La dramática historia de una militar venezolana que busca refugio en Colombia
Katiuska Jamboos Reyes cruzó la frontera por una trocha ilegal con su hija de dos años
Infobae
Hace una semana, Katiuska Jamboos Reyes cruzó la frontera con su hija de dos años en un viaje de un día en el que viajó en bus, moto y caminando. Ello, luego de decidir desertar de la Guardia Nacional de Venezuela a la que había ingresado hacía más de 4 años y en la que se desempeñaba como bacterióloga del servicio médico.
Jamboos llegó al departamento colombiano de La Guajira por una trocha ilegal ubicada en el estado venezolano de Zulia, porque al desertar las autoridades la buscaban. "Me motivó mi hija, que nunca había probado una manzana. Nunca había probado, en sus dos años de vida, una compota. Porque mi sueldo no alcanza", dijo al portal Zona Cero.
La militar pertenecía al comando Zona Número 11 de Zulia, donde trabajaba junto a su esposo, quien desertó hace siete meses y se fue a Perú. Ella decidió llegar al municipio de Soledad, en el Caribe colombiano, donde una prima le ofreció brindarle ayuda.
"Tenía mucho miedo cuando cruzaba. Pero se me venía a la mente todas las veces que en el mismo comando nos quedábamos sin comer, por esa y muchas cosas más estoy segura que más militares van a desertar", expresó a El Heraldo.
Jamboos asegura que no todos los militares están con la revolución bolivariana como quiere hacer creer el régimen de Nicolás Maduro, que los subalternos pasan las mismas necesidades que el pueblo venezolano.
"Los que tienen los grandes beneficios son los altos mandos militares y son quienes apoyan a Maduro, pero por conveniencia. Estoy casi segura que lealtad no hay", afirmó la militar a El Heraldo. Tal como han registrado los medios de todo el mundo, confirma que la necesidad se ve en las calles, que la situación se volvió insostenible y no tienen garantías de nada.
"Yo fui varias veces a Caracas y el panorama era igual en todas las ciudades. No hay nada, el dinero no alcanza a nadie. Los militares no estamos bien. Y el arma que usa el Gobierno es el miedo (…) Nos han paralizado, nos han dicho que nos quitarán todo, pero ellos no se dan cuenta que ya todo nos lo han quitado", expresó al medio local.
Jamboos confía en que no será necesaria una intervención extranjera para una salida a la crisis, espera que todo sea pacífico para que el pueblo no sufra más. Y también espera regresar al país y seguir sirviendo en las Fuerzas Militares cuando se posesione por completo Juan Guaidó en el poder, pero por ahora pide a Colombia un estatus de refugiada.
Hace una semana, Katiuska Jamboos Reyes cruzó la frontera con su hija de dos años en un viaje de un día en el que viajó en bus, moto y caminando. Ello, luego de decidir desertar de la Guardia Nacional de Venezuela a la que había ingresado hacía más de 4 años y en la que se desempeñaba como bacterióloga del servicio médico.
Jamboos llegó al departamento colombiano de La Guajira por una trocha ilegal ubicada en el estado venezolano de Zulia, porque al desertar las autoridades la buscaban. "Me motivó mi hija, que nunca había probado una manzana. Nunca había probado, en sus dos años de vida, una compota. Porque mi sueldo no alcanza", dijo al portal Zona Cero.
La militar pertenecía al comando Zona Número 11 de Zulia, donde trabajaba junto a su esposo, quien desertó hace siete meses y se fue a Perú. Ella decidió llegar al municipio de Soledad, en el Caribe colombiano, donde una prima le ofreció brindarle ayuda.
"Tenía mucho miedo cuando cruzaba. Pero se me venía a la mente todas las veces que en el mismo comando nos quedábamos sin comer, por esa y muchas cosas más estoy segura que más militares van a desertar", expresó a El Heraldo.
Jamboos asegura que no todos los militares están con la revolución bolivariana como quiere hacer creer el régimen de Nicolás Maduro, que los subalternos pasan las mismas necesidades que el pueblo venezolano.
"Los que tienen los grandes beneficios son los altos mandos militares y son quienes apoyan a Maduro, pero por conveniencia. Estoy casi segura que lealtad no hay", afirmó la militar a El Heraldo. Tal como han registrado los medios de todo el mundo, confirma que la necesidad se ve en las calles, que la situación se volvió insostenible y no tienen garantías de nada.
"Yo fui varias veces a Caracas y el panorama era igual en todas las ciudades. No hay nada, el dinero no alcanza a nadie. Los militares no estamos bien. Y el arma que usa el Gobierno es el miedo (…) Nos han paralizado, nos han dicho que nos quitarán todo, pero ellos no se dan cuenta que ya todo nos lo han quitado", expresó al medio local.
Jamboos confía en que no será necesaria una intervención extranjera para una salida a la crisis, espera que todo sea pacífico para que el pueblo no sufra más. Y también espera regresar al país y seguir sirviendo en las Fuerzas Militares cuando se posesione por completo Juan Guaidó en el poder, pero por ahora pide a Colombia un estatus de refugiada.
