Trump critica las acusaciones a Arabia Saudí por la desaparición del periodista
El presidente compara las críticas a Riad por el aparente asesinato de Khashoggi con las denuncias de abusos sexuales al nuevo juez del Tribunal Supremo
Joan Faus
Washington, El País
El presidente estadounidense, Donald Trump, reforzó este martes su respaldo a Arabia Saudí por la misteriosa desaparición del periodista Jamal Khashoggi. En una entrevista a la agencia Associated Press, el republicano consideró prematura la oleada de condena a Riad por la gestión del caso del reportero, que era crítico con el régimen y al que no se ha visto desde que visitó el pasado día 2 el consulado saudí en Estambul. Turquía asegura que el periodista fue asesinado y descuartizado, mientras Arabia Saudí dice desconocer lo sucedido.
“Aquí estamos otra vez con, ya sabes, eres culpable hasta que se demuestre que eres inocente”, dijo el presidente en la entrevista. Trump comparó la acusación de que Riad está detrás de la desaparición y aparente muerte del periodista con las acusaciones de abuso sexual a Brett Kavanaugh antes de que fuera confirmado el pasado día 6 como juez del Tribunal Supremo. Antes de su aprobación al cargo, el mandatario hizo una defensa encendida de la inocencia de Kavanaugh, como ha hecho de otros hombres, incluido él, acusados de abusos sexuales a mujeres.
Tras hablar con el rey saudí Salmán, Trump especuló el lunes con que Khashoggi podría haber sido asesinado por personas que actuaron por libre, desvinculando de ese modo a la cúpula saudí del macabro suceso. Preguntado por esa afirmación durante la entrevista, el presidente alegó que fue fruto de su “sensación” durante la conversación con el monarca.
Trump habló este martes con el príncipe heredero saudí, Mohamed bin Salmán. Como su padre, según el republicano, negó tajantemente tener conocimiento de lo sucedido en el consulado y prometió una “investigación completa” sobre el asunto.
El presidente, que ha reforzado la estrecha relación con Arabia Saudí en sus casi dos años en la Casa Blanca, se ha mostrado ambivalente respecto a la desaparición de Khashoggi, que vivía en EE UU y era columnista del diario The Washington Post. Inicialmente rebajó la posibilidad de sancionar a Riad, como restringir las millonarias ventas de armas, pese a la creciente presión del Congreso para que lo haga. Sin embargo, en una entrevista el pasado fin de semana, prometió que habría un “castigo severo” a Arabia Saudí si se demostraba su responsabilidad en la presunta muerte del periodista, lo que llevó al régimen a advertir a Washington de que cualquier sanción acarrearía represalias.
El lunes, Trump bajó el tono con su sugerencia de que la muerte de Khashoggi podría estar desvinculada de la cúpula saudí a la vez que mandaba a Arabia Saudí a su secretario de Estado, Mike Pompeo. Y este martes, dio un nuevo espaldarazo a Riad, pero también afirmó, en otra entrevista a la cadena Fox Business, que sería “malo” si el rey o el príncipe heredero conocieran qué le ocurrió al periodista.
La crisis es también una prueba para Trump, que ha apostado claramente por el ascenso de Mohamed bin Salmán y ha dejado en un muy segundo plano el respeto a los derechos humanos. El príncipe heredero se ha embarcado en una agenda de reformas en el hermético y ultraconservador país árabe, para abrirlo más a Occidente y rebajar la hegemonía del petróleo en su economía, pero también ha estado envuelto en polémicas.
Según The Washington Post, EE UU interceptó conversaciones de oficiales saudíes en las que hablaban de cómo Mohamed bin Salmán ordenó una operación para tenderle una trampa a Khashoggi con el objetivo de detenerle y trasladarle a Arabia Saudí. Washington sospecha que la operación, ejecutada por un equipo de 15 personas desplazadas a Estambul, no se ejecutó como estaba previsto.
