Qué pasaría entre Rusia y Estados Unidos si Donald Trump impone sanciones al petróleo de Venezuela
La enorme deuda venezolana con Rusia y China no se podría pagar sin los ingresos petroleros, la mitad de los cuales proviene de exportaciones a EEUU. Una empresa rusa podría entonces ejecutar la garantía sobre el 49,9% de Citgo, algo que la Casa Blanca impediría
Infobae
En el mismo momento en que se realizaban los actos de re-asunción de Nicolás Maduro, al que los Estados Unidos desconocieron como presidente de Venezuela, el gobierno de Donald Trump comenzó a considerar la expansión de sus sanciones al crudo venezolano para sumar presión. La opción es importante y, a la vez, delicada: "Dado que Venezuela contiene las reservas de petróleo más grandes del mundo, abundan las implicancias para el mercado del petróleo, los precios de la gasolina en los Estados Unidos e incluso las relaciones entre Trump y Rusia", analizó Forbes.
En medio de una situación crítica —con marchas que piden la renuncia de Maduro y represión del régimen a los manifestantes—, la Casa Blanca reconoció a Juan Guaidió, presidente de la Asamblea Nacional y militante del partido opositor Voluntad Popular, como mandatario interino legítimo de Venezuela. Y si bien los Estados Unidos ya han impuesto una diversidad de sanciones contra Maduro y quienes lo apoya, hasta ahora se ha abstenido de sancionar la exportación petrolera del país.
Pero ahora, mientras los venezolanos y distintos gobiernos del mundo señalan la autoridad de Guaidó y exigen el fin del chavismo, por primera vez Trump considera ampliar las sanciones al recurso principal por el cual Venezuela obtiene divisas. Y casi la mitad del petróleo venezolano se exporta a los Estados Unidos.
Aunque esos ingresos han menguado notablemente por los bajos precios del petróleo, la propia compañía nacional, Petróleos de Venezuela (PDVSA) ha contribuido al problema. "PDVSA sólo puede producir alrededor de 1,17 millones de barriles por día", señaló Ellen R. Wald, especialista en energía y geopolítica de Forbes. "En su mejor momento, producía 3,4 millones de barriles por día".
"Los ciudadanos de Venezuela han sufrido demasiado tiempo en manos del régimen ilegítimo de Maduro. Hoy he reconocido oficialmente al presidente de la Asamblea Nacional Venezolana, Juan Guaidó, como presidente interino de Venezuela", tuiteó Trump.
Los principales importadores del petróleo venezolano en los Estados Unidos incluyen a Citgo, Chevron, PBF Energy y Valero. "Estas compañías recibirían un impacto desproporcionado de las sanciones, pero podrían encontrar otras fuentes de petróleo", observó Wald. De hecho, "las refinerías estadounidenses que importan crudo de Venezuela han esperado interrupciones en el flujo de petróleo desde hace tiempo, y han comenzado a reducir sus importaciones desde 2017", agregó la autora de Saudi, Inc.
¿Cuál sería la respuesta venezolana a sanciones contra su petróleo? En primer lugar la cancelación de las compras de productos derivados del petróleo (dado que, a pesar de sus enormes reservas, el país casi no tiene refinerías operativas) de los Estados Unidos. Según las estimaciones más recientes, Caracas importa 3 millones de barriles de productos derivados estadounidenses.
Acaso más importante sea la perspectiva geopolítica, que involucra a Rusia y a China. "Venezuela está muy endeudada con Rusia y China", recordó Forbes. "Mucho del dinero que genera la venta de crudo en realidad va al pago de los intereses de los préstamos que tomó de Rusia y China".
Las sanciones reducirían esos ingresos, como resultado de lo cual la firma rusa Rosneft y el gobierno chino podrían "incautar los activos petroleros venezolanos fuera de Venezuela". El principal son las refinerías de Citgo en los Estados Unidos, que son garantía de los préstamos de Rosneft al Palacio de Miraflores.
"Si Rosneft procede a asumir la propiedad del 49,9% de las acciones de Citgo que se usan como aval, el gobierno de los Estados Unidos podría intentar impedir la absorción por medio de la Comisión de Inversiones Extranjeras (CFIUS). La CFIUS podría impedirlo sobre la base de que la posesión de Rosneft de la mitad de Citgo amenaza la seguridad nacional", observó Ward sobre la situación que confrontaría a la vez intereses de Venezuela, Rusia y los Estados Unidos.
