Muere la británica intoxicada con el mismo agente nervioso que Skripal
El hombre, quien también estuvo expuesto al agente nervioso, sigue en estado grave
Pablo Guimón
Londres, El País
La policía británica ha abierto una investigación por asesinato después de que la mujer expuesta al agente nervioso Novichok en el condado de Wiltshire falleciera este domingo. Dawn Sturgess, de 44 años, ingresó en estado crítico en el hospital el pasado 30 de junio junto a su pareja, Charlie Rowley, de 45 años, que continúa hospitalizado. Ambos fueron hallados inconscientes en un domicilio de Amesbury, a solo 13 kilómetros de Salisbury, localidad inglesa en la que hace cuatro meses fueron envenenados el exespía ruso Serguéi Skripal y su hija Yulia, con el mismo agente nervioso de fabricación rusa, en un incidente que el Gobierno británico atribuye a Moscú.
“Estoy impactada y conmocionada por la muerte de Dawn Sturgess, y mis pensamientos y condolencias van con su familia y sus seres queridos”, ha dicho la primera ministra, Theresa May. “La policía y las fuerzas de seguridad están trabajando con urgencia para determinar los hechos de este incidente, que ahora está siendo investigado como asesinato. El Gobierno está comprometido a proporcionar su total apoyo a la comunidad local mientras se enfrenta a esta tragedia”.
La investigación, liderada por la unidad antiterrorista de la policía, que ha desplegado a un centenar de agentes, todavía trata de determinar cómo fueron expuestos a la sustancia tóxica Rowley y Sturgess, madre de tres hijos. Hasta ahora han confirmado que fueron intoxicados al tocar con las manos un objeto contaminado, y no creen que fueran objeto de un ataque deliberado. “Tras las nuevas pruebas llevadas a cabo con muestras de los pacientes, ahora sabemos que estuvieron expuestos al agente nervioso después de manipular un objeto contaminado", dijo la policía de Londres en un comunicado. El sábado, recibió el alta un agente de policía que había ingresado en el hospital con temor a haber sido intoxicado también.
El ministro del Interior, Sajid Javid, pidió el jueves explicaciones a Rusia por el envenenamiento de Rowley y Sturgess, cuatro meses después de que el Gobierno culpara a Moscú del ataque contra los Skripal. “Es completamente inaceptable que nuestra gente sea un objetivo, deliberado o accidental, o que nuestras calles, parques o ciudades sean vertederos de veneno”, dijo Javid. “Es hora de que el Estado ruso dé un paso adelante y explique exactamente lo que ha sucedido”.
El exagente ruso Serguéi Skripal, que recibió asilo en Reino Unido tras ser liberado en un intercambio de espías en 2010, y su hija Yulia fueron tratados durante semanas por el envenenamiento con un agente nervioso, antes de recibir el alta médica. El Gobierno británico identificó la sustancia a la que fueron expuestos como perteneciente a la familia de armas químicas de fabricación rusa conocida como Novichok, y acusó directamente a Moscú del ataque. La investigación por el ataque a los Skripal sigue abierta. El incidente desató una grave crisis diplomática entre Londres y Moscú, con una oleada de expulsiones cruzadas de diplomáticos, a la que se sumaron los principales aliados occidentales de Reino Unido.
El Kremlin ha negado, como hizo tras el ataque a los Skripal, cualquier implicación con el envenenamiento de Rowley y Sturgess, que considera “profundamente preocupante”, y pidió a las autoridades británicas que no incurran en "juegos políticos sucios" al relacionar el envenenamiento con el caso de los Skripal.
Pablo Guimón
Londres, El País
La policía británica ha abierto una investigación por asesinato después de que la mujer expuesta al agente nervioso Novichok en el condado de Wiltshire falleciera este domingo. Dawn Sturgess, de 44 años, ingresó en estado crítico en el hospital el pasado 30 de junio junto a su pareja, Charlie Rowley, de 45 años, que continúa hospitalizado. Ambos fueron hallados inconscientes en un domicilio de Amesbury, a solo 13 kilómetros de Salisbury, localidad inglesa en la que hace cuatro meses fueron envenenados el exespía ruso Serguéi Skripal y su hija Yulia, con el mismo agente nervioso de fabricación rusa, en un incidente que el Gobierno británico atribuye a Moscú.
“Estoy impactada y conmocionada por la muerte de Dawn Sturgess, y mis pensamientos y condolencias van con su familia y sus seres queridos”, ha dicho la primera ministra, Theresa May. “La policía y las fuerzas de seguridad están trabajando con urgencia para determinar los hechos de este incidente, que ahora está siendo investigado como asesinato. El Gobierno está comprometido a proporcionar su total apoyo a la comunidad local mientras se enfrenta a esta tragedia”.
La investigación, liderada por la unidad antiterrorista de la policía, que ha desplegado a un centenar de agentes, todavía trata de determinar cómo fueron expuestos a la sustancia tóxica Rowley y Sturgess, madre de tres hijos. Hasta ahora han confirmado que fueron intoxicados al tocar con las manos un objeto contaminado, y no creen que fueran objeto de un ataque deliberado. “Tras las nuevas pruebas llevadas a cabo con muestras de los pacientes, ahora sabemos que estuvieron expuestos al agente nervioso después de manipular un objeto contaminado", dijo la policía de Londres en un comunicado. El sábado, recibió el alta un agente de policía que había ingresado en el hospital con temor a haber sido intoxicado también.
El ministro del Interior, Sajid Javid, pidió el jueves explicaciones a Rusia por el envenenamiento de Rowley y Sturgess, cuatro meses después de que el Gobierno culpara a Moscú del ataque contra los Skripal. “Es completamente inaceptable que nuestra gente sea un objetivo, deliberado o accidental, o que nuestras calles, parques o ciudades sean vertederos de veneno”, dijo Javid. “Es hora de que el Estado ruso dé un paso adelante y explique exactamente lo que ha sucedido”.
El exagente ruso Serguéi Skripal, que recibió asilo en Reino Unido tras ser liberado en un intercambio de espías en 2010, y su hija Yulia fueron tratados durante semanas por el envenenamiento con un agente nervioso, antes de recibir el alta médica. El Gobierno británico identificó la sustancia a la que fueron expuestos como perteneciente a la familia de armas químicas de fabricación rusa conocida como Novichok, y acusó directamente a Moscú del ataque. La investigación por el ataque a los Skripal sigue abierta. El incidente desató una grave crisis diplomática entre Londres y Moscú, con una oleada de expulsiones cruzadas de diplomáticos, a la que se sumaron los principales aliados occidentales de Reino Unido.
El Kremlin ha negado, como hizo tras el ataque a los Skripal, cualquier implicación con el envenenamiento de Rowley y Sturgess, que considera “profundamente preocupante”, y pidió a las autoridades británicas que no incurran en "juegos políticos sucios" al relacionar el envenenamiento con el caso de los Skripal.