Dos accidentes muy similares en menos de seis meses para el nuevo Boeing 737-800MAX
La reciente tragedia en Etiopía, donde murieron 157 personas cuando se precipitó una de estas aeronaves, trajo el recuerdo de otro incidente muy similar ocurrido en Indonesia en octubre de 2018, cuando perdieron la vida 189 pasajeros y tripulantes. En ambos casos se trataba de aviones recién entregados a las aerolíneas
Infobae
A menos de dos años de la entrada en servicio del Boeing 737-800MAX, última y más moderna versión de la venerable familia de los 737, dos tragedias aéreas ya han echado una sombra sobre la aeronave.
El primer accidente ocurrió el 29 de octubre de 2018, cuando un 737-800MAX de la aerolínea low cost indonesia Lion Air se precipitó al mar 12 minutos después de despegar de Jakarta. Murieron sus 189 ocupantes, el accidente más terrible hasta la fecha para un 737.
El segundo hecho tuvo lugar este domingo, cuando un avión del mismo modelo, operado por Ethiopian Airlines, cayó a tierra seis minutos después de despegar del aeropuerto de Adís Adeba, causando la muerte de las 157 personas a bordo.
En ambos casos se trataba del mismo modelo de avión comercial de última generación, el Boeing 737-800MAX, y en ambos casos las aeronaves tenían menos de seis meses de antigüedad y cayeron a tierra poco después de despegar.
El avión de matrícula PK-LQP, operado por Lion Air, había sido entregado en agosto de 2018. En tanto el ET-AVJ entró en la flota de Ethiopian Airlines apenas en noviembre.
Se trata de los dos únicos accidentes fatales registrados en la corta vida del modelo de avión que voló por primera vez en 2016 y entró en servicio el 22 de mayo de 2017 en un vuelo la aerolínea malaya Malindo Air, como reportó Flight Global.
Poco se sabe aún del accidente ocurrido en África, donde los equipos de rescate aún se encontraban trabajando. Por lo pronto el CEO de la aerolínea, Tewolde GebreMariam, dijo en conferencia de prensa que "el piloto mencionó que tenía dificultades y que quería regresar. Se le dio la autorización". Mientras que el sitio de monitoreo FlightRadar24 señaló en su cuenta de Twitter que el vuelo tuvo una "velocidad vertical inestable" después del despegue.
Pero algo más se conoce del vuelo 610 de Lion Air, aunque la investigación sigue en curso.
Este 737-800MAX había registrado un problema en uno de sus motores en un vuelo anterior realizado justo la noche antes del accidente, así como también una serie de desperfectos en las mediciones de su instrumental en diferentes vuelos.
Ingenieros de Lion Air habían supuestamente reemplazado sensores y arreglado el problema, habilitando el avión para retornar a sus funciones.
Entonces el vuelo 610 despegó temprano en la mañana con buen tiempo desde el aeropuerto de Jakarta con destino Pangkal Pinang, ambas ciudades ubicadas en Indonesia. Apenas 12 minutos después de dejar tierra la tripulación denunció un problema y pidió permiso para retornar a Jakarta, tras lo cual se cortó la comunicación.
El avión cayó en el mar a gran velocidad, a 34 kilómetros de la isla de Java. Murieron 181 pasajeros y 8 tripulantes.
Una investigación del Comité Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSC) de Indonesia concluyó que las numerosas fallas en los medidores de velocidad y ángulo de ataque registradas en vuelos anteriores deberían haber impedido el retorno a operaciones del 737-800MAX, como reportó el periódico The Guardian.
Aunque los resultados del informe de la NTSC son preliminares, al parecer una medición errónea de la velocidad y la altitud provocó que el flamante sistema automatizado MCAS, que busca impedir que el avión entre en pérdida, corrigiera la inclinación de la nariz del avión, provocando un picado.
Los pilotos, de considerable experiencia, no pudieron solucionar el problema porque no estaban correctamente entrenados en la utilización del sistema ni en su anulación, lo que generó acusaciones cruzadas entre los gremios de pilotos y Boeing por la correcta formación en el nuevo sistema.
ALPA, el sindicato de pilotos de aerolínea de Estados Unidos, incluso denunció que las aerolíneas y los pilotos no habían sido informados de ciertos cambios realizados por Boeing en sus modelos 737-MAX, incluyendo los relacionados al MCAS, reportó The Guardian.
En respuesta la Administración Federal de Aviación de Estados Unidos (FAA) y la misma Boeing emitieron en noviembre de 2018 una directiva de emergencia a todos los usuarios de los 737-MAX sobre el peligro de lecturas erróneas en los sensores y los efectos en el MCAS, solicitando una revisión de los equipos y los procedimientos.
Aún no se sabe si el accidente ocurrido en Etiopía está relacionado a este desperfecto, aunque las condiciones son aparentemente similares.
El Boeing 737 MAX, en sus versiones 700, 800, 900 y 1000 es la última iteración de un avión de alcance corto y medio que voló por primera vez en 1967, llegando a convertirse en una de las aeronaves comerciales más exitosas de la historia.
