Putin, obligado a suavizar la impopular reforma de las pensiones
El presidente ruso reduce la edad de jubilación para las mujeres a los 60 años, en vez de los 63 que contemplaba el proyecto inicial
Rodrigo Fernández
Moscú, El País
El masivo rechazo al aumento de la edad de jubilación en Rusia ha obligado al presidente Vladímir Putin a dar un inusual mensaje televisivo nacional en el que anunció una serie de medidas para suavizar la redacción de la ley de reforma de las pensiones que ya fue aprobada en primera lectura. Esta impopular medida, que desencadenó manifestaciones y un descenso en su popularidad, elevaba la edad para jubilarse de los actuales 55 años a 63 para las mujeres y de 60 a 65 para los hombres.
Contra lo que propone el proyecto del Ejecutivo, Putin ha anunciado que se eliminará la injusticia de alargar, en el caso de las mujeres, la edad de la jubilación en ocho años frente a los cinco de los hombres, con lo que ellas podrán jubilarse a los 60. También explicó una serie de medidas para las madres de familias numerosas que con 3 o 4 hijos podrán retirarse 3 o 4 años antes respectivamente, mientras el plazo seguirá siendo de 55 años para que las que tienen 5 o más hijos. La jubilación para los hombres se mantiene sin cambios.
Sin embargo, el líder ruso defendió la reforma del sistema porque, en sus palabras "el asunto no se podía posponer más". Tarde o temprano, ha proseguido, la reforma de las pensiones era algo que tenía que acometer el Estado si bien "cuanto más tarde, más duras serán las decisiones" ya que se perderá la posibilidad de contar con un período de transición.
Putin propuso también, entre otras medidas, modificar las actuales leyes para poder imponer castigos administrativos o penales a los empresarios que decidan echar a sus trabajadores en el período de prejubilación (a partir de cinco años antes de la edad en que la persona debe jubilarse) o que se nieguen a contratar a personal en función de su edad. Al mismo tiempo, considera que debe haber estímulos (tributarios, por ejemplo) para los que contraten a empleados en el periodo de prejubilación y mantener los beneficios fiscales y las subvenciones para los jubilados a partir de las edades contempladas en la legislación actual.. "Se trata de cosas muy importantes para la gente. Tales como el transporte público gratuito, subvenciones para los servicios comunitarios, las reformas de vivienda, la gasificación, la compra de medicamentos y otros", dijo.
El primer ministro, Dmitri Medvédev, anunció inmediatamente después de la intervención de Putin que las medidas propuestas por el presidente deben ser introducidas lo más rápido posible y dio las instrucciones respectivas a los ministros concernidos.
La inmensa mayoría de la población rechaza la actual redacción de ley que reforma el sistema de jubilación y que todavía está en discusión en el Parlamento. De hecho, Putin, que no mencionó el tema durante su campaña de reelección en marzo, vio su popularidad caer del 80% en mayo al 64% en junio, según el centro de estudios de opinión VTsIOM.
Incluso partidos con representación parlamentaria, generalmente leales al Kremlin, como el Comunista y Rusia Justa, se han pronunciado en contra de esa reforma y han organizado actos públicos en su contra. Naturalmente, la oposición extraparlamentaria se ha movilizado en contra de estos planes gubernamentales.
El opositor Alexéi Navalni –que el lunes pasado fue condenado pasado a 30 días de prisión-- llamó incluso a realizar una manifestación el 9 de septiembre, día en que se celebran elecciones locales y municipales en una serie de regiones de Rusia, incluida Moscú. Ahora está por ver si los seguidores de Navalni continuarán con los planes de protestas para esa jornada, ignorando la suavización de la ley de pensiones anunciada por Putin y la neutralización, tras las rejas, del líder opositor.
Rodrigo Fernández
Moscú, El País
El masivo rechazo al aumento de la edad de jubilación en Rusia ha obligado al presidente Vladímir Putin a dar un inusual mensaje televisivo nacional en el que anunció una serie de medidas para suavizar la redacción de la ley de reforma de las pensiones que ya fue aprobada en primera lectura. Esta impopular medida, que desencadenó manifestaciones y un descenso en su popularidad, elevaba la edad para jubilarse de los actuales 55 años a 63 para las mujeres y de 60 a 65 para los hombres.
Contra lo que propone el proyecto del Ejecutivo, Putin ha anunciado que se eliminará la injusticia de alargar, en el caso de las mujeres, la edad de la jubilación en ocho años frente a los cinco de los hombres, con lo que ellas podrán jubilarse a los 60. También explicó una serie de medidas para las madres de familias numerosas que con 3 o 4 hijos podrán retirarse 3 o 4 años antes respectivamente, mientras el plazo seguirá siendo de 55 años para que las que tienen 5 o más hijos. La jubilación para los hombres se mantiene sin cambios.
Sin embargo, el líder ruso defendió la reforma del sistema porque, en sus palabras "el asunto no se podía posponer más". Tarde o temprano, ha proseguido, la reforma de las pensiones era algo que tenía que acometer el Estado si bien "cuanto más tarde, más duras serán las decisiones" ya que se perderá la posibilidad de contar con un período de transición.
Putin propuso también, entre otras medidas, modificar las actuales leyes para poder imponer castigos administrativos o penales a los empresarios que decidan echar a sus trabajadores en el período de prejubilación (a partir de cinco años antes de la edad en que la persona debe jubilarse) o que se nieguen a contratar a personal en función de su edad. Al mismo tiempo, considera que debe haber estímulos (tributarios, por ejemplo) para los que contraten a empleados en el periodo de prejubilación y mantener los beneficios fiscales y las subvenciones para los jubilados a partir de las edades contempladas en la legislación actual.. "Se trata de cosas muy importantes para la gente. Tales como el transporte público gratuito, subvenciones para los servicios comunitarios, las reformas de vivienda, la gasificación, la compra de medicamentos y otros", dijo.
El primer ministro, Dmitri Medvédev, anunció inmediatamente después de la intervención de Putin que las medidas propuestas por el presidente deben ser introducidas lo más rápido posible y dio las instrucciones respectivas a los ministros concernidos.
La inmensa mayoría de la población rechaza la actual redacción de ley que reforma el sistema de jubilación y que todavía está en discusión en el Parlamento. De hecho, Putin, que no mencionó el tema durante su campaña de reelección en marzo, vio su popularidad caer del 80% en mayo al 64% en junio, según el centro de estudios de opinión VTsIOM.
Incluso partidos con representación parlamentaria, generalmente leales al Kremlin, como el Comunista y Rusia Justa, se han pronunciado en contra de esa reforma y han organizado actos públicos en su contra. Naturalmente, la oposición extraparlamentaria se ha movilizado en contra de estos planes gubernamentales.
El opositor Alexéi Navalni –que el lunes pasado fue condenado pasado a 30 días de prisión-- llamó incluso a realizar una manifestación el 9 de septiembre, día en que se celebran elecciones locales y municipales en una serie de regiones de Rusia, incluida Moscú. Ahora está por ver si los seguidores de Navalni continuarán con los planes de protestas para esa jornada, ignorando la suavización de la ley de pensiones anunciada por Putin y la neutralización, tras las rejas, del líder opositor.