May busca el apoyo de los laboristas a su plan del Brexit
Corbyn reclama nuevas elecciones si el Parlamento británico rechaza el acuerdo alcanzado con la UE
Rafa de Miguel
Londres, El País
Theresa May ha sacado su vena socialdemócrata para lograr el apoyo de los laboristas moderados a su acuerdo del Brexit. La primera ministra se reunió el martes, según ha informado el diario The Times, con cinco diputados de la oposición y se comprometió a estudiar el posible respaldo del Gobierno a una enmienda que garantice que los derechos de los trabajadores de Reino Unido se mantendrán en el mismo nivel de protección que los de los trabajadores de la UE.
El Partido Laborista ha reaccionado de inmediato ante esta nueva jugada y se ha desmarcado de un posible pacto con el Gobierno. “A pesar del ruido creado en la prensa por los conservadores, no creo que un acuerdo de esas características fuera legalmente vinculante ni fuera a proteger más los derechos de los trabajadores”, ha dicho el portavoz laborista de Justicia y fiel aliado de Corbyn, Richard Burgon.
El impulsor de la enmienda es el diputado laborista John Mann, que forma parte de un grupo de parlamentarios de la oposición cuyas circunscripciones votaron a favor de la salida de Reino Unido de la UE pero que, a la vez, están aterrados ante las consecuencias económicas y laborales que puede acarrear un Brexit sin acuerdo.
“No queremos un Brexit que nos conduzca a ser una economía como la de Singapur, donde la competición es a la baja, todos sufren recortes y los trabajadores pierden. Queremos competir siendo los mejores del mundo”, ha dicho Mann a la BBC.
La introducción en el orden del día de esta enmienda el próximo martes dependerá de lo que decida el presidente de la Cámara de los Comunes, John Bercow, quien hasta ahora se ha caracterizado por poner las cosas complicadas al Gobierno, pero con fama de dar luz verde a la mayoría de las iniciativas extemporáneas de los diputados.
En cualquier caso, es una vía que May quiere explorar hasta las últimas consecuencias, y por eso este jueves ha mantenido conversaciones telefónicas con los líderes de los dos principales sindicatos del país para pedirles el apoyo a su plan del Brexit.
“Si el acuerdo fuera bueno para los trabajadores, nuestro sindicato lo respaldaría. Pero no es bueno. Está claro que necesitamos más tiempo y una extensión del artículo 50 para que la ciudadanía tenga la última palabra sobre el Brexit”, ha dicho después de la conversación con la primera ministra Tim Roache, el líder del sindicato GMB.
Las centrales respaldan firmemente la convocatoria de un segundo referéndum, a diferencia del líder laborista, Jeremy Corbyn, quien este jueves ha vuelto a mostrar sus reticencias ante una nueva consulta y reafirmó su intención de exigir un adelanto electoral si el Parlamento rechaza el plan de May el próximo martes. “Si el Gobierno es incapaz de lograr que se apruebe su acuerdo debe haber unas elecciones generales lo más pronto que sea posible”, ha dicho en la localidad de Wakefield. El líder laborista ha admitido, sin embargo, que no cuenta con los apoyos suficientes para sacar adelante la necesaria moción de censura para asegurar unos nuevos comicios. De este modo, los defensores de un nuevo referéndum han visto en sus matices nuevas posibilidades para que finalmente se celebre una segunda consulta. “Si no podemos asegurar unas elecciones generales, mantendremos todas las opciones sobre la mesa, incluida la de hacer campaña para una nueva consulta popular”, ha asegurado Corbyn.
Rafa de Miguel
Londres, El País
Theresa May ha sacado su vena socialdemócrata para lograr el apoyo de los laboristas moderados a su acuerdo del Brexit. La primera ministra se reunió el martes, según ha informado el diario The Times, con cinco diputados de la oposición y se comprometió a estudiar el posible respaldo del Gobierno a una enmienda que garantice que los derechos de los trabajadores de Reino Unido se mantendrán en el mismo nivel de protección que los de los trabajadores de la UE.
El Partido Laborista ha reaccionado de inmediato ante esta nueva jugada y se ha desmarcado de un posible pacto con el Gobierno. “A pesar del ruido creado en la prensa por los conservadores, no creo que un acuerdo de esas características fuera legalmente vinculante ni fuera a proteger más los derechos de los trabajadores”, ha dicho el portavoz laborista de Justicia y fiel aliado de Corbyn, Richard Burgon.
El impulsor de la enmienda es el diputado laborista John Mann, que forma parte de un grupo de parlamentarios de la oposición cuyas circunscripciones votaron a favor de la salida de Reino Unido de la UE pero que, a la vez, están aterrados ante las consecuencias económicas y laborales que puede acarrear un Brexit sin acuerdo.
“No queremos un Brexit que nos conduzca a ser una economía como la de Singapur, donde la competición es a la baja, todos sufren recortes y los trabajadores pierden. Queremos competir siendo los mejores del mundo”, ha dicho Mann a la BBC.
La introducción en el orden del día de esta enmienda el próximo martes dependerá de lo que decida el presidente de la Cámara de los Comunes, John Bercow, quien hasta ahora se ha caracterizado por poner las cosas complicadas al Gobierno, pero con fama de dar luz verde a la mayoría de las iniciativas extemporáneas de los diputados.
En cualquier caso, es una vía que May quiere explorar hasta las últimas consecuencias, y por eso este jueves ha mantenido conversaciones telefónicas con los líderes de los dos principales sindicatos del país para pedirles el apoyo a su plan del Brexit.
“Si el acuerdo fuera bueno para los trabajadores, nuestro sindicato lo respaldaría. Pero no es bueno. Está claro que necesitamos más tiempo y una extensión del artículo 50 para que la ciudadanía tenga la última palabra sobre el Brexit”, ha dicho después de la conversación con la primera ministra Tim Roache, el líder del sindicato GMB.
Las centrales respaldan firmemente la convocatoria de un segundo referéndum, a diferencia del líder laborista, Jeremy Corbyn, quien este jueves ha vuelto a mostrar sus reticencias ante una nueva consulta y reafirmó su intención de exigir un adelanto electoral si el Parlamento rechaza el plan de May el próximo martes. “Si el Gobierno es incapaz de lograr que se apruebe su acuerdo debe haber unas elecciones generales lo más pronto que sea posible”, ha dicho en la localidad de Wakefield. El líder laborista ha admitido, sin embargo, que no cuenta con los apoyos suficientes para sacar adelante la necesaria moción de censura para asegurar unos nuevos comicios. De este modo, los defensores de un nuevo referéndum han visto en sus matices nuevas posibilidades para que finalmente se celebre una segunda consulta. “Si no podemos asegurar unas elecciones generales, mantendremos todas las opciones sobre la mesa, incluida la de hacer campaña para una nueva consulta popular”, ha asegurado Corbyn.