Esta última variante tiene un alcance extendido de entre 6.000 y 7.000 kilómetros a una velocidad de crucero de 838 kilómetros por hora, y una capacidad de entre 172 y 230 pasajeros.
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A menos de dos años de la entrada en servicio del Boeing 737-800MAX, última y más moderna versión de la venerable familia de los 737, dos tragedias aéreas ya han echado una sombra sobre la aeronave.
El primer accidente ocurrió el 29 de octubre de 2018, cuando un 737-800MAX de la aerolínea low cost indonesia Lion Air se precipitó al mar 12 minutos después de despegar de Jakarta. Murieron sus 189 ocupantes, el accidente más terrible hasta la fecha para un 737.
El segundo hecho tuvo lugar este domingo, cuando un avión del mismo modelo, operado por Ethiopian Airlines, cayó a tierra seis minutos después de despegar del aeropuerto de Adís Adeba, causando la muerte de las 157 personas a bordo.
En ambos casos se trataba del mismo modelo de avión comercial de última generación, el Boeing 737-800MAX, y en ambos casos las aeronaves tenían menos de seis meses de antigüedad y cayeron a tierra poco después de despegar.
El avión de matrícula PK-LQP, operado por Lion Air, había sido entregado en agosto de 2018. En tanto el ET-AVJ entró en la flota de Ethiopian Airlines apenas en noviembre.
Se trata de los dos únicos accidentes fatales registrados en la corta vida del modelo de avión que voló por primera vez en 2016 y entró en servicio el 22 de mayo de 2017 en un vuelo la aerolínea malaya Malindo Air, como reportó Flight Global.
Poco se sabe aún del accidente ocurrido en África, donde los equipos de rescate aún se encontraban trabajando. Por lo pronto el CEO de la aerolínea, Tewolde GebreMariam, dijo en conferencia de prensa que "el piloto mencionó que tenía dificultades y que quería regresar. Se le dio la autorización". Mientras que el sitio de monitoreo FlightRadar24 señaló en su cuenta de Twitter que el vuelo tuvo una "velocidad vertical inestable" después del despegue.
Pero algo más se conoce del vuelo 610 de Lion Air, aunque la investigación sigue en curso.
Este 737-800MAX había registrado un problema en uno de sus motores en un vuelo anterior realizado justo la noche antes del accidente, así como también una serie de desperfectos en las mediciones de su instrumental en diferentes vuelos.
Ingenieros de Lion Air habían supuestamente reemplazado sensores y arreglado el problema, habilitando el avión para retornar a sus funciones.
Entonces el vuelo 610 despegó temprano en la mañana con buen tiempo desde el aeropuerto de Jakarta con destino Pangkal Pinang, ambas ciudades ubicadas en Indonesia. Apenas 12 minutos después de dejar tierra la tripulación denunció un problema y pidió permiso para retornar a Jakarta, tras lo cual se cortó la comunicación.
El avión cayó en el mar a gran velocidad, a 34 kilómetros de la isla de Java. Murieron 181 pasajeros y 8 tripulantes.
Una investigación del Comité Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSC) de Indonesia concluyó que las numerosas fallas en los medidores de velocidad y ángulo de ataque registradas en vuelos anteriores deberían haber impedido el retorno a operaciones del 737-800MAX, como reportó el periódico The Guardian.
Aunque los resultados del informe de la NTSC son preliminares, al parecer una medición errónea de la velocidad y la altitud provocó que el flamante sistema automatizado MCAS, que busca impedir que el avión entre en pérdida, corrigiera la inclinación de la nariz del avión, provocando un picado.
Los pilotos, de considerable experiencia, no pudieron solucionar el problema porque no estaban correctamente entrenados en la utilización del sistema ni en su anulación, lo que generó acusaciones cruzadas entre los gremios de pilotos y Boeing por la correcta formación en el nuevo sistema.
ALPA, el sindicato de pilotos de aerolínea de Estados Unidos, incluso denunció que las aerolíneas y los pilotos no habían sido informados de ciertos cambios realizados por Boeing en sus modelos 737-MAX, incluyendo los relacionados al MCAS, reportó The Guardian.
En respuesta la Administración Federal de Aviación de Estados Unidos (FAA) y la misma Boeing emitieron en noviembre de 2018 una directiva de emergencia a todos los usuarios de los 737-MAX sobre el peligro de lecturas erróneas en los sensores y los efectos en el MCAS, solicitando una revisión de los equipos y los procedimientos.
Aún no se sabe si el accidente ocurrido en Etiopía está relacionado a este desperfecto, aunque las condiciones son aparentemente similares.
El Boeing 737 MAX, en sus versiones 700, 800, 900 y 1000 es la última iteración de un avión de alcance corto y medio que voló por primera vez en 1967, llegando a convertirse en una de las aeronaves comerciales más exitosas de la historia.
Esta última variante tiene un alcance extendido de entre 6.000 y 7.000 kilómetros a una velocidad de crucero de 838 kilómetros por hora, y una capacidad de entre 172 y 230 pasajeros.