Cuando el fútbol pudo ser rugby: historias del bar de Londres donde un lunes por la noche empezó todo

Hace 155 años nació, en una taberna del centro de la capital británica, el fútbol regulado por catorce normas básicas. Historias mínimas dentro del recuerdo de cuando se decidió que el fútbol no debía jugarse con las manos

Milton Del Moral
Infobae
Lo practican cientos de millones de personas en cada rincón del mundo. Lo crearon doce personas en la mesa de un bar un lunes por la noche. Del surgimiento de un juego desvariado y violento a la dimensión del deporte moderno, globalizado y multiplicado. La cuna, la raíz o el hogar espiritual del fútbol tiene su germen. En el barrio londinense de Covent Garden, en la calle Long Acre número 81-82, en un típico bar de espíritu victoriano y decoración clásica, en seis reuniones se tejió el marco regulatorio del fútbol.


The Freemasons Arms es un sitio histórico, patrimonio mundial del fútbol. Cuando el bar estaba ubicado sobre la calle Great Queen y se llamaba Freemasons' Tavern se estableció el encuentro fundacional del deporte. Un incendio en la década del treinta consumió la sede construida en 1775: se mudaron a un edificio adyacente y lo rebautizaron. Hacia 1863 albergó las reuniones de doce miembros interesados en contribuir a la legislación de un juego desatado, confuso.

Porque existía y se jugaba en las zonas rurales del Reino Unido con riesgo latente de violencia. El fútbol -cuando no era todavía fútbol- simulaba un caos: un juego físico que engendraba un tumulto de indisciplinas sin prohibiciones, sin regulaciones, sin límites. Pero su potencialidad era perceptible. A comienzos de siglo, fue popularizándose entre los colegios privados de la capital británica. En 1840, estudiantes de la Universidad de Cambridge ensayaron el primer esbozo por redactar, concebir y unificar reglas prolijas. En el boceto ancestral del reglamento aún se podía agarrar la pelota con las manos.

Pero el primer texto con normas definitivas se firmó el 8 de diciembre de 1863, 44 días después del primer encuentro entre los representantes de sociedades pioneras del fútbol celebrado el 26 de octubre. En un bar vinculado a la organización masónica de Londres, se congregaron miembros del Forest FC, No Names (posteriormente Kilburn), Blackheath Proprietary School, Surbiton FC, Kensington School, Barnes FC, Crusaders, Perceval House, War Office (después Civil Service FC), Crystal Palace (no tiene relación con el club homónimo que juega actualmente en la Premier League) y Blackheath. Todos, hasta el momento, jugaban distintas versiones del fútbol.

La legislación se constituyó alrededor de la figura de Ebenezer Cobb Morley, inquieto abogado victoriano, capitán y fundador del Barnes Football Club en 1862. Escribió a Bell's Life, un diario de época, con la sugerencia de que el fútbol debía tener un manual de reglas básicas, así como el cricket se había organizado bajo las directivas del Marylebone Cricket Club (MCC), club y posterior fundación que fijó las reglas del tradicional deporte. Su carta coordinó una cita histórica. Morley lideró la comisión que diagramó en seis convenciones la estructura legal del fútbol hasta 1866 en el cargo de secretario honorario. Al año siguiente su puesto viró a presidente de la fundada Football Association (FA), el órgano rector vigente del fútbol profesional en Inglaterra.

La comisión quería delimitar con leyes un juego irreverente. El fútbol era un desconcierto y había que domesticarlo. Hubo posiciones encontradas. Los referentes del código Cambridge proponían suprimir la violencia, proveer orden y abolir el uso de las manos. En la reunión estaban quienes pretendían que el fútbol fuese más parecido al rugby, cuando el rugby tampoco existía en concepto de deporte. Blackheath, uno de los clubes representados, abogaba por la legalidad de las patadas, las zancadillas y las manos. El espíritu de sus ideas contrastaba con la lógica del encuentro: sus miembros se desprendieron o los expulsaron, y ochos años más tarde, en 1871, crearon la Federación Inglesa de Rugby.

