Un grupo de desconocidos tirotea la embajada de EE UU en Turquía
El ataque se produce en medio de una de las peores crisis diplomáticas entre Washington y Ankara
Andrés Mourenza
Estambul, El País
En medio de la tensión que se ha vivido en las últimas semanas entre Ankara y Washington y que ha provocado el desplome de la lira, la embajada de Estados Unidos en la capital turca ha sido tiroteada a primera hora del lunes por unos desconocidos que se dieron a la fuga. Desde un automóvil, los atacantes efectuaron 4 ó 5 disparos contra el edificio a las cinco de la mañana, hora local (una hora menos en España), y uno de ellos impactó en el cristal blindado de la garita de vigilancia, informó la cadena CNN-TÜRK. No hubo víctimas mortales ni heridos, según explicaron los medios turcos y confirmó una fuente policial a Reuters.
“Podemos confirmar que se produjo un incidente en la embajada de EE UU esta mañana. No hay información de que haya habido heridos y estamos investigando los detalles de lo ocurrido. Agradecemos a la Policía Nacional turca la rápida respuesta”, explicó el portavoz de la legación diplomática, David Gainer, al medio Hürriyet Daily News. La Policía ha movilizado a sus unidades en la capital para atrapar a los atacantes, que se han dado a la fuga, en un vehículo blanco del que, por el momento, se desconoce la matrícula.
No se trata del primer ataque a legaciones diplomáticas de EE UU en Turquía. El pasado marzo, un grupo de 4 personas de nacionalidad iraquí fue detenido mientras viajaba entre las localidades de Samsun y Ankara por planear un ataque contra la embajada estadounidense en nombre de la organización yihadista Estado Islámico. En 2013, un ciudadano turco vinculado al grupo armado de extrema izquierda DHKP-C se inmoló frente a la misma embajada matando a un guarda de seguridad e hiriendo a otras tres personas. Dos militantes de la misma organización tirotearon en agosto de 2015 el consulado estadounidense en Estambul. El consulado había sufrido otro ataque en 2008, cuando tres individuos se aproximaron al edificio y tirotearon a los policías que lo custodiaban. Murieron los atacantes y tres agentes turcos en un ataque del que las autoridades culparon a Al Qaeda.
Pero el tiroteo de este lunes llega en medio de una de las peores crisis diplomáticas entre Estados Unidos y Turquía, exacerbada por el voluble carácter de sus presidentes. El estadounidense Donald Trump exige a Ankara la inmediata liberación de un pastor evangélico detenido desde hace dos años, a lo que el turco Recep Tayyip Erdogan ha respondido que no será excarcelado a menos que la “justicia independiente” de Turquía así lo diga, pues se le acusa de terrorismo y espionaje.
Por ello Washington ha decretado sanciones contra los ministros turcos de Justicia e Interior y elevado los aranceles a la importación de aluminio y acero turcos, a lo que Ankara ha respondido con medidas similares. Pero la presión estadounidense ha infringido un duro golpe a una economía como la turca, muy dependiente de la financiación exterior y sobre la que ya planeaba la creciente desconfianza de los inversores. En lo que va de mes, la lira turca ha perdido un 25 % de su valor y aunque las medidas de liquidez y restricción de operaciones especulativas decretadas por las autoridades turcas han logrado contener las pérdidas, el futuro no se presenta halagüeño pues el pasado viernes las agencias de calificación Moody's y S&P redujeron aún más la nota de la deuda turca, ya desde hace tiempo a nivel de bono basura. El interés de los bonos a 2 y 5 años se han disparado a 24,53 % y 26,88 %, respectivamente, superando incluso a la deuda pública a 10 años (21,94 %), reflejo de que los mercados esperan más problemas en la economía turca a corto plazo que a largo. La moneda turca comenzó esta semana con pérdidas.
Turquía ha respondido a las amenazas de Trump con la advertencia de que buscará “nuevos aliados”, y ha emprendido una ofensiva diplomática para recabar el apoyo de Rusia y China (en cuyo mercado emitirá bonos denominados en yuanes y de la que recibirá un préstamo de 3.600 millones de dólares), así como de Catar, país con el que ha firmado un acuerdo por el que llegarán 15.000 millones de dólares en inversiones. Pero sobre todo, haciendo las paces con los países de la Unión Europea, con los que había mantenido varias disputas pero que siguen siendo, con mucho, los principales socios comerciales de Ankara y el principal origen de la inversión en Turquía.
