otros locales vinculados al grupo terrorista, con gran presencia en la Triple Frontera.
Los comercios de Ciudad del Este son una vía para el blanqueo del dinero del narcotráfico, parte del cual es derivado luego a la financiación de
Una vez que fue descubierto, Kassir dejó de utilizar An Imex Inc. para hacerlo con otra compañía de su propiedad: 4GGlobal Trading. La utilizó como escudo para ocultar su actividad ilícita y para burlar los controles de Migraciones y Protección Fronteriza de los Estados Unidos.
Durante tres años, entre 2015 y 2017, Kassir logró retirar unos 155 millones de dólares de las cuentas de su principal empresa. Sin embargo, el libanés declaró tan sólo 85 a las autoridades aduaneras.
El hombre con lazos con Hezbollah también exportó juegos de consolas. Lo hizo con PlayStation de Sony, las cual asegura que eran legítimas. Sin embargo, en Paraguay eran vendidas a un precio muy inferior al del mercado. Esta irregularidad fue denunciada por otro empresario que veía cómo se vendían los videojuegos a un precio demasiado "competitivo".
La fiscalía paraguaya secuestró las máquinas y determinó que eran vendidas a un valor inferior para lavar dinero. En ese entramado mafioso para beneficiar las cuentas del grupo terrorista se había implicado Kassir, quien mañana escuchará cuántos años quedará tras las rejas.
Los locales comerciales paraguayos que recibían el material falsificado desde Miami y Nueva York eran propiedad del clan Barakat, conocidos lavadores de dinero de Hezbollah. Uno de los miembros de la familia, Mahmoud Alí Barakat fue extraditado desde el país sudamericano a los Estados Unidos en noviembre pasado.
Un juzgado de Miami, Florida dictará mañana viernes la sentencia contra Alí Nasreeddine Kassir, un contrabandista libanés dedicado a la venta de productos electrónicos, la falsificación de pasaportes y el lavado de dinero con nexos con el grupo terrorista Hezbollah. La resolución estará a cargo de la jueza Marcia Cooke. Por los delitos que se le imputan, el "empresario" podría recibir entre 5 y 7 años de prisión y el pago de una multa de 150 mil dólares.
Kassir se declaró culpable en noviembre pasado por fraude de documentación y de confabulación para lavar dinero. Fue luego de que se descubriera que formaba parte de una red ilegal vinculada con la organización armada chiíta que utilizaba como fachada empresas de exportación de material electrónico.
El cómplice de Hezbollah aceptó una negociación con la fiscalía y reconoció los cargos que se le imputaron. El libanés radicado en Florida admitió que utilizó su compañía –An Imex Inc.– para importar desde China baterías falsificadas para teléfonos Apple. También comercializaba cargadores para automóviles de móviles Sambsung. Todas las enviaba a Ciudad del Este, una de las mecas del mercado negro.
El material que conseguía desde el gigante asiático era enviado vía aérea a sus cómplices en aquella ciudad paraguaya, donde se comercializaba en otros locales vinculados al grupo terrorista, con gran presencia en la Triple Frontera.
Los comercios de Ciudad del Este son una vía para el blanqueo del dinero del narcotráfico, parte del cual es derivado luego a la financiación de
Una vez que fue descubierto, Kassir dejó de utilizar An Imex Inc. para hacerlo con otra compañía de su propiedad: 4GGlobal Trading. La utilizó como escudo para ocultar su actividad ilícita y para burlar los controles de Migraciones y Protección Fronteriza de los Estados Unidos.
Durante tres años, entre 2015 y 2017, Kassir logró retirar unos 155 millones de dólares de las cuentas de su principal empresa. Sin embargo, el libanés declaró tan sólo 85 a las autoridades aduaneras.
El hombre con lazos con Hezbollah también exportó juegos de consolas. Lo hizo con PlayStation de Sony, las cual asegura que eran legítimas. Sin embargo, en Paraguay eran vendidas a un precio muy inferior al del mercado. Esta irregularidad fue denunciada por otro empresario que veía cómo se vendían los videojuegos a un precio demasiado "competitivo".
La fiscalía paraguaya secuestró las máquinas y determinó que eran vendidas a un valor inferior para lavar dinero. En ese entramado mafioso para beneficiar las cuentas del grupo terrorista se había implicado Kassir, quien mañana escuchará cuántos años quedará tras las rejas.
Los locales comerciales paraguayos que recibían el material falsificado desde Miami y Nueva York eran propiedad del clan Barakat, conocidos lavadores de dinero de Hezbollah. Uno de los miembros de la familia, Mahmoud Alí Barakat fue extraditado desde el país sudamericano a los Estados Unidos en noviembre pasado.