La renuncia de Rafael Solís Cerda, el juez de la Corte Suprema de Nicaragua que acusa a Daniel Ortega de crear un "Estado de terror"
Nicaragua, BBC
"Las probabilidades de una guerra civil, que nadie desea, se vean ahora más cerca que nunca".
En una carta sin esperanza en que el país recupere la cordura y donde acusa al presidente de Nicaragua Daniel Ortega de implantar una "dictadura", el magistrado de la Corte Suprema de Justicia, Rafael Solís Cerda, renunció a su cargo a través de una dura misiva.
"Las probabilidades de una guerra civil, que nadie desea, se vean ahora más cerca que nunca".
En una carta sin esperanza en que el país recupere la cordura y donde acusa al presidente de Nicaragua Daniel Ortega de implantar una "dictadura", el magistrado de la Corte Suprema de Justicia, Rafael Solís Cerda, renunció a su cargo a través de una dura misiva.
Es la primera vez que un alto cargo en el país acusa directamente al gobierno de Ortega de establecer un "Estado de terror", permitiendo entre otras cosas, que la policía utilice armamento de guerra contra los manifestantes.
Solís es considerado el artífice del fallo judicial que posibilitó la primera reelección del presidente Daniel Ortega en 2012 y era uno de los principales aliados de Ortega en el poder judicial.
Su renuncia a la Corte y al partido de gobierno, el Frente Sandinista, es sin duda la más significativa que se ha producido en el país centroamericano desde el inicio de la ola de protesta que han dejado más de 325 muertos y al gobierno de Ortega acusado por crímenes de lesa humanidad.
Sin embargo el presidente Ortega insiste en que las manifestaciones son en realidad un "intento de golpe de Estado".
"Han sembrado el miedo en nuestro país y ya no existe derecho alguno que se respete con las consecuencias inevitables de la instalación y consolidación al menos de una dictadura con caracteres de monarquía absoluta", dice la carta difundida el 10 de enero por la plataforma digital Nicaragua Investiga.
"Si no se hubiera matado tanta gente, yo estaría con ustedes y continuaría en la Corte y en el Frente", dice Solís en la carta, hecha pública a través de las redes sociales.
"Pero no hubo tal golpe de estado, ni agresión externa, sino un uso irracional de la fuerza y ustedes se empeñan en continuar haciendo mal las cosas hasta llevar al país a una guerra civil de la cual yo no quiero ser partícipe", continúa la misiva.
El gobierno nicaragüense ha defendido su acción desde el inicio de las protestas de abril asegurando que las mismas no son sino un intento de golpe de Estado organizado desde Washington.
Y, por el momento, las autoridades no se ha pronunciado oficialmente sobre las declaraciones del exmagistrado.
Autenticidad confirmada
La primera reacción de los simpatizantes sandinistas en redes sociales, por su parte, fue insistir en que la carta era falsa.
Pero Solís, quien se cree se encuentra en el extranjero, le confirmó su autenticidad por vía telefónica al diario La Prensa y el portal Artículo 66.
El Grupo de Expertos de la Comisión Interamericana de derechos Humanos (CIDH) acusó recientemente al gobierno de Nicaragua de cometer crímenes de lesa humanidad.
Las acusaciones de Solís se producen en vísperas de una reunión extraordinaria del Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA) en la que se decidirá la posibilidad de iniciar procedimientos contra el gobierno de Nicaragua bajo los términos de la Carta Iberoamericana.
Cambio de rumbo
Para muchos, la renuncia del magistrado demuestra además que las sanciones en contra del gobierno de Ortega aprobadas por Estados Unidos parecen estar funcionando.
Aunque Solís trata de justificar su tardía renuncia aduciendo que esperaba un cambio de rumbo por parte de la pareja presidencial formada por Ortega y Murillo.
"Siempre creí que las cosas podían cambiar. Que la sensatez y la cordura se podía imponer en ustedes y proceder a una negociación política que permita el adelanto de las elecciones", dice.
"Que dios salve a Nicaragua", concluye el ex magistrado con tono sombrío.