Bale: revulsivo... y poco más
El galés volvió a pinchar como titular ante el Ajax y sus actuaciones contra Espanyol y Atlético revelan que es más útil en las segundas partes desde el banco.
Manu de Juan
As
Bale volvió a pinchar en Ámsterdam. El galés fue titular por la derecha en el tridente de ataque del Real Madrid, junto a Vinicius y Benzema, en la ida de octavos de final de la Champions League contra el Ajax. Su segunda titularidad en los últimos seis partidos y la segunda vez que se marcha al cabo de una hora de juego: ante el Alavés en Liga dejó el campo en el 63'; ante el Ajax, en el 61'. Y en ambos casos, tras firmar un partido muy pobre jugando por la derecha, sin apenas dañar al rival y con desatenciones en defensa.
En Ámsterdam chutó a puerta tres veces, todas desde cierta distancia y con poco peligro, dio 20 pases buenos de 28 totales (71%), perdió 13 balones y recuperó cuatro. Sí se le vio algo más implicado en defensa, ganando casi la mitad de los 13 duelos en que participó; pero en ataque fue un eslabón roto, sobre todo si se compara con un Vinicius que fue una pesadilla para la defensa del Ajax y que fabricó él solo el 0-1, marcado por Benzema. Solari lo vio del mismo modo y actuó en consecuencia: le retiró a la hora para meter a Lucas Vázquez y el Madrid mejoró considerablemente.
La realidad y los resultados indican que Bale, hoy por hoy, está para ser revulsivo y poco más. En cuatro de los últimos seis partidos entró en el segundo tiempo: tuvo 26 minutos ante el Espanyol, 23' ante el Girona, 26' contra el Barcelona y 33' contra el Atlético. Y en dos de ellos fue efectivo en ese pequeño tramo de que dispuso: ante el Espanyol anotó el 1-4 que conjuró el posterior 2-4 y contra el Atlético cerró el partido con el 1-3 final, cuando el Atleti apretaba. En ambos casos, el guion fue muy parecido: recibió en zona de remate y lució su gran disparo con la zurda.
Si algo tiene Bale es gol: lleva 12 en menos de 2.000 minutos, es el segundo máximo goleador del equipo sólo superado por Benzema (19). Pero las experiencias recientes demuestran que el habitat idóneo para que sus cualidades luzcan, sobre todo considerando además sus repetidos problemas físicos, son los tramos finales de los partidos: rivales cansados, metros para soltar su zancada, planteamientos tácticos en regresión...
A eso debe agarrarse Bale, sobre todo a la vista de que Vinicius le ha quitado definitivamente el puesto (el brasileño lleva 12 titularidades consecutivas) por la banda izquierda; a eso, además, debe sumar el galés que Asensio está recuperando su mejor nivel, hizo el gol del triunfo contra el Ajax en Ámsterdam y siempre ha reclamado como su mejor perfil para brillar el costado derecho, donde el británico ya tenía la competencia de Lucas Vázquez, el titular ahora mismo. Son muchas las combinaciones en el tridente de ataque y, a día de hoy, muy pocas pasan por Bale como titular en la mente de Solari.
As
Bale volvió a pinchar en Ámsterdam. El galés fue titular por la derecha en el tridente de ataque del Real Madrid, junto a Vinicius y Benzema, en la ida de octavos de final de la Champions League contra el Ajax. Su segunda titularidad en los últimos seis partidos y la segunda vez que se marcha al cabo de una hora de juego: ante el Alavés en Liga dejó el campo en el 63'; ante el Ajax, en el 61'. Y en ambos casos, tras firmar un partido muy pobre jugando por la derecha, sin apenas dañar al rival y con desatenciones en defensa.
En Ámsterdam chutó a puerta tres veces, todas desde cierta distancia y con poco peligro, dio 20 pases buenos de 28 totales (71%), perdió 13 balones y recuperó cuatro. Sí se le vio algo más implicado en defensa, ganando casi la mitad de los 13 duelos en que participó; pero en ataque fue un eslabón roto, sobre todo si se compara con un Vinicius que fue una pesadilla para la defensa del Ajax y que fabricó él solo el 0-1, marcado por Benzema. Solari lo vio del mismo modo y actuó en consecuencia: le retiró a la hora para meter a Lucas Vázquez y el Madrid mejoró considerablemente.
La realidad y los resultados indican que Bale, hoy por hoy, está para ser revulsivo y poco más. En cuatro de los últimos seis partidos entró en el segundo tiempo: tuvo 26 minutos ante el Espanyol, 23' ante el Girona, 26' contra el Barcelona y 33' contra el Atlético. Y en dos de ellos fue efectivo en ese pequeño tramo de que dispuso: ante el Espanyol anotó el 1-4 que conjuró el posterior 2-4 y contra el Atlético cerró el partido con el 1-3 final, cuando el Atleti apretaba. En ambos casos, el guion fue muy parecido: recibió en zona de remate y lució su gran disparo con la zurda.
Si algo tiene Bale es gol: lleva 12 en menos de 2.000 minutos, es el segundo máximo goleador del equipo sólo superado por Benzema (19). Pero las experiencias recientes demuestran que el habitat idóneo para que sus cualidades luzcan, sobre todo considerando además sus repetidos problemas físicos, son los tramos finales de los partidos: rivales cansados, metros para soltar su zancada, planteamientos tácticos en regresión...
A eso debe agarrarse Bale, sobre todo a la vista de que Vinicius le ha quitado definitivamente el puesto (el brasileño lleva 12 titularidades consecutivas) por la banda izquierda; a eso, además, debe sumar el galés que Asensio está recuperando su mejor nivel, hizo el gol del triunfo contra el Ajax en Ámsterdam y siempre ha reclamado como su mejor perfil para brillar el costado derecho, donde el británico ya tenía la competencia de Lucas Vázquez, el titular ahora mismo. Son muchas las combinaciones en el tridente de ataque y, a día de hoy, muy pocas pasan por Bale como titular en la mente de Solari.
