El máximo astrónomo de Harvard tiene una recurrente teoría que indigna a sus colegas
Infobae
No me importa, piensa mientras escucha las críticas sobre su hipótesis e insiste en su desarrollo.
Avi Loeb es el máximo astrónomo de la Universidad de Harvard, la más prestigiosa de los Estados Unidos y del mundo. Desde hace un año elabora una teoría que causa asombro en su entorno académico al tiempo que despierta rumores sobre su verdadera capacidad científica.
Para Loeb una nave alienígena ronda alrededor de la Tierra. La mayoría de sus hipótesis se centran en lo que él llama "modestia cósmica". Este concepto hace referencia a la idea de que es arrogante creer que el ser humano está solo en el universo.
La teoría sobre la nave espacial extraterrestre la elaboró en 2018. Al darla a conocer se volvió viral. En octubre de 2017 el astrónomo Robert Werylk descubrió a Oumuamua cruzando el Sistema Solar, a 30.000.000 de kilómetros de la Tierra, distintas hipótesis han tratado de explicar qué es ese objeto interestelar que captó el telescopio Pan-STARRS 1.
La teoría de Loeb fue la que más sacudió al mundo académico: "Puede ser una sonda enviada intencionalmente a la vecindad de la Tierra por una civilización alienígena", dijo en aquella oportunidad a la revista de divulgación The Astrophysical Journal Letters.
En su escritorio de su oficina de Cambridge en Massachussetts, Loeb tiene un manuscrito que explica a The Washington Post: "Oh, es algo que hice anoche. Es un cálculo apoyando mi teoría de que una nave espacial extraterrestre, o al menos una parte de ella, está volando en este momento por la órbita de Júpiter".
"Teniendo en cuenta un origen artificial, una posibilidad es que Oumuamua es una vela luminosa, que flota en el espacio interestelar como un escombro de un equipo tecnológico avanzado", fue lo que escribió junto su colega Shmuel Bialy en aquella publicación científica.
Pero estos dos estudiosos hombres solo encontraron indignación entre los demás astrónomos. "Oumuamua no es una nave alienígena. Y los autores del paper insultan la honestidad científica por el solo hecho de mencionarlo", dijo Paul M. Sutter, astrofísico de la Universidad Estatal de Ohio.
Para Katie Mack –Universidad Estatal de Carolina del Norte– lo de Loeb es tan solo un intento de llamar la atención a cualquier precio. Aun al precio de la credibilidad suya y de Harvard. "A veces escribes un paper sobre algo en lo que no crees en absoluto, solo con el propósito de sacarlo".
Para la mayoría de los científicos, Oumuamua es tan solo un pedazo de roca que quizás fue eyectado como resto de una estrella que explotó hace millones de años o un cometa congelado. Aunque sí coinciden: se mueve demasiado rápido para lo que conoce la biblioteca astrónoma.
Pero Loeb insiste: "Su comportamiento significa que no puede ser, como se imagina comúnmente, un grupo de rocas con forma de papa larga". El director de Astronomía de Harvard no se retracta: "Si alguien me muestra evidencia en contrario, entonces de inmediato daré marcha atrás".
Creer en vida alienígena, asegura, "cambia tu percepción de la realidad". "Solo sabiendo que no estamos solos… Estamos luchando por las fronteras, por los recursos (naturales)… Nos haría sentir parte del planeta Tierra como una civilización en lugar de que los países individuales voten por el Brexit", señaló Loeb.
"Lo peor que me puede pasar es que me liberen de mis tareas administrativas, y eso me dará aún más tiempo para concentrarme en la ciencia. Todos los títulos que tengo, puedo devolverlos. De hecho, puedo volver a la granja", dice el hombre que creció en ese ambiente en Israel.
No me importa, piensa mientras escucha las críticas sobre su hipótesis e insiste en su desarrollo.
Avi Loeb es el máximo astrónomo de la Universidad de Harvard, la más prestigiosa de los Estados Unidos y del mundo. Desde hace un año elabora una teoría que causa asombro en su entorno académico al tiempo que despierta rumores sobre su verdadera capacidad científica.
Para Loeb una nave alienígena ronda alrededor de la Tierra. La mayoría de sus hipótesis se centran en lo que él llama "modestia cósmica". Este concepto hace referencia a la idea de que es arrogante creer que el ser humano está solo en el universo.
La teoría sobre la nave espacial extraterrestre la elaboró en 2018. Al darla a conocer se volvió viral. En octubre de 2017 el astrónomo Robert Werylk descubrió a Oumuamua cruzando el Sistema Solar, a 30.000.000 de kilómetros de la Tierra, distintas hipótesis han tratado de explicar qué es ese objeto interestelar que captó el telescopio Pan-STARRS 1.
La teoría de Loeb fue la que más sacudió al mundo académico: "Puede ser una sonda enviada intencionalmente a la vecindad de la Tierra por una civilización alienígena", dijo en aquella oportunidad a la revista de divulgación The Astrophysical Journal Letters.
En su escritorio de su oficina de Cambridge en Massachussetts, Loeb tiene un manuscrito que explica a The Washington Post: "Oh, es algo que hice anoche. Es un cálculo apoyando mi teoría de que una nave espacial extraterrestre, o al menos una parte de ella, está volando en este momento por la órbita de Júpiter".
"Teniendo en cuenta un origen artificial, una posibilidad es que Oumuamua es una vela luminosa, que flota en el espacio interestelar como un escombro de un equipo tecnológico avanzado", fue lo que escribió junto su colega Shmuel Bialy en aquella publicación científica.
Pero estos dos estudiosos hombres solo encontraron indignación entre los demás astrónomos. "Oumuamua no es una nave alienígena. Y los autores del paper insultan la honestidad científica por el solo hecho de mencionarlo", dijo Paul M. Sutter, astrofísico de la Universidad Estatal de Ohio.
Para Katie Mack –Universidad Estatal de Carolina del Norte– lo de Loeb es tan solo un intento de llamar la atención a cualquier precio. Aun al precio de la credibilidad suya y de Harvard. "A veces escribes un paper sobre algo en lo que no crees en absoluto, solo con el propósito de sacarlo".
Para la mayoría de los científicos, Oumuamua es tan solo un pedazo de roca que quizás fue eyectado como resto de una estrella que explotó hace millones de años o un cometa congelado. Aunque sí coinciden: se mueve demasiado rápido para lo que conoce la biblioteca astrónoma.
Pero Loeb insiste: "Su comportamiento significa que no puede ser, como se imagina comúnmente, un grupo de rocas con forma de papa larga". El director de Astronomía de Harvard no se retracta: "Si alguien me muestra evidencia en contrario, entonces de inmediato daré marcha atrás".
Creer en vida alienígena, asegura, "cambia tu percepción de la realidad". "Solo sabiendo que no estamos solos… Estamos luchando por las fronteras, por los recursos (naturales)… Nos haría sentir parte del planeta Tierra como una civilización en lugar de que los países individuales voten por el Brexit", señaló Loeb.
"Lo peor que me puede pasar es que me liberen de mis tareas administrativas, y eso me dará aún más tiempo para concentrarme en la ciencia. Todos los títulos que tengo, puedo devolverlos. De hecho, puedo volver a la granja", dice el hombre que creció en ese ambiente en Israel.