El nuevo jefe del Pentágono y el principal desafío para la seguridad estadounidense: "China, China y China"
El secretario de Defensa, Patrick Shanahan, comenzó su gestión este 2 de enero. Además de Beijing, remarcó la lucha de poder con Rusia
Infobae
El nuevo secretario de Defensa estadounidense, Patrick Shanahan, situó este miércoles a China como una de las prioridades para sus servicios, en su primer día completo al frente del Pentágono. Shanahan instó al personal del departamento que dirige a centrarse en la Estrategia de Defensa Nacional, que se adapta a una nueva era de "gran lucha de poder" con Rusia y China.
"Mientras nos centramos en las operaciones en curso, el secretario Shanahan pidió al equipo que recordara a China, China, China", explicó un empleado del departamento de Defensa.
Washington acusa a Beijing de llevar a cabo prácticas de espionaje militar y económico, y ha calificado de coerción económica la iniciativa china de la Nueva Ruta de la Seda, una ambiciosa red de infraestructuras y comercio en el extranjero.
"En 2019, la Estrategia de Defensa Nacional sigue siendo nuestra guía. La fortaleza militar estadounidense sigue siendo nuestro objetivo", declaró Shanahan en su mensaje de Año Nuevo en Twitter.
El nuevo jefe del Pentágono asistirá este miércoles a una reunión del gabinete estadounidense, la primera del presidente Donald Trump en 2019, según el empleado del departamento de Defensa.
Asumió el cargo el 1 de enero, después de que el general Jim Mattis dimitiera por sus desacuerdos con el presidente, Donald Trump.
Shanahan, poco conocido para las personas ajenas al mundo de los negocios y los círculos de Washington, llega al frente de la cartera de Defensa en un periodo de cambios provocados por la imprevisible política extranjera de Trump.
A sus 56 años, nunca ha servido en el ejército y ha pasado la mayor parte de su carrera en el sector privado, en el seno del fabricante de aviones estadounidense Boeing.
Deberá dirigir la retirada de los 2.000 soldados estadounidenses desplegados en Siria, una salida parcial de tropas de Afganistán y gestionar el impacto de esas decisiones en ambos países, tanto para las poblaciones locales como para los aliados de Estados Unidos.
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El nuevo secretario de Defensa estadounidense, Patrick Shanahan, situó este miércoles a China como una de las prioridades para sus servicios, en su primer día completo al frente del Pentágono. Shanahan instó al personal del departamento que dirige a centrarse en la Estrategia de Defensa Nacional, que se adapta a una nueva era de "gran lucha de poder" con Rusia y China.
"Mientras nos centramos en las operaciones en curso, el secretario Shanahan pidió al equipo que recordara a China, China, China", explicó un empleado del departamento de Defensa.
Washington acusa a Beijing de llevar a cabo prácticas de espionaje militar y económico, y ha calificado de coerción económica la iniciativa china de la Nueva Ruta de la Seda, una ambiciosa red de infraestructuras y comercio en el extranjero.
"En 2019, la Estrategia de Defensa Nacional sigue siendo nuestra guía. La fortaleza militar estadounidense sigue siendo nuestro objetivo", declaró Shanahan en su mensaje de Año Nuevo en Twitter.
El nuevo jefe del Pentágono asistirá este miércoles a una reunión del gabinete estadounidense, la primera del presidente Donald Trump en 2019, según el empleado del departamento de Defensa.
Asumió el cargo el 1 de enero, después de que el general Jim Mattis dimitiera por sus desacuerdos con el presidente, Donald Trump.
Shanahan, poco conocido para las personas ajenas al mundo de los negocios y los círculos de Washington, llega al frente de la cartera de Defensa en un periodo de cambios provocados por la imprevisible política extranjera de Trump.
A sus 56 años, nunca ha servido en el ejército y ha pasado la mayor parte de su carrera en el sector privado, en el seno del fabricante de aviones estadounidense Boeing.
Deberá dirigir la retirada de los 2.000 soldados estadounidenses desplegados en Siria, una salida parcial de tropas de Afganistán y gestionar el impacto de esas decisiones en ambos países, tanto para las poblaciones locales como para los aliados de Estados Unidos.