Tras un viaje de 480 millones de kilómetros hacia Marte, la nave InSight de la NASA se prepara para sus "siete minutos de terror"
Cualquier error en el ángulo de entrada de la nave podría significar que la misma literalmente se evapore o rebote fuera de la atmósfera del Planeta Rojo, quedando a la deriva en el espacio
Nicolás Villar
Infobae Miami I nvillar@infobae.com
Marte está a punto de recibir a su primer visitante de los EEUU en siete años, un artefacto de tres piernas y un largo brazo que hará de geólogo en suelo marciano, con el objetivo de explorar bajo la superficie e interpretar los terremotos que allí supuestamente tienen lugar.
Luego de viajar durante seis meses en un periplo de 480 millones de kilómetros, la nave InSight de la NASA hará su gran entrada en los cielos rosados del planeta rojo, convertida en la primera de su tipo en aterrizar allí desde el vehículo explorador Curiosity, arribado en 2012.
Más importante aun, esta será la primera en explorar bajo tierra con la intención de descubrir secretos nunca antes develados.
Según compartió la agencia espacial de los EEUU, la nave entrará a la atmósfera de Marte el próximo 26 de noviembre, para luego intentar aterrizar en una región conocida como Elysium Planitia, la cual ha sido apodada como "el estacionamiento más grande de Marte".
NASA asegura que el proceso de entrada, descenso y aterrizaje representará "siete minutos de terror" por lo complicada de la misión. "No hay nada más emocionante que aterrizar en Marte" dijo Tim Hoffman, el director del proyecto. "Hemos hecho todo lo posible para estar preparados".
Cualquier error en el ángulo de entrada de la nave podría significar que la misma literalmente se evapore o rebote fuera de la atmósfera, quedando a la deriva en el espacio.
En su aproximación a Marte, InSight viajará a unos 20.000 km/h y será sometida a una temperatura de 1.300 grados Celsius. El aterrizaje está programado para el día lunes a las 20:00 hora GMT y será cubierto minuto a minuto en las redes sociales de la NASA.
Una vez que los controladores aéreos determinen que la superficie de aterrizaje sea segura, lo más plana y libre de rocas posible, InSight podrá tocar tierra y desplegar su brazo robótico de 1.8 metros de largo, lo que le permitirá colocar en suelo marciano el equipo necesario para llevar adelante los experimentos programados, parte de una iniciativa nunca antes realizada hasta el momento.
Uno de ellos buscará penetrar el suelo de Marte hasta unos cinco metros de profundidad, mediante un taladro equipado con sensores que permitirán medir la temperatura interna del planeta.
Esto rompería el récord anterior alcanzado por los astronautas que caminaron por la Luna durante la misión Apolo casi medio siglo atrás, cuando se excavo unos dos metros para tomar las medidas de temperatura lunares.
Los instrumentos de InSight también permitirán monitorear los terremotos en Marte, mediante los primeros sismómetros en llegar a dicho planeta. Otro experimento permitirá medir los temblores, lo que podría llegar a dar más pistas sobre el núcleo del planeta.
A pesar de lo que podría suponerse a priori, la NASA aseguró que su nave no buscará señales de vida en Marte, ni presentes ni pasadas, dado que esta no ha sido equipada con las herramientas necesarias para hacerlo.
No menos importante es el hecho de que la nave espacial opera como un robot autosuficiente, con su propio cerebro y un brazo que puede ser usado para manipular distintos objetos.
Además, tiene la capacidad de escuchar con su sismómetro y sentir gracias a sus distintos sensores de presión y temperatura, todo esto alimentado por la energía solar disponible en cantidades en el planeta rojo.
La exploración inédita de las entrañas marcianas permitirá a los científicos entender mejor al lejano vecino de la Tierra y saber más sobre como se formo y ha ido transformándose a lo largo de miles de millones de años.
