Italia declarará el estado de emergencia tras el terremoto causado por la erupción del Etna
Cerca de 300 personas han pasado la noche fuera de sus casas, mientras los técnicos trabajan para evaluar el estado de las viviendas
Lorena Pacho
Roma, El País
La primera noche después del terremoto vinculado a la actividad eruptiva del Etna que dejó 28 heridos el miércoles y provocó daños en numerosos edificios ha sido tranquila desde el punto de vista geológico, pero crítica para los cerca de 300 afectados que han tenido que pasar la noche fuera de sus casas. Algunos han dormido en hoteles que el Gobierno regional había puesto a su disposición y la mayoría en sus coches, no demasiado lejos de las viviendas, por temor a posibles saqueos. El Gobierno declarará mañana viernes el estado de emergencia en la región de Sicilia, la más pobre de Italia, para poder desbloquear fondos y destinarlos a la recuperación de las zonas dañadas.
Durante la noche del miércoles también fueron evacuadas 10 familias del pequeño municipio de Aci Platani, próximo al epicentro del terremoto, por la apertura de una falla cercana a las viviendas. Algunos damnificados se quejaban ante las cámaras de televisión de que nadie les había advertido del peligro potencial que corrían, mientras las autoridades, en respuesta, explicaban que no era posible prever la intensidad y las consecuencias de la actividad volcánica que se reactivó el día de Nochebuena.
Luigi Di Maio, vice primer ministro y líder del Movimiento 5 Estrellas (M5S), visitó este jueves por la mañana Fleri, uno de los pueblos más afectados por el temblor, y anunció que el viernes el Gobierno declarará el estado de emergencia en la región. “Se asignarán los recursos necesarios para apoyar a los alcaldes y a las autoridades locales para ayudar a las familias”, agregó.
Di Maio también explicó que ya han comenzado las labores de reconocimiento en los edificios para determinar el estado de las viviendas y puntualizó que las autoridades han recibido 1.600 solicitudes de inspección. El alcalde de Zafferanea Etna, el más grande de los municipios perjudicados, pidió al Gobierno en Roma que no les deje solos y que les ayude a “restablecer la normalidad de la comunidad, fuertemente dañada a nivel estructural y emotivo”. También detalló que por el momento la cifra oficial de desplazados es de 260 personas. Son vecinos que viven en las primeras casas declaradas no aptas de forma preliminar. Cuando concluya el trabajo de los técnicos que inspeccionan las estructuras, en un par de días, según el regidor, se conocerá el número definitivo de afectados.
Más de mil sacudidas
El gigante bueno, como llaman los locales al Etna y que según los geólogos comenzó su actividad hace 500.000 años, volvió a rugir el día de Nochebuena y desde entonces se han registrado más de 1.000 sacudidas, la mayoría de baja intensidad, vinculadas a su actividad eruptiva.
Los vulcanólogos trabajan a pleno rendimiento estos días para identificar las causas y la posible evolución del fenómeno. “No podemos descartar la apertura de un cráter nuevo a una altura más baja que la del que se abrió el pasado 24 de diciembre”, ha declarado el director del Instituto Nacional de Geofísica y Vulcanología de Catania, Eugenio Privitera.
Salvo Caffo, vulcanólogo del Parque del Etna, ha tratado de aportar calma: “Como volcán activo, el Etna cumple con su trabajo. Todo forma parte de la fisiología normal de una estructura compleja que está entre las más controladas del mundo”. Las erupciones que se producen a una altitud elevada no presentan un riesgo notable y a menudo son una atracción para los turistas y curiosos que visitan la zona, que hasta hace unos días podían subir por las laderas del volcán. El verdadero peligro son las erupciones que se producen a una altura baja y que a lo largo de la historia han sido las más devastadoras, como la de 1669, que comenzó en primavera y concluyó en julio tras llegar a la ciudad de Catania, cubriendo de lava todo lo que encontró a su paso.
Lorena Pacho
Roma, El País
La primera noche después del terremoto vinculado a la actividad eruptiva del Etna que dejó 28 heridos el miércoles y provocó daños en numerosos edificios ha sido tranquila desde el punto de vista geológico, pero crítica para los cerca de 300 afectados que han tenido que pasar la noche fuera de sus casas. Algunos han dormido en hoteles que el Gobierno regional había puesto a su disposición y la mayoría en sus coches, no demasiado lejos de las viviendas, por temor a posibles saqueos. El Gobierno declarará mañana viernes el estado de emergencia en la región de Sicilia, la más pobre de Italia, para poder desbloquear fondos y destinarlos a la recuperación de las zonas dañadas.
Durante la noche del miércoles también fueron evacuadas 10 familias del pequeño municipio de Aci Platani, próximo al epicentro del terremoto, por la apertura de una falla cercana a las viviendas. Algunos damnificados se quejaban ante las cámaras de televisión de que nadie les había advertido del peligro potencial que corrían, mientras las autoridades, en respuesta, explicaban que no era posible prever la intensidad y las consecuencias de la actividad volcánica que se reactivó el día de Nochebuena.
Luigi Di Maio, vice primer ministro y líder del Movimiento 5 Estrellas (M5S), visitó este jueves por la mañana Fleri, uno de los pueblos más afectados por el temblor, y anunció que el viernes el Gobierno declarará el estado de emergencia en la región. “Se asignarán los recursos necesarios para apoyar a los alcaldes y a las autoridades locales para ayudar a las familias”, agregó.
Di Maio también explicó que ya han comenzado las labores de reconocimiento en los edificios para determinar el estado de las viviendas y puntualizó que las autoridades han recibido 1.600 solicitudes de inspección. El alcalde de Zafferanea Etna, el más grande de los municipios perjudicados, pidió al Gobierno en Roma que no les deje solos y que les ayude a “restablecer la normalidad de la comunidad, fuertemente dañada a nivel estructural y emotivo”. También detalló que por el momento la cifra oficial de desplazados es de 260 personas. Son vecinos que viven en las primeras casas declaradas no aptas de forma preliminar. Cuando concluya el trabajo de los técnicos que inspeccionan las estructuras, en un par de días, según el regidor, se conocerá el número definitivo de afectados.
Más de mil sacudidas
El gigante bueno, como llaman los locales al Etna y que según los geólogos comenzó su actividad hace 500.000 años, volvió a rugir el día de Nochebuena y desde entonces se han registrado más de 1.000 sacudidas, la mayoría de baja intensidad, vinculadas a su actividad eruptiva.
Los vulcanólogos trabajan a pleno rendimiento estos días para identificar las causas y la posible evolución del fenómeno. “No podemos descartar la apertura de un cráter nuevo a una altura más baja que la del que se abrió el pasado 24 de diciembre”, ha declarado el director del Instituto Nacional de Geofísica y Vulcanología de Catania, Eugenio Privitera.
Salvo Caffo, vulcanólogo del Parque del Etna, ha tratado de aportar calma: “Como volcán activo, el Etna cumple con su trabajo. Todo forma parte de la fisiología normal de una estructura compleja que está entre las más controladas del mundo”. Las erupciones que se producen a una altitud elevada no presentan un riesgo notable y a menudo son una atracción para los turistas y curiosos que visitan la zona, que hasta hace unos días podían subir por las laderas del volcán. El verdadero peligro son las erupciones que se producen a una altura baja y que a lo largo de la historia han sido las más devastadoras, como la de 1669, que comenzó en primavera y concluyó en julio tras llegar a la ciudad de Catania, cubriendo de lava todo lo que encontró a su paso.