Trump cancela el desfile militar en Washington por el elevado coste
El presidente culpa al Ayuntamiento de la capital y deja en el aire que la exhibición se celebre en 2019
Joan Faus
Washington, El País
Los sueños de exhibición militar de Donald Trump deberán esperar. El Pentágono anunció el jueves por la noche que pospone hasta 2019 el desfile de las Fuerzas Armadas en Washington previsto para el próximo noviembre. El Departamento de Defensa no explicó el motivo del retraso ni dio una nueva fecha, pero este viernes el presidente estadounidense culpó a la ciudad de Washington y dejó en el aire que la exhibición llegue a celebrarse el próximo año. “Cuando les preguntamos por un precio para acoger nuestro gran desfile de celebración militar, querían una cifra ridículamente tan alta que lo cancelé”, escribió el republicano en Twitter.
Trump no dio ninguna prueba que avale sus quejas. El anuncio del Pentágono llegó pocas horas después de que se filtrara que el desfile iba a costar 80 millones de dólares más de lo previsto inicialmente, hasta los 92 millones, según explicó a la cadena CNBC un funcionario militar. Casi todo el monto correspondía a gastos de los Departamentos de Defensa y de Seguridad Nacional, no de la ciudad de Washington. De hecho, la alcaldesa de Washington DC, la demócrata Muriel Bowser, respondió al tuit de Trump asegurando que el coste iba a rondar los 21,6 millones de dólares. Esa cantidad sería reembolsada por el Gobierno federal. La Casa Blanca no contactó al Ayuntamiento hasta el pasado martes para hablar de costes logísticos, según The Washington Post.
“Quizá hagamos algo el próximo año en DC [en alusión a Washington] cuando los costes se reduzcan mucho”, señaló Trump. Y alardeó sobre los efectos de la cancelación: “¡Ahora podemos comprar más cazas de combate!”. El mandatario explicó que asistirá a una celebración militar ya prevista en una base aérea a las afueras de Washington y viajará a París el 11 de noviembre para presenciar un desfile militar de conmemoración del centenario del fin de la Primera Guerra Mundial.
Todo empezó en París para Trump. El desfile era un deseo personal suyo. El presidente estadounidense quedó tan impresionado de la exhibición militar que presenció el 14 de julio de 2017 en París, con motivo de la Fiesta Nacional de Francia, que pidió al Pentágono que estudiara replicarlo en las calles de Washington. Trump, obsesionado en proyectar fortaleza, no esconde su orgullo por el poderío militar de Estados Unidos y le gusta alardear de ello.
Este país no acoge un desfile de ese tipo desde el celebrado en la capital en 1991 tras la Guerra del Golfo. Desde entonces, EE UU se ha embarcado en guerras sin fin ni victoria aparente, como la de Afganistán. El deseo de celebración también se ha visto diluido por el enorme coste que conllevan ese tipo de desfiles y la pretensión de evitar una exhibición arrogante.
“El Departamento de Defensa y la Casa Blanca han estado planificando un desfile en honor de los veteranos militares de Estados Unidos y para conmemorar el centenario de la Primera Guerra Mundial. Originalmente apuntamos al 10 de noviembre de 2018 para este evento, pero ahora hemos acordado explorar oportunidades en 2019”, señaló en un comunicado el portavoz del Pentágono Rob Manning.
El proyecto estaba desde un principio envuelto en la polémica por ser un capricho de Trump, que podía aparentar un deseo propagandístico del poderío bélico de la primera potencia mundial. También se temía por su elevado coste. Más aún después de que el presidente se jactara de haber cancelado unos ejercicios militares conjuntos entre EE UU y Corea del Sur porque, entre otros motivos, costaban “una cantidad tremenda de dinero”: 14 millones de dólares.
Estaba previsto que el desfile incluyera representantes de las cinco ramas del Ejército y una exhibición de cazas de combate. Se iba a evitar un despliegue de tanques de combate por temor a dañar las calles de Washington.
Joan Faus
Washington, El País
Los sueños de exhibición militar de Donald Trump deberán esperar. El Pentágono anunció el jueves por la noche que pospone hasta 2019 el desfile de las Fuerzas Armadas en Washington previsto para el próximo noviembre. El Departamento de Defensa no explicó el motivo del retraso ni dio una nueva fecha, pero este viernes el presidente estadounidense culpó a la ciudad de Washington y dejó en el aire que la exhibición llegue a celebrarse el próximo año. “Cuando les preguntamos por un precio para acoger nuestro gran desfile de celebración militar, querían una cifra ridículamente tan alta que lo cancelé”, escribió el republicano en Twitter.
Trump no dio ninguna prueba que avale sus quejas. El anuncio del Pentágono llegó pocas horas después de que se filtrara que el desfile iba a costar 80 millones de dólares más de lo previsto inicialmente, hasta los 92 millones, según explicó a la cadena CNBC un funcionario militar. Casi todo el monto correspondía a gastos de los Departamentos de Defensa y de Seguridad Nacional, no de la ciudad de Washington. De hecho, la alcaldesa de Washington DC, la demócrata Muriel Bowser, respondió al tuit de Trump asegurando que el coste iba a rondar los 21,6 millones de dólares. Esa cantidad sería reembolsada por el Gobierno federal. La Casa Blanca no contactó al Ayuntamiento hasta el pasado martes para hablar de costes logísticos, según The Washington Post.
“Quizá hagamos algo el próximo año en DC [en alusión a Washington] cuando los costes se reduzcan mucho”, señaló Trump. Y alardeó sobre los efectos de la cancelación: “¡Ahora podemos comprar más cazas de combate!”. El mandatario explicó que asistirá a una celebración militar ya prevista en una base aérea a las afueras de Washington y viajará a París el 11 de noviembre para presenciar un desfile militar de conmemoración del centenario del fin de la Primera Guerra Mundial.
Todo empezó en París para Trump. El desfile era un deseo personal suyo. El presidente estadounidense quedó tan impresionado de la exhibición militar que presenció el 14 de julio de 2017 en París, con motivo de la Fiesta Nacional de Francia, que pidió al Pentágono que estudiara replicarlo en las calles de Washington. Trump, obsesionado en proyectar fortaleza, no esconde su orgullo por el poderío militar de Estados Unidos y le gusta alardear de ello.
Este país no acoge un desfile de ese tipo desde el celebrado en la capital en 1991 tras la Guerra del Golfo. Desde entonces, EE UU se ha embarcado en guerras sin fin ni victoria aparente, como la de Afganistán. El deseo de celebración también se ha visto diluido por el enorme coste que conllevan ese tipo de desfiles y la pretensión de evitar una exhibición arrogante.
“El Departamento de Defensa y la Casa Blanca han estado planificando un desfile en honor de los veteranos militares de Estados Unidos y para conmemorar el centenario de la Primera Guerra Mundial. Originalmente apuntamos al 10 de noviembre de 2018 para este evento, pero ahora hemos acordado explorar oportunidades en 2019”, señaló en un comunicado el portavoz del Pentágono Rob Manning.
El proyecto estaba desde un principio envuelto en la polémica por ser un capricho de Trump, que podía aparentar un deseo propagandístico del poderío bélico de la primera potencia mundial. También se temía por su elevado coste. Más aún después de que el presidente se jactara de haber cancelado unos ejercicios militares conjuntos entre EE UU y Corea del Sur porque, entre otros motivos, costaban “una cantidad tremenda de dinero”: 14 millones de dólares.
Estaba previsto que el desfile incluyera representantes de las cinco ramas del Ejército y una exhibición de cazas de combate. Se iba a evitar un despliegue de tanques de combate por temor a dañar las calles de Washington.