Otros siete clubes y asociaciones declinaron a presentarse a los seis encuentros organizados por Morley. En el proceso de construcción del reglamento participaron doce instituciones, ante la declinación de Blackheath, quedaron once. En la sexta cita se terminó de edificar el reglamento básico del fútbol. El libro The Victorian Football Miscellany, de Paul Brown, dice: "El 26 de octubre de 1863 se celebró una reunión en Freemasons' Tavern con el propósito de formar una asociación para establecer un código de reglas definitivo para la regulación del fútbol".

Adoptaron el código de Cambridge de 1848 como modelo donde sentar las bases del deporte. Se acordaron catorce reglas medulares que denominaron "the Laws of the Game". Así quedaron establecidas cuáles serían las medidas mínimas de la cancha, qué equipo empezaría el partido (el sorteo), cómo sería la reanudación del juego después de un gol, en un lateral y en un saque de fondo, cuáles serían las acciones ilícitas y cuáles las sanciones por infracción. Se fijó, a su vez, la ley del fuera de juego, el uso indebido de las manos y hasta cómo debían ser los botines: "no se permiten clavos salientes, placas de hierro o gutaperchas (refuerzo de goma) en las suelas o tacones".

Ese 26 de octubre de 1863, un lunes por la noche, se fundó la Football Association en el primer congreso de capitanes, secretarios y representantes de clubes. Acordaron la suscripción anual de una guinea -moneda de oro británica, emitida desde 1663 hasta el final de las guerras napoleónicas-. A partir de la segunda reunión empezaron a formular sus reglas, con la discusión por la filosofía del juego y la objeción del Blackheath. Las catorce normas fueron publicadas por John Lillywhite de Seymour Street en un folleto que costaba un chelín y seis peniques.

El periodista Bryon Butler escribió en The Official Illustrated History of the FA Cup de 1991 la naturaleza del acuerdo. "La influencia temprana de la FA en el juego en general no fue dramática o generalizada. Su membresía era pequeña y su autoridad y leyes a menudo eran cuestionadas y algunas veces ignoradas. Pero sus motivos y ambiciones estaban tan honrosamente basadas ​​que, al igual que las ondas crecientes en un estanque inmóvil, su posición creció perceptiblemente. Fue un período de altos ideales y compromiso rápido".

La FA estaba ansiosa por ver en ejecución su nuevo formato. Del 8 al 19 de diciembre pasaron once días. El primer partido de fútbol moderno lo jugaron el Barnes FC de Morley contra el Richmond, un club que no había sido parte del proceso de fundación. Se disputó en el Limes Field del Barnes. Su resultado fue un enigmático 0 a 0. "'Se experimentó muy poca dificultad en cada equipo para jugar con las nuevas reglas, su simplicidad evitó que surgieran disputas', informó el Sporting Gazette. A pesar de este éxito, el partido fue aparentemente tan deslucido como podría sugerir el marcador", describió Brown en The Victorian Football Miscellany.

The Freemasons Arms no expone su condición histórico. En su fachada no hay ningún recuerdo que remita al hecho. Apenas en un pequeño cuadro en su interior, mezclado entre tantos otros, se vislumbra un botín antiguo, que percibe con nostalgia el lugar donde hace 155 años nacía el fútbol en calidad de deporte.

La reminiscencia vive en una pequeña placa ubicada sobre una columna en la calle Great Queen, donde se fundó el deporte y la organización y a una cuadra de la taberna actual. Ese humilde y simbólico cuadro aglutina el homenaje al nacimiento del fútbol. En letras doradas sobre un fondo negro y en celebración de los 150 años, el texto resume y reza: "La Football Association se formó tras una propuesta de Ebenezer Cobb Morley en Freemasons' Tavern, que se encontraba en este sitio. El juego moderno del fútbol nació en este día: 26 de octubre de 1863".

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