El gol 400 de Cristiano sólo sirvió para un empate ante el Genoa
La Juventus rompió su racha de victorias empatando con el Genoa. Cristiano se convirtió en el primer jugador en marcar 400 goles en las cinco grandes ligas europeas, pero no pudo celebrar el triunfo.
Mirko Calemme
As
En la enésima tarde histórica para Cristiano, que se convirtió en el primer jugador en la historia de las cinco ligas top de Europa en sumar 400 goles (84 en la Premier, 311 en LaLiga y 5 en la Serie A), el 1-1 del Juve-Genoa rompió dos rachas: tras diez victorias en diez partidos, la Vecchia Signora dejó de ganar y Piatek, por primera vez este año, no firmó ni un tanto.
Los de Allegri, que volvió a utilizar a Cuadrado de extremo en el tridente con Ronaldo y Mandžukic, fueron devastadores en la primera mitad, barriendo al Genoa del campo. Una superioridad impresionante que, sin embargo, tuvo un enorme defecto: solo sirvió para meter un gol. Fue de CR7, que tras haber golpeado el poste con un testarazo, finalizó una jugada que armó el imparable Cancelo y que un error del meta rival Radu convirtió en muy sencilla. El exmadridista sólo tuvo que apoyar el balón entre los palos para su quinta diana bianconera.
La plácida primera parte relajó demasiado a los juventini y su técnico se dio cuenta enseguida. "Os habéis dormido", gritaba desde el banquillo en el comienzo de la reanudación, cuando los suyos tenían ya la cabeza en Manchester. Un error garrafal, ya que el Genoa, que en este parón vivió otro cambio de entrenador (Preziosi echó a Ballardini y firmó el regreso de Juric) no se había rendido para nada.
El capocannoniere Piatek avisó un par de veces, pero la jugada decisiva fue de Kouamé: el punta creyó en un balón que parecía destinado al saque de esquina, y aprovechó su raro rebote en la línea de fondo para ejecutar un centro perfecto, que el mediocampista Bessa cabeceó con violencia en la red.
El asalto final no sirvió de nada a pesar de la llegada desde el banquillo de Dybala, Bernardeschi y Douglas Costa: la Juve, por primera vez en esta temporada, acabó el partido sin celebrar un triunfo, pagando muy cara su relajación. El Nápoles, que esta noche visita al Udinese, con una victoria puede volver a colocarse a cuatro puntos del liderato.
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En la enésima tarde histórica para Cristiano, que se convirtió en el primer jugador en la historia de las cinco ligas top de Europa en sumar 400 goles (84 en la Premier, 311 en LaLiga y 5 en la Serie A), el 1-1 del Juve-Genoa rompió dos rachas: tras diez victorias en diez partidos, la Vecchia Signora dejó de ganar y Piatek, por primera vez este año, no firmó ni un tanto.
Los de Allegri, que volvió a utilizar a Cuadrado de extremo en el tridente con Ronaldo y Mandžukic, fueron devastadores en la primera mitad, barriendo al Genoa del campo. Una superioridad impresionante que, sin embargo, tuvo un enorme defecto: solo sirvió para meter un gol. Fue de CR7, que tras haber golpeado el poste con un testarazo, finalizó una jugada que armó el imparable Cancelo y que un error del meta rival Radu convirtió en muy sencilla. El exmadridista sólo tuvo que apoyar el balón entre los palos para su quinta diana bianconera.
La plácida primera parte relajó demasiado a los juventini y su técnico se dio cuenta enseguida. "Os habéis dormido", gritaba desde el banquillo en el comienzo de la reanudación, cuando los suyos tenían ya la cabeza en Manchester. Un error garrafal, ya que el Genoa, que en este parón vivió otro cambio de entrenador (Preziosi echó a Ballardini y firmó el regreso de Juric) no se había rendido para nada.
El capocannoniere Piatek avisó un par de veces, pero la jugada decisiva fue de Kouamé: el punta creyó en un balón que parecía destinado al saque de esquina, y aprovechó su raro rebote en la línea de fondo para ejecutar un centro perfecto, que el mediocampista Bessa cabeceó con violencia en la red.
El asalto final no sirvió de nada a pesar de la llegada desde el banquillo de Dybala, Bernardeschi y Douglas Costa: la Juve, por primera vez en esta temporada, acabó el partido sin celebrar un triunfo, pagando muy cara su relajación. El Nápoles, que esta noche visita al Udinese, con una victoria puede volver a colocarse a cuatro puntos del liderato.
