El fiscal general de Irán prohibirá que las mujeres vuelvan al fútbol
Jafar Montazeri prohibirá la presencia de mujeres en los estadios porque: "Que una mujer vaya al estadio y se encuentre a hombres semidesnudos... eso lleva al pecado".
Sergio López de Vicente
As
El fiscal general de Irán ha rechazado públicamente que las mujeres puedan asistir a los estadios de fútbol. Mohammad Jafar Montazeri, trabajador público y rostro conocido en el país, fue contundente al decir que: "Me opongo a la presencia de mujeres en el Estadio Azadi ayer (Irán-Bolivia). Somos un estado musulmán, somos musulmanes".
La polémica salta justo un día después de que Irán viviese un día histórico. El martes alrededor de 100 mujeres pudieron presenciar en el estadio el Irán-Bolivia, partido amistoso que finalizó con victoria local, pero que será más recordado por la imagen de las mujeres disfrutando libremente del espectáculo desde la grada.
Jafar Montazeri se siente ofendido por este acontecimiento, y lo rechaza porque: "Que una mujer acuda al estadio y se encuentre a hombres medio desnudos con ropas de deporte... eso lleva al pecado". El fiscal, lejos de quedarse ahí, dice: "Actuaremos ante cualquier oficial que quiera permitir la entrada de mujeres en los estadios. Si esto se repite, ordenaré al mismo fiscal de Teherán que actúe".
Ahora todos los focos apuntan a la semifinal de la Liga de Campeones asiática entre el Persépolis de Teherán y el equipo catarí Al-Sadd, prevista para el 23 de octubre, y para el que ellas, supuestamente, estaban autorizadas a acudir.
Las mujeres tienen prohibido asistir a los partidos de fútbol desde la revolución islámica de 1979. Allí son los mismos clérigos quienes argumentan que deben protegerse de la atmósfera masculina y de la vista de los hombres semidesnudos.
Los comentarios de Jafar Montazeri han revuelto, de nuevo, unas aguas que parecían empezar a calmarse. El Estadio Azadi protagonizó una imagen para la historia, pero que podría tardar en repetirse. Las palabras del fiscal general no son en absoluto esperanzadoras para las mujeres, que podrían volver a tener prohibida la entrada al fútbol muy próximamente. La polémica continúa.
Sergio López de Vicente
As
El fiscal general de Irán ha rechazado públicamente que las mujeres puedan asistir a los estadios de fútbol. Mohammad Jafar Montazeri, trabajador público y rostro conocido en el país, fue contundente al decir que: "Me opongo a la presencia de mujeres en el Estadio Azadi ayer (Irán-Bolivia). Somos un estado musulmán, somos musulmanes".
La polémica salta justo un día después de que Irán viviese un día histórico. El martes alrededor de 100 mujeres pudieron presenciar en el estadio el Irán-Bolivia, partido amistoso que finalizó con victoria local, pero que será más recordado por la imagen de las mujeres disfrutando libremente del espectáculo desde la grada.
Jafar Montazeri se siente ofendido por este acontecimiento, y lo rechaza porque: "Que una mujer acuda al estadio y se encuentre a hombres medio desnudos con ropas de deporte... eso lleva al pecado". El fiscal, lejos de quedarse ahí, dice: "Actuaremos ante cualquier oficial que quiera permitir la entrada de mujeres en los estadios. Si esto se repite, ordenaré al mismo fiscal de Teherán que actúe".
Ahora todos los focos apuntan a la semifinal de la Liga de Campeones asiática entre el Persépolis de Teherán y el equipo catarí Al-Sadd, prevista para el 23 de octubre, y para el que ellas, supuestamente, estaban autorizadas a acudir.
Las mujeres tienen prohibido asistir a los partidos de fútbol desde la revolución islámica de 1979. Allí son los mismos clérigos quienes argumentan que deben protegerse de la atmósfera masculina y de la vista de los hombres semidesnudos.
Los comentarios de Jafar Montazeri han revuelto, de nuevo, unas aguas que parecían empezar a calmarse. El Estadio Azadi protagonizó una imagen para la historia, pero que podría tardar en repetirse. Las palabras del fiscal general no son en absoluto esperanzadoras para las mujeres, que podrían volver a tener prohibida la entrada al fútbol muy próximamente. La polémica continúa.