Medios estadounidenses —la cadena CNN, The New York Times y The Wall Street Journal— afirmaron el lunes que Riad se plantea admitir en un comunicado que el periodista murió durante un interrogatorio de un operativo de inteligencia que salió mal.
Joan Faus
Washington, El País
El presidente estadounidense, Donald Trump, reforzó este martes su respaldo a Arabia Saudí por la misteriosa desaparición del periodista Jamal Khashoggi. En una entrevista a la agencia Associated Press, el republicano consideró prematura la oleada de condena a Riad por la gestión del caso del reportero, que era crítico con el régimen y al que no se ha visto desde que visitó el pasado día 2 el consulado saudí en Estambul. Turquía asegura que el periodista fue asesinado y descuartizado, mientras Arabia Saudí dice desconocer lo sucedido.
“Aquí estamos otra vez con, ya sabes, eres culpable hasta que se demuestre que eres inocente”, dijo el presidente en la entrevista. Trump comparó la acusación de que Riad está detrás de la desaparición y aparente muerte del periodista con las acusaciones de abuso sexual a Brett Kavanaugh antes de que fuera confirmado el pasado día 6 como juez del Tribunal Supremo. Antes de su aprobación al cargo, el mandatario hizo una defensa encendida de la inocencia de Kavanaugh, como ha hecho de otros hombres, incluido él, acusados de abusos sexuales a mujeres.
Tras hablar con el rey saudí Salmán, Trump especuló el lunes con que Khashoggi podría haber sido asesinado por personas que actuaron por libre, desvinculando de ese modo a la cúpula saudí del macabro suceso. Preguntado por esa afirmación durante la entrevista, el presidente alegó que fue fruto de su “sensación” durante la conversación con el monarca.
Trump habló este martes con el príncipe heredero saudí, Mohamed bin Salmán. Como su padre, según el republicano, negó tajantemente tener conocimiento de lo sucedido en el consulado y prometió una “investigación completa” sobre el asunto.
El presidente, que ha reforzado la estrecha relación con Arabia Saudí en sus casi dos años en la Casa Blanca, se ha mostrado ambivalente respecto a la desaparición de Khashoggi, que vivía en EE UU y era columnista del diario The Washington Post. Inicialmente rebajó la posibilidad de sancionar a Riad, como restringir las millonarias ventas de armas, pese a la creciente presión del Congreso para que lo haga. Sin embargo, en una entrevista el pasado fin de semana, prometió que habría un “castigo severo” a Arabia Saudí si se demostraba su responsabilidad en la presunta muerte del periodista, lo que llevó al régimen a advertir a Washington de que cualquier sanción acarrearía represalias.
El lunes, Trump bajó el tono con su sugerencia de que la muerte de Khashoggi podría estar desvinculada de la cúpula saudí a la vez que mandaba a Arabia Saudí a su secretario de Estado, Mike Pompeo. Y este martes, dio un nuevo espaldarazo a Riad, pero también afirmó, en otra entrevista a la cadena Fox Business, que sería “malo” si el rey o el príncipe heredero conocieran qué le ocurrió al periodista.
La crisis es también una prueba para Trump, que ha apostado claramente por el ascenso de Mohamed bin Salmán y ha dejado en un muy segundo plano el respeto a los derechos humanos. El príncipe heredero se ha embarcado en una agenda de reformas en el hermético y ultraconservador país árabe, para abrirlo más a Occidente y rebajar la hegemonía del petróleo en su economía, pero también ha estado envuelto en polémicas.
Según The Washington Post, EE UU interceptó conversaciones de oficiales saudíes en las que hablaban de cómo Mohamed bin Salmán ordenó una operación para tenderle una trampa a Khashoggi con el objetivo de detenerle y trasladarle a Arabia Saudí. Washington sospecha que la operación, ejecutada por un equipo de 15 personas desplazadas a Estambul, no se ejecutó como estaba previsto.
Medios estadounidenses —la cadena CNN, The New York Times y The Wall Street Journal— afirmaron el lunes que Riad se plantea admitir en un comunicado que el periodista murió durante un interrogatorio de un operativo de inteligencia que salió mal.