El príncipe heredero saudí, Mohamed bin Salman, acusado de ordenar el asesinato del periodista Jamal Khashoggi, viajará al G20
El ministro de Energía saudí, Jaled al Faleh, confirmó que el príncipe asistirá a la cumbre que tendrá lugar en Buenos Aires entre el 30 de noviembre y el 1 de diciembre. Su viaje se da en el marco de las tensiones internacionales tras el brutal crimen del ex columnista del Washington
Infobae
En medio de la polémica tras el asesinato del periodista Jamal Khashoggi, Arabia Saudita confirmó este lunes que el príncipe heredero, Mohamed bin Salman, viajará a finales de noviembre a Argentina para asistir a la cumbre del G20, que se desarrollará entre el 30 de noviembre y el 1 de diciembre en Buenos Aires.
La información fue confirmada por el ministro de Energía saudí, Jaled al Faleh, durante una rueda de prensa retransmitida por la cadena Al Arabiya.
La participación del príncipe en la cumbre del G20 se dará en el marco de una gira que realizará a fin de mes. Sin embargo, Al Faleh no especificó qué otros países serán visitados por el heredero el trono.
A la cita, que por primera vez se realiza en Sudamérica, acudirán, entre otros, los presidentes de Estados Unidos, Donald Trump, y de Francia, Emmanuel Macron, así como la primera ministra británica, Theresa May, y la canciller alemana, Angela Merkel.
También estarán presentes los presidentes de Rusia, Vladimir Putin; de China, Xi Jinping; el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau; y el mandatario chileno, Sebastián Piñera, entre otros.
España, país invitado permanente, estará representada por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y Holanda por el primer ministro, Mark Rutte.
Tampoco faltarán los máximos representantes de organismos como el Fondo Monetario Internacional, la Organización Mundial del Comercio y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos.
Mohamed bin Salman, principal apuntado por el asesinato del periodista Jamal Khashoggi
La llegada del príncipe heredero a Buenos Aires se da en medio de la fuerte controversia que provocó en la comunidad internacional el brutal asesinato de Khashoggi en el consulado saudí en Estambul.
La última vez que el periodista fue visto con vida fue el 2 de octubre, cuando las cámaras de seguridad registraron el momento que ingresaba al consulado. A partir de ahí, no se supo más de él.
Después de repetidas negativas, Arabia Saudita finalmente admitió que el hombre de 59 años había sido asesinado en la misión en una operación "deshonesta". Sin embargo, tardó 17 días en admitir el crimen luego de intentar encubrirlo, de ocultar todas las pruebas a las autoridades turcas y de enviar de regreso al escuadrón de agentes secretos que se encargó del homicidio.
Los asesinos de Khashoggi descuartizaron su cuerpo y se deshicieron de él echándolo por el sistema de desagüe después de haberlo disuelto en ácido, según indicó el diario turco Sabah. El examen de muestras extraídas de las tuberías de la residencia del cónsul saudí en Estambul permitió detectar restos de ácido.
Los investigadores consideran que el cuerpo del editorialista -crítico con el régimen de Riad– fue disuelto en ácido y que una vez obtenida una consistencia suficientemente líquida, los autores del crimen se deshicieron de él arrojándolo al desagüe.
El suelo de la sala del consulado donde Khashoggi fue torturado y finalmente asesinado fue cubierto por plásticos por los sicarios saudíes para trozar el cuerpo del periodista. Tardaron en total 15 minutos en hacerlo y fue dirigido por Salá Al Tubaigi, el jefe del Consejo Científico de Forenses de Arabia Saudita, de acuerdo con Al Jazeera.
Pese a las versiones del reino, una escucha complica a Bin Salman. Un miembro del comando que llevó a cabo el asesinato instó a un superior por teléfono a que "le dijera a su jefe" que los agentes habían cumplido su misión, lo que apuntaría al príncipe heredero, según The New York Times a partir de una grabación a la que accedió la CIA.
