Cristiano se desbloquea con un doblete, Costa enloquece
Dejó atrás tres partidos de sequía y se estrenó en Italia con dos tantos. El Sassoulodio dio el susto en el descuento y el VAR expulsó a Douglas Costa por escupir a un rival.
Mirko Calemme
As
“Cristiano mañana marcará un gol”. Lo había dicho, Max Allegri, y, como le pasa a menudo, acertó: el anhelado primer gol bianconero de CR7 llegó al minuto 50 del partido con el Sassuolo, durante la que estaba siendo, quizás, su actuación más complicada con la Vecchia Signora. Al final acabó siendo la más bonita, con un doblete que cancela su sequía, que rompió en su cuarto partido y después de 28 remates a puerta. Exactamente como le ocurrió hace un año en el Madrid.
El técnico bianconero salió de inicio con Dybala, algo inesperado tras sus declaraciones de la víspera, en las que anunciaba que, pronto, la Joya habría vuelto a ser protagonista. Nadie pensaba que fuese ‘tan’ pronto, pero el argentino disputó una buena primera mitad, mostrando su talento y su calidad.
La Juve se instaló en la mitad de campo de sus rivales, pero le costaba romper su muro. En el 25’, por ejemplo, los defensas neroverdi desviaron dos remates en el área de Mandžukic y Dybala, y casi parecía que los de Allegri no encontrasen el hueco para mover el marcador.
Mientras, Cristiano se movía inquieto, y sus compañeros le buscaban como si compartiesen su agobio por ese “cero” que le perseguía. El Sassuolo le echó una mano: antes del descanso, Lirola casi marca un golazo en propia puerta con una estirada que neutralizó Consigli. En el 50’, en cambio, el regalo fue de Ferrari, que en otro intento de ‘autogol’ golpeó el palo con un inexplicable cabezazo. Ahí apareció Cristiano, que con una volea a puerta vacía se sacó su enorme peso de encima y enloqueció el Allianz Stadium, que por fin pudo corear su nombre.
No fue la única alegría de la tarde: en el tímido empeño de reacción de los neroverdi, con Boateng que no se rendía, Douglas Costa convirtió un saque de esquina en contra en un contragolpe letal, que perfeccionó Emre Can y finalizó CR7, con un zurdazo cruzado. El portugués hizo así el gol 400 de toda su carrera en ligas, sumando sus dianas en la Liga NOS, LaLiga, la Premier y la Serie A.
El exmadridista tuvo dos ocasiones claras más para completar hasta el hat-trick, pero las desperdició, desesperándose. Sin embargo, no fue esa la mancha de la perfecta tarde bianconera: en el 91’, durante la jugada que llevó al 2-1 del Sassuolo, firmado por Babacar con un cabezazo, Douglas Costa empezó a discutir con Di Francesco.
El brasileño antes le proporcionó un codazo a su rival y luego hasta le escupió claramente en la cara. El VAR no se perdió su horrible gesto y se lo comunicó al árbitro, que le expulsó. Fue la última, fea, imagen del partido, que enturbia el esperado estreno goleador de Cristiano en Italia y la marcha triunfal de la Juve. El equipo de Allegri sigue mandando en la Serie A con pleno de victorias y encontrando maneras para mejorarse: nunca, en su historia, había empezado dos ligas seguidas ganando en las primeras cuatro jornadas.
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“Cristiano mañana marcará un gol”. Lo había dicho, Max Allegri, y, como le pasa a menudo, acertó: el anhelado primer gol bianconero de CR7 llegó al minuto 50 del partido con el Sassuolo, durante la que estaba siendo, quizás, su actuación más complicada con la Vecchia Signora. Al final acabó siendo la más bonita, con un doblete que cancela su sequía, que rompió en su cuarto partido y después de 28 remates a puerta. Exactamente como le ocurrió hace un año en el Madrid.
El técnico bianconero salió de inicio con Dybala, algo inesperado tras sus declaraciones de la víspera, en las que anunciaba que, pronto, la Joya habría vuelto a ser protagonista. Nadie pensaba que fuese ‘tan’ pronto, pero el argentino disputó una buena primera mitad, mostrando su talento y su calidad.
La Juve se instaló en la mitad de campo de sus rivales, pero le costaba romper su muro. En el 25’, por ejemplo, los defensas neroverdi desviaron dos remates en el área de Mandžukic y Dybala, y casi parecía que los de Allegri no encontrasen el hueco para mover el marcador.
Mientras, Cristiano se movía inquieto, y sus compañeros le buscaban como si compartiesen su agobio por ese “cero” que le perseguía. El Sassuolo le echó una mano: antes del descanso, Lirola casi marca un golazo en propia puerta con una estirada que neutralizó Consigli. En el 50’, en cambio, el regalo fue de Ferrari, que en otro intento de ‘autogol’ golpeó el palo con un inexplicable cabezazo. Ahí apareció Cristiano, que con una volea a puerta vacía se sacó su enorme peso de encima y enloqueció el Allianz Stadium, que por fin pudo corear su nombre.
No fue la única alegría de la tarde: en el tímido empeño de reacción de los neroverdi, con Boateng que no se rendía, Douglas Costa convirtió un saque de esquina en contra en un contragolpe letal, que perfeccionó Emre Can y finalizó CR7, con un zurdazo cruzado. El portugués hizo así el gol 400 de toda su carrera en ligas, sumando sus dianas en la Liga NOS, LaLiga, la Premier y la Serie A.
El exmadridista tuvo dos ocasiones claras más para completar hasta el hat-trick, pero las desperdició, desesperándose. Sin embargo, no fue esa la mancha de la perfecta tarde bianconera: en el 91’, durante la jugada que llevó al 2-1 del Sassuolo, firmado por Babacar con un cabezazo, Douglas Costa empezó a discutir con Di Francesco.
El brasileño antes le proporcionó un codazo a su rival y luego hasta le escupió claramente en la cara. El VAR no se perdió su horrible gesto y se lo comunicó al árbitro, que le expulsó. Fue la última, fea, imagen del partido, que enturbia el esperado estreno goleador de Cristiano en Italia y la marcha triunfal de la Juve. El equipo de Allegri sigue mandando en la Serie A con pleno de victorias y encontrando maneras para mejorarse: nunca, en su historia, había empezado dos ligas seguidas ganando en las primeras cuatro jornadas.
