El presidente serbio cancela en medio de la tensión su visita a una aldea kosovar

Aleksandar Vucic acudía a un enclave serbio, pese a las advertencias de Pristina

Agencias
Belgrado
El presidente serbio, Aleksandar Vucic, suspendió este domingo su prevista visita a Banje, una aldea poblada por serbios en el norte de Kosovo, después de que el Gobierno kosovar prohibiera el viaje debido a las protestas de cientos de albanokosovares. Vucic, que pese a la prohibición decidió dirigirse hacia la aldea, donde viven unos 400 serbios rodeados de aldeas habitadas por albaneses de etnia, interrumpió el viaje después de que el convoy en el que viajaba fuera detenido en un control de carretera de la Policía kosovar, a unos dos kilómetros de las barricadas levantadas por los albanokosovares para evitar su acceso a la zona.


“Está claro que detrás (de las protestas) están las autoridades de Pristina”, declaró Vucic a la televisión pública serbia RTS tras regresar a la ciudad norteña kosovar de Mitrovica, donde iba a dirigirse a la población serbia de esa dividida ciudad.

Vucic también criticó a la misión de la OTAN en Kosovo (KFOR) por no haber garantizado la seguridad de su visita a Banje. Tanto la KFOR como la Policía de Kosovo habían asegurado que no podían garantizar la seguridad de esa visita. En Mitrovica, Vucic colocó una ofrenda floral en el lugar donde el pasado enero fue asesinado a tiros Oliver Ivanovic, un destacado político serbokosovar.

El primer ministro kosovar, Ramush Haradinaj, había anunciado en las redes sociales que retiraba la autorización de la visita a Banje para asegurar la seguridad de los ciudadanos.

Según RTS, cientos de antiguos miembros de la UCK, la guerrilla albanokosovar que se enfrentó a las fuerzas serbias en 1998 y 1999, habían bloqueado los accesos a la aldea.

Vucic inició este domingo una visita a la exprovincia serbia de Kosovo, habitada mayoritariamente por albaneses étnicos y que en 2008 declaró de forma unilateral su independencia de Belgrado. La visita de Vucic se iba a producir en un momento de alta tensión en las relaciones bilaterales entre Kosovo y Serbia, que sigue sin reconocer la soberanía de su antigua provincia.

Las autoridades kosovares habían amenazado con prohibir que Vucic visitara la estratégica central hidroeléctrica de Gazivode, gestionada por los serbokosovares pero es reclamada también por Pristina, o incluso de vetar su entrada al país.

El presidente serbio reaccionó cancelando la reunión que tenía prevista el viernes con el primer ministro kosovar, Hashim Thaci, en Bruselas, dentro de la negociación para normalizar sus relaciones que los dos países iniciaron en 2013 bajo mediación de la UE. Aunque Vucic amenazó inicialmente con suspender indefinidamente ese proceso, finalmente rectificó diciendo que seguirá el diálogo.

Kosovo, por su parte, anunció el viernes que no pondría impedimentos al viaje de Vucic después de haber recibido presiones de Estados Unidos y de la Unión Europea.

La independencia de Kosovo ha sido reconocida por más de cien países, entre ellos Estados Unidos y la mayoría de los socios de la Unión Europea (UE), pero no por Estados como Rusia, China o España, entre otros.

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