Durante las últimas semanas los saudíes han brindado numerosas explicaciones contradictorias sobre lo que sucedió en el consulado. Esta semana el fiscal saudí culpó por la operación a una banda renegada de agentes enviados a Estambul para que llevaran a Khashoggi de regreso a Arabia Saudita, una gestión que se desvió cuando el periodista "fue sujetado por la fuerza e inyectado con una gran cantidad de una droga, lo cual le causó una sobredosis que lo llevó a la muerte", según el informe.
El fiscal anunció cargos contra 11 presuntos participantes y dijo que solicitaría la pena de muerte para cinco de ellos.
La conclusión de la CIA y la respuesta de la Casa Blanca
La Agencia Central de Inteligencia de los Estados Unidos concluyó que el Mohammed bin Salman fue quien ordenó el asesinato de Khashoggi en Estambul.
La evaluación de la CIA, en la cual los agentes tienen mucha confianza, según dijeron, es la más decisiva hasta el momento en vincular a Mohamed con la operación y complica los esfuerzos del gobierno de Donald Trump para conservar su relación con un aliado próximo.
Para llegar a sus conclusiones, la CIA analizó varias fuentes de inteligencia, incluida una llamada telefónica del hermano del príncipe, Khalid bin Salman, embajador saudí ante los Estados Unidos, que mantuvo con Khashoggi, según personas familiarizadas con el tema, que hablaron con pedido de anonimato. Khalid dijo a Khashoggi, columnista de The Washington Post, que debería ir al consulado saudí en Estambul para recoger los documentos y le aseguró que hacerlo sería seguro.
No está claro si Khalid sabía que Khashoggi sería asesinado, pero hizo la llamada por indicación de su hermano, según personas familiarizadas con la comunicación, que fue interceptada por la inteligencia estadounidense.
La conclusión de la CIA sobre el papel de Mohamed también se basó en la consideración que hace la agencia del príncipe como el gobernante de facto del país a cargo de la supervisión de temas menores en el reino. "La postura aceptada es que no hay manera de que esto sucediera sin que él estuviera al tanto o involucrado", dijo un oficial estadounidense que conoce las concusiones de la CIA.
Un día después de estas versiones de la Agencia de Inteligencia, el Departamento de Estado aclaró que EEUU aún no llegó a "una conclusión definitiva" sobre el caso. El domingo, el presidente Trump durante una entrevista con la cadena Fox News aseguró que dará un veredicto en los próximos días.
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En medio de la polémica tras el asesinato del periodista Jamal Khashoggi, Arabia Saudita confirmó este lunes que el príncipe heredero, Mohamed bin Salman, viajará a finales de noviembre a Argentina para asistir a la cumbre del G20, que se desarrollará entre el 30 de noviembre y el 1 de diciembre en Buenos Aires.
La información fue confirmada por el ministro de Energía saudí, Jaled al Faleh, durante una rueda de prensa retransmitida por la cadena Al Arabiya.
La participación del príncipe en la cumbre del G20 se dará en el marco de una gira que realizará a fin de mes. Sin embargo, Al Faleh no especificó qué otros países serán visitados por el heredero el trono.
A la cita, que por primera vez se realiza en Sudamérica, acudirán, entre otros, los presidentes de Estados Unidos, Donald Trump, y de Francia, Emmanuel Macron, así como la primera ministra británica, Theresa May, y la canciller alemana, Angela Merkel.
También estarán presentes los presidentes de Rusia, Vladimir Putin; de China, Xi Jinping; el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau; y el mandatario chileno, Sebastián Piñera, entre otros.
España, país invitado permanente, estará representada por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y Holanda por el primer ministro, Mark Rutte.
Tampoco faltarán los máximos representantes de organismos como el Fondo Monetario Internacional, la Organización Mundial del Comercio y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos.
Mohamed bin Salman, principal apuntado por el asesinato del periodista Jamal Khashoggi
La llegada del príncipe heredero a Buenos Aires se da en medio de la fuerte controversia que provocó en la comunidad internacional el brutal asesinato de Khashoggi en el consulado saudí en Estambul.
La última vez que el periodista fue visto con vida fue el 2 de octubre, cuando las cámaras de seguridad registraron el momento que ingresaba al consulado. A partir de ahí, no se supo más de él.