Andrés Mourenza
Estambul, El País
En medio de la tensión que se ha vivido en las últimas semanas entre Ankara y Washington y que ha provocado el desplome de la lira, la embajada de Estados Unidos en la capital turca ha sido tiroteada a primera hora del lunes por unos desconocidos que se dieron a la fuga. Desde un automóvil, los atacantes efectuaron 4 ó 5 disparos contra el edificio a las cinco de la mañana, hora local (una hora menos en España), y uno de ellos impactó en el cristal blindado de la garita de vigilancia, informó la cadena CNN-TÜRK. No hubo víctimas mortales ni heridos, según explicaron los medios turcos y confirmó una fuente policial a Reuters.
“Podemos confirmar que se produjo un incidente en la embajada de EE UU esta mañana. No hay información de que haya habido heridos y estamos investigando los detalles de lo ocurrido. Agradecemos a la Policía Nacional turca la rápida respuesta”, explicó el portavoz de la legación diplomática, David Gainer, al medio Hürriyet Daily News. La Policía ha movilizado a sus unidades en la capital para atrapar a los atacantes, que se han dado a la fuga, en un vehículo blanco del que, por el momento, se desconoce la matrícula.
No se trata del primer ataque a legaciones diplomáticas de EE UU en Turquía. El pasado marzo, un grupo de 4 personas de nacionalidad iraquí fue detenido mientras viajaba entre las localidades de Samsun y Ankara por planear un ataque contra la embajada estadounidense en nombre de la organización yihadista Estado Islámico. En 2013, un ciudadano turco vinculado al grupo armado de extrema izquierda DHKP-C se inmoló frente a la misma embajada matando a un guarda de seguridad e hiriendo a otras tres personas. Dos militantes de la misma organización tirotearon en agosto de 2015 el consulado estadounidense en Estambul. El consulado había sufrido otro ataque en 2008, cuando tres individuos se aproximaron al edificio y tirotearon a los policías que lo custodiaban. Murieron los atacantes y tres agentes turcos en un ataque del que las autoridades culparon a Al Qaeda.
Pero el tiroteo de este lunes llega en medio de una de las peores crisis diplomáticas entre Estados Unidos y Turquía, exacerbada por el voluble carácter de sus presidentes. El estadounidense Donald Trump exige a Ankara la inmediata liberación de un pastor evangélico detenido desde hace dos años, a lo que el turco Recep Tayyip Erdogan ha respondido que no será excarcelado a menos que la “justicia independiente” de Turquía así lo diga, pues se le acusa de terrorismo y espionaje.
Por ello Washington ha decretado sanciones contra los ministros turcos de Justicia e Interior y elevado los aranceles a la importación de aluminio y acero turcos, a lo que Ankara ha respondido con medidas similares. Pero la presión estadounidense ha infringido un duro golpe a una economía como la turca, muy dependiente de la financiación exterior y sobre la que ya planeaba la creciente desconfianza de los inversores. En lo que va de mes, la lira turca ha perdido un 25 % de su valor y aunque las medidas de liquidez y restricción de operaciones especulativas decretadas por las autoridades turcas han logrado contener las pérdidas, el futuro no se presenta halagüeño pues el pasado viernes las agencias de calificación Moody's y S&P redujeron aún más la nota de la deuda turca, ya desde hace tiempo a nivel de bono basura. El interés de los bonos a 2 y 5 años se han disparado a 24,53 % y 26,88 %, respectivamente, superando incluso a la deuda pública a 10 años (21,94 %), reflejo de que los mercados esperan más problemas en la economía turca a corto plazo que a largo. La moneda turca comenzó esta semana con pérdidas.
Turquía ha respondido a las amenazas de Trump con la advertencia de que buscará “nuevos aliados”, y ha emprendido una ofensiva diplomática para recabar el apoyo de Rusia y China (en cuyo mercado emitirá bonos denominados en yuanes y de la que recibirá un préstamo de 3.600 millones de dólares), así como de Catar, país con el que ha firmado un acuerdo por el que llegarán 15.000 millones de dólares en inversiones. Pero sobre todo, haciendo las paces con los países de la Unión Europea, con los que había mantenido varias disputas pero que siguen siendo, con mucho, los principales socios comerciales de Ankara y el principal origen de la inversión en Turquía.