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En el mismo momento en que se realizaban los actos de re-asunción de Nicolás Maduro, al que los Estados Unidos desconocieron como presidente de Venezuela, el gobierno de Donald Trump comenzó a considerar la expansión de sus sanciones al crudo venezolano para sumar presión. La opción es importante y, a la vez, delicada: "Dado que Venezuela contiene las reservas de petróleo más grandes del mundo, abundan las implicancias para el mercado del petróleo, los precios de la gasolina en los Estados Unidos e incluso las relaciones entre Trump y Rusia", analizó Forbes.
En medio de una situación crítica —con marchas que piden la renuncia de Maduro y represión del régimen a los manifestantes—, la Casa Blanca reconoció a Juan Guaidió, presidente de la Asamblea Nacional y militante del partido opositor Voluntad Popular, como mandatario interino legítimo de Venezuela. Y si bien los Estados Unidos ya han impuesto una diversidad de sanciones contra Maduro y quienes lo apoya, hasta ahora se ha abstenido de sancionar la exportación petrolera del país.
Pero ahora, mientras los venezolanos y distintos gobiernos del mundo señalan la autoridad de Guaidó y exigen el fin del chavismo, por primera vez Trump considera ampliar las sanciones al recurso principal por el cual Venezuela obtiene divisas. Y casi la mitad del petróleo venezolano se exporta a los Estados Unidos.
Aunque esos ingresos han menguado notablemente por los bajos precios del petróleo, la propia compañía nacional, Petróleos de Venezuela (PDVSA) ha contribuido al problema. "PDVSA sólo puede producir alrededor de 1,17 millones de barriles por día", señaló Ellen R. Wald, especialista en energía y geopolítica de Forbes. "En su mejor momento, producía 3,4 millones de barriles por día".
"Los ciudadanos de Venezuela han sufrido demasiado tiempo en manos del régimen ilegítimo de Maduro. Hoy he reconocido oficialmente al presidente de la Asamblea Nacional Venezolana, Juan Guaidó, como presidente interino de Venezuela", tuiteó Trump.
Los principales importadores del petróleo venezolano en los Estados Unidos incluyen a Citgo, Chevron, PBF Energy y Valero. "Estas compañías recibirían un impacto desproporcionado de las sanciones, pero podrían encontrar otras fuentes de petróleo", observó Wald. De hecho, "las refinerías estadounidenses que importan crudo de Venezuela han esperado interrupciones en el flujo de petróleo desde hace tiempo, y han comenzado a reducir sus importaciones desde 2017", agregó la autora de Saudi, Inc.
¿Cuál sería la respuesta venezolana a sanciones contra su petróleo? En primer lugar la cancelación de las compras de productos derivados del petróleo (dado que, a pesar de sus enormes reservas, el país casi no tiene refinerías operativas) de los Estados Unidos. Según las estimaciones más recientes, Caracas importa 3 millones de barriles de productos derivados estadounidenses.
Acaso más importante sea la perspectiva geopolítica, que involucra a Rusia y a China. "Venezuela está muy endeudada con Rusia y China", recordó Forbes. "Mucho del dinero que genera la venta de crudo en realidad va al pago de los intereses de los préstamos que tomó de Rusia y China".
Las sanciones reducirían esos ingresos, como resultado de lo cual la firma rusa Rosneft y el gobierno chino podrían "incautar los activos petroleros venezolanos fuera de Venezuela". El principal son las refinerías de Citgo en los Estados Unidos, que son garantía de los préstamos de Rosneft al Palacio de Miraflores.
"Si Rosneft procede a asumir la propiedad del 49,9% de las acciones de Citgo que se usan como aval, el gobierno de los Estados Unidos podría intentar impedir la absorción por medio de la Comisión de Inversiones Extranjeras (CFIUS). La CFIUS podría impedirlo sobre la base de que la posesión de Rosneft de la mitad de Citgo amenaza la seguridad nacional", observó Ward sobre la situación que confrontaría a la vez intereses de Venezuela, Rusia y los Estados Unidos.