Después de repetidas negativas, Arabia Saudita finalmente admitió que el hombre de 59 años había sido asesinado en la misión en una operación "deshonesta". Sin embargo, tardó 17 días en admitir el crimen luego de intentar encubrirlo, de ocultar todas las pruebas a las autoridades turcas y de enviar de regreso al escuadrón de agentes secretos que se encargó del homicidio.
Los asesinos de Khashoggi descuartizaron su cuerpo y se deshicieron de él echándolo por el sistema de desagüe después de haberlo disuelto en ácido, según indicó el diario turco Sabah. El examen de muestras extraídas de las tuberías de la residencia del cónsul saudí en Estambul permitió detectar restos de ácido.
Los investigadores consideran que el cuerpo del editorialista -crítico con el régimen de Riad– fue disuelto en ácido y que una vez obtenida una consistencia suficientemente líquida, los autores del crimen se deshicieron de él arrojándolo al desagüe.
El suelo de la sala del consulado donde Khashoggi fue torturado y finalmente asesinado fue cubierto por plásticos por los sicarios saudíes para trozar el cuerpo del periodista. Tardaron en total 15 minutos en hacerlo y fue dirigido por Salá Al Tubaigi, el jefe del Consejo Científico de Forenses de Arabia Saudita, de acuerdo con Al Jazeera.
Pese a las versiones del reino, una escucha complica a Bin Salman. Un miembro del comando que llevó a cabo el asesinato instó a un superior por teléfono a que "le dijera a su jefe" que los agentes habían cumplido su misión, lo que apuntaría al príncipe heredero, según The New York Times a partir de una grabación a la que accedió la CIA.
Durante las últimas semanas los saudíes han brindado numerosas explicaciones contradictorias sobre lo que sucedió en el consulado. Esta semana el fiscal saudí culpó por la operación a una banda renegada de agentes enviados a Estambul para que llevaran a Khashoggi de regreso a Arabia Saudita, una gestión que se desvió cuando el periodista "fue sujetado por la fuerza e inyectado con una gran cantidad de una droga, lo cual le causó una sobredosis que lo llevó a la muerte", según el informe.
El fiscal anunció cargos contra 11 presuntos participantes y dijo que solicitaría la pena de muerte para cinco de ellos.
La conclusión de la CIA y la respuesta de la Casa Blanca
La Agencia Central de Inteligencia de los Estados Unidos concluyó que el Mohammed bin Salman fue quien ordenó el asesinato de Khashoggi en Estambul.
La evaluación de la CIA, en la cual los agentes tienen mucha confianza, según dijeron, es la más decisiva hasta el momento en vincular a Mohamed con la operación y complica los esfuerzos del gobierno de Donald Trump para conservar su relación con un aliado próximo.
Para llegar a sus conclusiones, la CIA analizó varias fuentes de inteligencia, incluida una llamada telefónica del hermano del príncipe, Khalid bin Salman, embajador saudí ante los Estados Unidos, que mantuvo con Khashoggi, según personas familiarizadas con el tema, que hablaron con pedido de anonimato. Khalid dijo a Khashoggi, columnista de The Washington Post, que debería ir al consulado saudí en Estambul para recoger los documentos y le aseguró que hacerlo sería seguro.
No está claro si Khalid sabía que Khashoggi sería asesinado, pero hizo la llamada por indicación de su hermano, según personas familiarizadas con la comunicación, que fue interceptada por la inteligencia estadounidense.
La conclusión de la CIA sobre el papel de Mohamed también se basó en la consideración que hace la agencia del príncipe como el gobernante de facto del país a cargo de la supervisión de temas menores en el reino. "La postura aceptada es que no hay manera de que esto sucediera sin que él estuviera al tanto o involucrado", dijo un oficial estadounidense que conoce las concusiones de la CIA.
Un día después de estas versiones de la Agencia de Inteligencia, el Departamento de Estado aclaró que EEUU aún no llegó a "una conclusión definitiva" sobre el caso. El domingo, el presidente Trump durante una entrevista con la cadena Fox News aseguró que dará un veredicto en los próximos días.