Detienen a la vicepresidenta del Tribunal Supremo de Kenia por corrupción
Kenia, AFP
La vicepresidenta del Tribunal Supremo de Kenia, Philomena Mwilu, fue detenida hoy por un supuesto caso de corrupción y será interrogada por la Policía, informan medios locales.
La magistrada, arrestada en la sede del Tribunal en Nairobi, se enfrenta a “numerosos cargos de robo, abuso de cargo y evasión de impuestos“, según el periódico local Daily Nation, que lleva meses investigando este caso.
De acuerdo con fuentes citadas por este medio, las investigaciones contra Mwilu habrían comenzado tras esa evasión de impuestos y el supuesto movimiento de grandes sumas de dinero en diversas cuentas bancarias, transacciones posiblemente relacionadas con el colapso del banco keniano Imperial Bank.
El Banco Central de Kenia (CBK) designó a la Corporación de Seguros de Depósitos de Kenia (KDIC) como síndico del Imperial Bank en octubre de 2015, justo después de su derrumbe y de que se filtrara que habrían desaparecido 34.000 millones de chelines (unos 288 millones de euros) en depósitos de accionistas.
Los investigadores entonces se centraron en los directivos de esta entidad, así como en diversos funcionarios del CBK, a quienes consideraron posibles sospechosos.
“En los últimos meses se han llevado a cabo esfuerzos concertados para luchar contra la corrupción y los delitos económicos en el país, que niegan gravemente la provisión de las necesidades básicas a la ciudadanía y afectan al desarrollo”, afirmó hoy la Fiscalía en su cuenta de Twitter.
El fiscal general de esta nación del África oriental, Noordin Haji, aseguró que “muchos otros casos están siendo investigados y muchos más están siendo evaluados por mi departamento” y que “los kenianos deberían esperar nuevas investigaciones y acusaciones con regularidad”.
El arresto de un cargo judicial tan alto no cuenta con precedentes en la historia de Kenia y supone la culminación de meses de investigación policial con el propósito de paliar la corrupción presente en el Poder Judicial.
El pasado junio, el presidente del Tribunal Supremo, David Maraga, ya advirtió de que no habría tregua para los funcionarios corruptos.
“Sepa que está solo si es corrupto y no espere simpatía, misericordia ni protección de mi oficina“, advirtió.
La corrupción es uno de los principales problemas de Kenia, situada en el puesto 143 (de 180) en la última edición del índice de percepción de la corrupción que elabora anualmente Transparencia Internacional (TI).
El presidente del país, Uhuru Kenyatta, ha iniciado una campaña pública con la que quiere demostrar el compromiso de su Gobierno con la lucha contra la corrupción, especialmente después del escándalo que supuso la detención de varios funcionarios y empresarios vinculados a la supuesta malversación de 76 millones de euros de una entidad pública.
La vicepresidenta del Tribunal Supremo de Kenia, Philomena Mwilu, fue detenida hoy por un supuesto caso de corrupción y será interrogada por la Policía, informan medios locales.
La magistrada, arrestada en la sede del Tribunal en Nairobi, se enfrenta a “numerosos cargos de robo, abuso de cargo y evasión de impuestos“, según el periódico local Daily Nation, que lleva meses investigando este caso.
De acuerdo con fuentes citadas por este medio, las investigaciones contra Mwilu habrían comenzado tras esa evasión de impuestos y el supuesto movimiento de grandes sumas de dinero en diversas cuentas bancarias, transacciones posiblemente relacionadas con el colapso del banco keniano Imperial Bank.
El Banco Central de Kenia (CBK) designó a la Corporación de Seguros de Depósitos de Kenia (KDIC) como síndico del Imperial Bank en octubre de 2015, justo después de su derrumbe y de que se filtrara que habrían desaparecido 34.000 millones de chelines (unos 288 millones de euros) en depósitos de accionistas.
Los investigadores entonces se centraron en los directivos de esta entidad, así como en diversos funcionarios del CBK, a quienes consideraron posibles sospechosos.
“En los últimos meses se han llevado a cabo esfuerzos concertados para luchar contra la corrupción y los delitos económicos en el país, que niegan gravemente la provisión de las necesidades básicas a la ciudadanía y afectan al desarrollo”, afirmó hoy la Fiscalía en su cuenta de Twitter.
El fiscal general de esta nación del África oriental, Noordin Haji, aseguró que “muchos otros casos están siendo investigados y muchos más están siendo evaluados por mi departamento” y que “los kenianos deberían esperar nuevas investigaciones y acusaciones con regularidad”.
El arresto de un cargo judicial tan alto no cuenta con precedentes en la historia de Kenia y supone la culminación de meses de investigación policial con el propósito de paliar la corrupción presente en el Poder Judicial.
El pasado junio, el presidente del Tribunal Supremo, David Maraga, ya advirtió de que no habría tregua para los funcionarios corruptos.
“Sepa que está solo si es corrupto y no espere simpatía, misericordia ni protección de mi oficina“, advirtió.
La corrupción es uno de los principales problemas de Kenia, situada en el puesto 143 (de 180) en la última edición del índice de percepción de la corrupción que elabora anualmente Transparencia Internacional (TI).
El presidente del país, Uhuru Kenyatta, ha iniciado una campaña pública con la que quiere demostrar el compromiso de su Gobierno con la lucha contra la corrupción, especialmente después del escándalo que supuso la detención de varios funcionarios y empresarios vinculados a la supuesta malversación de 76 millones de euros de una entidad pública.