Rusia se prepara para la conquista de la Luna: formará juristas para futuras disputas territoriales
La agencia espacial Roscosmos y la Academia de Ciencias de ese país consideran necesario contar con especialistas del derecho en esta materia debido al auge de iniciativas privadas de comercialización de los viajes al espacio exterior
Infobae
La agencia espacial rusa, Roscosmos, y la Academia de Ciencias de Rusia (ACR) consideran necesario comenzar a preparar juristas para defender los intereses del país en caso de disputas territoriales durante la conquista de la Luna, según reportó este miércoles la agencia Ria Novosti.
"Consideramos imprescindible elaborar un plan de apoyo jurídico a los intereses de la Rusia en potenciales litigios territoriales y encargar a las universidades preparar el número necesario de especialista en derecho espacial", indican en un documento de Roscosmos y la ACR.
Estas recomendaciones fueron adoptadas en noviembre del año pasado en una reunión conjunta de ambas entidades dedicada al Programa Nacional de Investigación y Conquista de la Luna.
El exdirector del Instituto de Tecnologías Espaciales, Guennadi Raijunov, explicó que la necesidad de contar con juristas especializados en derecho espacial obedece a que en los últimos años algunas compañías de otros países se arrogan territorios y recursos lunares.
"Comerciantes de Estados Unidos y otros países han intentado e intentan vender parcelas en la Luna. A esto hay que dar una respuesta desde el punto de vista jurídico", subrayó Raijunov en declaraciones a RIA Nóvosti.
Agregó que, en segundo término, "está el asunto de la extracción de minerales en la Luna y surge el problema de cómo reaccionar ante la apropiación de estos, es decir, hay un cúmulo de cosas que no se encuentran reguladas".
Al mismo tiempo, el Tratado sobre el Espacio Exterior, creado en 1967 ratificado hasta la fecha 107 países, señala en su artículo 11 que la Luna "no puede ser objeto de apropiación nacional mediante reclamaciones de soberanía, por medio del uso o la ocupación, ni por ningún otro medio".
En enero pasado, el responsable de Roscosmos, Dmitri Rogozin, anunció que Rusia retoma su programa lunar y que en 2021 enviará una nave al satélite natural de la Tierra.
Las declaraciones de las agencias rusas llegan en un momento de renovado interés internacional por la exploración espacial, encarada tanto por diferentes estados como por empresas privadas.
China, por ejemplo, logró a comienzos de enero alunizar con una onda en el lado oscuro de este satélite natural de la Tierra, un hito en la historia de la exploración espacial.
(Reuters)
(Reuters)
La entonces Unión Soviética fue la primera potencia en enviar un objeto a la Luna en 1959, mientras que Estados Unidos fue el primer país en colocar a un hombre allí en 1969, un hecho que cambió al mundo. Pero ningún objeto o persona había alcanzado el lado oscuro hasta ahora.
Por otro lado las iniciativas privadas de viajes al espacio, como la de la empresa estadounidense SpaceX, de Elon Musk, o la británica Virgin Galactic, de Richard Branson, están avanzando en formas de comercializar estas experiencias.
Hasta la fecha las misiones científicas de los diferentes gobiernos se han estado realizando de manera cooperativa a través de la Estación Espacial Internacional y los lanzamientos con cohetes y cápsulas Soyuz, de fabricación rusa. Pero la renovada competencia entre diferentes actores privados y estatales podría generar cambios.
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La agencia espacial rusa, Roscosmos, y la Academia de Ciencias de Rusia (ACR) consideran necesario comenzar a preparar juristas para defender los intereses del país en caso de disputas territoriales durante la conquista de la Luna, según reportó este miércoles la agencia Ria Novosti.
"Consideramos imprescindible elaborar un plan de apoyo jurídico a los intereses de la Rusia en potenciales litigios territoriales y encargar a las universidades preparar el número necesario de especialista en derecho espacial", indican en un documento de Roscosmos y la ACR.
Estas recomendaciones fueron adoptadas en noviembre del año pasado en una reunión conjunta de ambas entidades dedicada al Programa Nacional de Investigación y Conquista de la Luna.
El exdirector del Instituto de Tecnologías Espaciales, Guennadi Raijunov, explicó que la necesidad de contar con juristas especializados en derecho espacial obedece a que en los últimos años algunas compañías de otros países se arrogan territorios y recursos lunares.
"Comerciantes de Estados Unidos y otros países han intentado e intentan vender parcelas en la Luna. A esto hay que dar una respuesta desde el punto de vista jurídico", subrayó Raijunov en declaraciones a RIA Nóvosti.
Agregó que, en segundo término, "está el asunto de la extracción de minerales en la Luna y surge el problema de cómo reaccionar ante la apropiación de estos, es decir, hay un cúmulo de cosas que no se encuentran reguladas".
Al mismo tiempo, el Tratado sobre el Espacio Exterior, creado en 1967 ratificado hasta la fecha 107 países, señala en su artículo 11 que la Luna "no puede ser objeto de apropiación nacional mediante reclamaciones de soberanía, por medio del uso o la ocupación, ni por ningún otro medio".
En enero pasado, el responsable de Roscosmos, Dmitri Rogozin, anunció que Rusia retoma su programa lunar y que en 2021 enviará una nave al satélite natural de la Tierra.
Las declaraciones de las agencias rusas llegan en un momento de renovado interés internacional por la exploración espacial, encarada tanto por diferentes estados como por empresas privadas.
China, por ejemplo, logró a comienzos de enero alunizar con una onda en el lado oscuro de este satélite natural de la Tierra, un hito en la historia de la exploración espacial.
(Reuters)
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La entonces Unión Soviética fue la primera potencia en enviar un objeto a la Luna en 1959, mientras que Estados Unidos fue el primer país en colocar a un hombre allí en 1969, un hecho que cambió al mundo. Pero ningún objeto o persona había alcanzado el lado oscuro hasta ahora.
Por otro lado las iniciativas privadas de viajes al espacio, como la de la empresa estadounidense SpaceX, de Elon Musk, o la británica Virgin Galactic, de Richard Branson, están avanzando en formas de comercializar estas experiencias.
Hasta la fecha las misiones científicas de los diferentes gobiernos se han estado realizando de manera cooperativa a través de la Estación Espacial Internacional y los lanzamientos con cohetes y cápsulas Soyuz, de fabricación rusa. Pero la renovada competencia entre diferentes actores privados y estatales podría generar cambios.