"El Brexit puede ser una catástrofe económica para el Reino Unido y algo muy complicado para Europa"

En su paso por el Rotary Club de Buenos Aires, Thomas Kropp -representante de Alemania en el Comité Económico y Social de la Unión Europea (CESE)- se refirió a la crisis desatada por la salida británica de la UE

Darío Mizrahi
dmizrahi@infobae.com
Se viven días dramáticos en Londres y en Bruselas. Tras meses de estancamiento, votaciones fallidas, pedidos de prórroga y ultimátums, sigue siendo incierto el futuro de la relación entre el Reino Unido y la Unión Europea (UE). Luego de que la Comisión Europea pasara del 29 de marzo al 12 de abril la fecha límite para alcanzar un acuerdo de salida, en las últimas horas se conoció que la primera ministra Theresa May ofreció su renuncia a cambio de que el Parlamento apruebe el acuerdo que ya rechazó en dos ocasiones. Aún no está clara cuál será la respuesta de la Cámara de los Comunes.


Muy lejos del epicentro del conflicto, pero siguiendo de cerca las negociaciones, Thomas Kropp, representante de Alemania en el Comité Económico y Social de la Unión Europea (CESE), dio detalles de lo que está sucediendo en Europa durante su paso por el tradicional almuerzo del Rotary Club de Buenos Aires.

"El Brexit puede ser una catástrofe económica para el Reino Unido, y algo muy complicado para la Unión Europea", sostuvo quien fuera durante muchos años uno de los más altos directivos de Lufthansa, la principal compañía aérea alemana.

"Van a tener que contratar a unos 10.000 funcionarios para la aduana, porque prácticamente no existía ya. Airbus, por ejemplo, anunció que va a sacar a su firma del Reino Unido y la va a poner en otro país. El sector fuerte británico es el financiero, y ya migraron 40 bancos de Londres a Frankfurt. Hay muchas compañías sin ganas de pagar impuestos y de que sus camiones hagan colas en la frontera. Por eso el Brexit puede ser tan negativo", afirmó.

Kropp explicó que, sin el resto de Europa, el Reino Unido se volverá una entidad diminuta, con mucho menos peso a nivel internacional. "Los países negocian de otra manera con la UE, que es un mercado de 500 millones de habitantes. El presidente de China (Xi Jinping) no va a Londres, sino a París. Es muy grave el error del Reino Unido".

Uno de los mayores temores que despierta un escenario de Brexit sin acuerdo es que vuelva la violencia entre la República de Irlanda, que es miembro de la UE, e Irlanda del Norte, que forma parte del Reino Unido. El representante alemán defendió el contrato alcanzado entre May y Bruselas para que haya una salida negociada, que incluye al llamado backstop, una serie de garantías para evitar que se instaure una frontera dura en la isla.

"En la UE no hay fronteras entre los países —dijo—. Eso ayudó a pacificar la situación en Irlanda, donde hubo mucha sangre hasta hace 20 años, cuando se alcanzó el acuerdo de pacificación de Viernes Santo. Si hubiera en Irlanda una frontera dura como la que hay entre Rusia y Polonia sería complicado. Por eso, el contrato establece que haya una frontera libre mientras no se encuentre un nuevo régimen, para facilitar el movimiento entre los pueblos. Pero los cabezas duras dicen que no se puede aceptar el backstop, porque implicaría que el Reino Unido quede por años en un tratado de libre comercio, lo que le impediría hacer acuerdos con otros países".

Kropp trató de interpretar por qué, a pesar de que el acuerdo negociado por May evitaría muchas de las consecuencias más dramáticas de una salida abrupta, tantos legisladores se niegan a aceptarlo. "Los duros contra el Brexit dicen que hay demasiadas concesiones a la UE, y que ellos quieren romper totalmente. Esto es preocupante, por la posibilidad de que haya un Brexit salvaje, sin reglas de juego".

La pregunta que se hacen todos es si ambas partes podrán encontrar una alternativa. Porque nadie quiere un Brexit sin acuerdo, pero no está claro qué otra salida le puede ofrecer el Parlamento Británico a Europa.

