Trump vuelve a contradecir sobre Rusia a su director de inteligencia
El presidente responde que no cree que Estados Unidos siga siendo objetivo de injerencia política por parte del Kremlin
Amanda Mars
Washington, El País
El presidente de EE. UU., Donald Trump, acepta a regañadientes la conclusión de los servicios de inteligencia de que Rusia interfirió en las elecciones de 2016 través de una campaña de propaganda y ciberataques que buscaba favorecer su victoria frente a la demócrata Hillary Clinton. Este miércoles, un día después de haber tratado de matizar su rueda de prensa del lunes en Helsinki -cuando equiparó la palabra del Kremlin con la de sus agencias de inteligencia y el departamento de Justicia- volvió a contradecir a su equipo al afirmar que Estados Unidos ya no es objetivo de Moscú.
Lo hizo durante una reunión con su gabinete, cuando un periodista le preguntó si cree que Rusia sigue tratando de interferir en la política estadounidense, a lo que respondió con un escueto pero rotundo “no”. Esa negativa contradice la versión del director de Inteligencia Nacional, Dan Coats, quien ha advertido de que los riesgos de injerencia por parte de Moscú siguen presentes, y contrasta también con las propias palabras del presidente del día anterior, cuando aseguró que su Gobierno trabajaba en que semejante interferencia no volviera a ocurrir en las elecciones legislativas del próximo noviembre.
Trump se dirigió a la prensa este martes, tras la cumbre con Vladímir Putin del lunes en Helsinki, ante el alud de críticas recibidos por parte de los propios republicanos por sus palabras de aquella cita, en las que cuestionaba la credibilidad de los servicios de inteligencia de su país. "Mi gente, Dan Coats [director nacional de Inteligencia] y otros, vinieron a mí y me dijeron que creían que era Rusia. El presidente Putin dice que no es Rusia. Le diré que no veo ninguna razón por la que debería serlo”, había comentado en la rueda de prensa junto a Putin.
El presidente apuntó al día siguiente que se trataba de un lapsus y que sí creía la versión de la injerencia. Este miércoles, con una nueva discrepancia respecto a Coats, mostró que sigue con sus dudas respecto a los servicios de inteligencia.
Amanda Mars
Washington, El País
El presidente de EE. UU., Donald Trump, acepta a regañadientes la conclusión de los servicios de inteligencia de que Rusia interfirió en las elecciones de 2016 través de una campaña de propaganda y ciberataques que buscaba favorecer su victoria frente a la demócrata Hillary Clinton. Este miércoles, un día después de haber tratado de matizar su rueda de prensa del lunes en Helsinki -cuando equiparó la palabra del Kremlin con la de sus agencias de inteligencia y el departamento de Justicia- volvió a contradecir a su equipo al afirmar que Estados Unidos ya no es objetivo de Moscú.
Lo hizo durante una reunión con su gabinete, cuando un periodista le preguntó si cree que Rusia sigue tratando de interferir en la política estadounidense, a lo que respondió con un escueto pero rotundo “no”. Esa negativa contradice la versión del director de Inteligencia Nacional, Dan Coats, quien ha advertido de que los riesgos de injerencia por parte de Moscú siguen presentes, y contrasta también con las propias palabras del presidente del día anterior, cuando aseguró que su Gobierno trabajaba en que semejante interferencia no volviera a ocurrir en las elecciones legislativas del próximo noviembre.
Trump se dirigió a la prensa este martes, tras la cumbre con Vladímir Putin del lunes en Helsinki, ante el alud de críticas recibidos por parte de los propios republicanos por sus palabras de aquella cita, en las que cuestionaba la credibilidad de los servicios de inteligencia de su país. "Mi gente, Dan Coats [director nacional de Inteligencia] y otros, vinieron a mí y me dijeron que creían que era Rusia. El presidente Putin dice que no es Rusia. Le diré que no veo ninguna razón por la que debería serlo”, había comentado en la rueda de prensa junto a Putin.
El presidente apuntó al día siguiente que se trataba de un lapsus y que sí creía la versión de la injerencia. Este miércoles, con una nueva discrepancia respecto a Coats, mostró que sigue con sus dudas respecto a los servicios de inteligencia.