El Everton acentúa la crisis de un Chelsea en depresión
Richarlison y Sidgursson, después de que Kepa ple parase un penalti, fueron los goleadores. Los de Sarri siguen sextos.
EFE
El Everton acentuó la crisis del Chelsea tras vencer en Goodison Park (2-0) en el encuentro que completó la trigésima primera jornada de la Premier, que elevó al Liverpool como líder a expensas del Manchester City, que tiene pendiente su encuentro ante el United.
Los goles del brasileño Richarlison y del islandés Gylfi Sigurdsson enmendaron la situación de los 'toffees' a costa de la languidez del cuadro de Mauricio Sarri, cada vez más distanciado de los primeros puestos.
El Chelsea desperdició una buena ocasión para asaltar el cuarto puesto del Arsenal y regresar a la zona de Liga de Campeones.
Encajó su séptima derrota del curso ante un rival que afronta el tramo final de la temporada sin objetivos, anclado en tierra de nadie en la tabla y que afrontó la sesión tras perder con el Newcastle y empatar frente el Liverpool.
Sarri, que contó con los cuatro españoles en su once inicial -Kepa Arrizabalaga, César Azpilicueta, Marcos Alonso y Pedro-, no logra estabilizar al equipo, que piensa ya más en la Liga Europa, donde sobrevive, que en la Premier.
Incapaz hace una semana frente el Wolverhampton, volvió a ofrecer una imagen gris ante el Everton, que empezó a aliviar sus penas al inicio de la segunda parte con un gol de Richarlison tras un córner.
Sentenció el choque Sigurdsson. Richarlison cayó dentro del área y el árbitro pitó penalti. Lo lanzó el islandés. Kepa lo despejó, pero el rechace fue aprovechado por el escandinavo, que marcó el segundo y sentenció el partido.
El Everton acentuó la crisis del Chelsea tras vencer en Goodison Park (2-0) en el encuentro que completó la trigésima primera jornada de la Premier, que elevó al Liverpool como líder a expensas del Manchester City, que tiene pendiente su encuentro ante el United.
Los goles del brasileño Richarlison y del islandés Gylfi Sigurdsson enmendaron la situación de los 'toffees' a costa de la languidez del cuadro de Mauricio Sarri, cada vez más distanciado de los primeros puestos.
El Chelsea desperdició una buena ocasión para asaltar el cuarto puesto del Arsenal y regresar a la zona de Liga de Campeones.
Encajó su séptima derrota del curso ante un rival que afronta el tramo final de la temporada sin objetivos, anclado en tierra de nadie en la tabla y que afrontó la sesión tras perder con el Newcastle y empatar frente el Liverpool.
Sarri, que contó con los cuatro españoles en su once inicial -Kepa Arrizabalaga, César Azpilicueta, Marcos Alonso y Pedro-, no logra estabilizar al equipo, que piensa ya más en la Liga Europa, donde sobrevive, que en la Premier.
Incapaz hace una semana frente el Wolverhampton, volvió a ofrecer una imagen gris ante el Everton, que empezó a aliviar sus penas al inicio de la segunda parte con un gol de Richarlison tras un córner.
Sentenció el choque Sigurdsson. Richarlison cayó dentro del área y el árbitro pitó penalti. Lo lanzó el islandés. Kepa lo despejó, pero el rechace fue aprovechado por el escandinavo, que marcó el segundo y sentenció el partido.