"El 26 de mayo son las elecciones del Parlamento Europeo, y nadie, ni los británicos, quieren participar para irse una semana después. Por eso, los otros 27 jefes de Estado obligaron a May a hacer algo entre hoy y el 22 de mayo, pero no sabemos qué va a ser. El Parlamento dijo que no va a esperar a que May presente otra vez el mismo contrato. Una opción es que le pidan abrir el camino a nuevas elecciones y otra alternativa es llamar a un segundo voto popular, pero no creo en esa posibilidad, porque la tradición británica es muy democrática y es medio complicado negar el resultado del referéndum de 2016. Es como en el fútbol, se gana o se pierde, así que si lo hicieran podría haber otra crisis".

Cualquier camino diferente que propongan los legisladores británicos deberá ser aprobado por Bruselas, que no se ha mostrado dispuesta a renegociar el contrato que firmó con May. Kropp defendió esa postura.

Hay muchas compañías sin ganas de pagar impuestos y de que sus camiones hagan colas en la frontera. Por eso el Brexit puede ser tan negativo

"Algunos dicen por qué la UE no es más flexible y la deja irse —afirmó—. El problema es el siguiente: si se puede quedar en el mercado libre, pero sin pagar los costos, sería como ser socio del Rotary Club sin pagar la cuota. No se puede ser socio y jugar un poco con las reglas, pero no aceptar también los problemas (…) La sorpresa positiva es que los 27 países, por más de que tienen problemas y diferencias, quedaron firmes y juntos en este tema, porque no se quieren arriesgar a que la UE se rompa. No queremos que sea un mal ejemplo para otro".

De todos modos, consultado por Infobae, Kropp dejó abierta la posibilidad de que la UE acepte un acuerdo diferente, siempre que reúna ciertas condiciones. Por ejemplo, un trato que deje al Reino Unido con un estatus similar al de Noruega, que forma parte del Espacio Económico Europeo pero no de la UE. No obstante, transmitió sus dudas respecto de que esa iniciativa se imponga en la Cámara de los Comunes.

"Creo que sería posible, pero para el Reino Unido sería muy incómodo. Tendrían que respetar todas las reglas del juego, los fallos del Tribunal de Justicia Europeo, y además pagar un montón de dinero, pero sin ningún derecho de votar a favor o en contra de las leyes. Noruega lo hace, pero es quedarse adentro sin voto. Se puede, pero no creo que sea la elección privilegiada", le dijo a este medio.

Elecciones europeas y el avance de la extrema derecha

"No creo que sea un peligro actualmente, pero esos movimientos crecen. Un tema complicado en las elecciones es que las fuerzas democristianas y socialdemócratas tuvieron una coalición informal para llevar adelante a la UE. Esa alianza puede resultar frágil tras el resultado de esta elección. Pero hay liberales, verdes y muchos pro europeos que juntos pueden impedir que estos extremistas tengan un lugar importante. En Alemania las encuestas les dan entre 13 y 15 por ciento. Es mucho, pero lejos de formar una mayoría".

El representante alemán ante el CESE habló de los crecientes ataques antisemitas, una de las caras más preocupantes del avance de la extrema derecha en Europa. "Cuando hay crisis económica hay siempre gente que busca culpables. El tema antisemita en Alemania no es aún dominante, aunque existe. No quiero culpar a nadie, pero influye la inmigración de Medio Oriente y de países cercanos a Israel. Igualmente, no es un tema solo de inmigrantes, también hay locos. Pero la policía alemana está muy dura para que no brote como un tema importante".

Por último, abordó un tema que inquieta a la dirigencia política europea, y que Estados Unidos ya lo vivió en las elecciones de 2016: la posibilidad de que otro país trate de influir en el resultado de los comicios. Sin mencionar directamente a Rusia, el principal apuntado por estas maniobras, Kropp expresó su preocupación.

"Hoy en día hay agentes internacionales que, con fake news, quieren influir en movimientos políticos. No digo quién puede estar detrás, pero son poderes internacionales sin ningún interés en que la UE sea fuerte y exitosa. Puede ser alguno en el este de Europa, pero no quiero dar nombres".

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