El hecho de que Marte sea mucho menos activa a nivel geológico que la Tierra, hace que su interior esté más cerca de su estado original que el de nuestro planeta, lo que lo convierte en una intrigante cápsula del tiempo que estaría a punto de ser "abierta".
Nicolás Villar
Infobae Miami I nvillar@infobae.com
Marte está a punto de recibir a su primer visitante de los EEUU en siete años, un artefacto de tres piernas y un largo brazo que hará de geólogo en suelo marciano, con el objetivo de explorar bajo la superficie e interpretar los terremotos que allí supuestamente tienen lugar.
Luego de viajar durante seis meses en un periplo de 480 millones de kilómetros, la nave InSight de la NASA hará su gran entrada en los cielos rosados del planeta rojo, convertida en la primera de su tipo en aterrizar allí desde el vehículo explorador Curiosity, arribado en 2012.
Más importante aun, esta será la primera en explorar bajo tierra con la intención de descubrir secretos nunca antes develados.
Según compartió la agencia espacial de los EEUU, la nave entrará a la atmósfera de Marte el próximo 26 de noviembre, para luego intentar aterrizar en una región conocida como Elysium Planitia, la cual ha sido apodada como "el estacionamiento más grande de Marte".
NASA asegura que el proceso de entrada, descenso y aterrizaje representará "siete minutos de terror" por lo complicada de la misión. "No hay nada más emocionante que aterrizar en Marte" dijo Tim Hoffman, el director del proyecto. "Hemos hecho todo lo posible para estar preparados".
Cualquier error en el ángulo de entrada de la nave podría significar que la misma literalmente se evapore o rebote fuera de la atmósfera, quedando a la deriva en el espacio.
En su aproximación a Marte, InSight viajará a unos 20.000 km/h y será sometida a una temperatura de 1.300 grados Celsius. El aterrizaje está programado para el día lunes a las 20:00 hora GMT y será cubierto minuto a minuto en las redes sociales de la NASA.
Una vez que los controladores aéreos determinen que la superficie de aterrizaje sea segura, lo más plana y libre de rocas posible, InSight podrá tocar tierra y desplegar su brazo robótico de 1.8 metros de largo, lo que le permitirá colocar en suelo marciano el equipo necesario para llevar adelante los experimentos programados, parte de una iniciativa nunca antes realizada hasta el momento.
Uno de ellos buscará penetrar el suelo de Marte hasta unos cinco metros de profundidad, mediante un taladro equipado con sensores que permitirán medir la temperatura interna del planeta.
Esto rompería el récord anterior alcanzado por los astronautas que caminaron por la Luna durante la misión Apolo casi medio siglo atrás, cuando se excavo unos dos metros para tomar las medidas de temperatura lunares.
Los instrumentos de InSight también permitirán monitorear los terremotos en Marte, mediante los primeros sismómetros en llegar a dicho planeta. Otro experimento permitirá medir los temblores, lo que podría llegar a dar más pistas sobre el núcleo del planeta.
A pesar de lo que podría suponerse a priori, la NASA aseguró que su nave no buscará señales de vida en Marte, ni presentes ni pasadas, dado que esta no ha sido equipada con las herramientas necesarias para hacerlo.
No menos importante es el hecho de que la nave espacial opera como un robot autosuficiente, con su propio cerebro y un brazo que puede ser usado para manipular distintos objetos.
Además, tiene la capacidad de escuchar con su sismómetro y sentir gracias a sus distintos sensores de presión y temperatura, todo esto alimentado por la energía solar disponible en cantidades en el planeta rojo.
La exploración inédita de las entrañas marcianas permitirá a los científicos entender mejor al lejano vecino de la Tierra y saber más sobre como se formo y ha ido transformándose a lo largo de miles de millones de años.
El hecho de que Marte sea mucho menos activa a nivel geológico que la Tierra, hace que su interior esté más cerca de su estado original que el de nuestro planeta, lo que lo convierte en una intrigante cápsula del tiempo que estaría a punto de ser "abierta".