Revolución Solari: con tres centrales dos años después
La última vez que el Madrid lo usó fue Zidane en febrero de 2017. También le da un toque de atención a Marcelo por primera vez desde que llegó. Isco sigue en la cueva...
Carlos Forjanes
As
Solari ha pasado a la acción. El argentino decidió dar un golpe de mesa en el Benito Villamarín y saldrá con tres centrales (Ramos, Varane y Nacho) ante el Betis. Una alineación con carga de intención: utilizará dos carrileros con Carvajal... y Reguilón. En un esquema que podía arropar el equipo defensivamente ante las subidas de Marcelo, el brasileño será suplente. Un toque de atención en toda regla.
Y un 3-5-2 que hacía tiempo que no se veía en el Real Madrid. El último en utilizarlo fue Zidane en la (valga la redundancia) última Liga que ganó el equipo blanco. Fue el 11 de febrero de 2017, en casa de Osasuna y el Madrid ganó 1-3. Aquel día el enganche entre los puntas Cristiano y Benzema (hoy Vinicius y el francés) fue Isco. De hecho, el malagueño hizo el 1-2 blanco. Una historia completamente distinta a la actual.
Porque Isco sigue en la cueva con Solari. Ni las numerosas bajas, con Bale, Asensio, Kroos, Marcos Llorente lesionados (y Mariano recién recuperado), ni la sanción Lucas Vázquez, le abren un resquicio justo en una semana en la que vuelve a sonar con fuerza en Italia el interés de la Juventus con Dybala de por medio. Club que también pretende a Marcelo. El brasileño, al que el propio Solari pedía "cuidar" tras el 0-2 a la Real donde le sustituyó en el minuto 77 y fue pitado, ve su condición de titular ahora señalada. Con el Madrid en el alambre en la Liga, Solari piensa en una revolución ante el Betis.
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Solari ha pasado a la acción. El argentino decidió dar un golpe de mesa en el Benito Villamarín y saldrá con tres centrales (Ramos, Varane y Nacho) ante el Betis. Una alineación con carga de intención: utilizará dos carrileros con Carvajal... y Reguilón. En un esquema que podía arropar el equipo defensivamente ante las subidas de Marcelo, el brasileño será suplente. Un toque de atención en toda regla.
Y un 3-5-2 que hacía tiempo que no se veía en el Real Madrid. El último en utilizarlo fue Zidane en la (valga la redundancia) última Liga que ganó el equipo blanco. Fue el 11 de febrero de 2017, en casa de Osasuna y el Madrid ganó 1-3. Aquel día el enganche entre los puntas Cristiano y Benzema (hoy Vinicius y el francés) fue Isco. De hecho, el malagueño hizo el 1-2 blanco. Una historia completamente distinta a la actual.
Porque Isco sigue en la cueva con Solari. Ni las numerosas bajas, con Bale, Asensio, Kroos, Marcos Llorente lesionados (y Mariano recién recuperado), ni la sanción Lucas Vázquez, le abren un resquicio justo en una semana en la que vuelve a sonar con fuerza en Italia el interés de la Juventus con Dybala de por medio. Club que también pretende a Marcelo. El brasileño, al que el propio Solari pedía "cuidar" tras el 0-2 a la Real donde le sustituyó en el minuto 77 y fue pitado, ve su condición de titular ahora señalada. Con el Madrid en el alambre en la Liga, Solari piensa en una revolución ante el Betis.
