La OEA aprueba una resolución que exhorta a Nicaragua a adelantar las presidenciales
El texto respaldado por una amplia mayoría exige el "desmantelamiento de los grupos parapoliciales"
Antonia Laborde
Washington, El País
La presión de la Organización de Estados Americanos (OEA) sobre Nicaragua es cada vez mayor y más concreta. El organismo aprobó este miércoles una resolución que exhorta al gobierno de Daniel Ortega a que adelante las elecciones presidenciales para marzo de 2019, una propuesta que defiende la Iglesia Católica. El documento fue respaldado por 21 de los 34 Estados Miembros. Nicaragua, Venezuela y San Vicente y las Granadinas votaron en contra de la propuesta y otros siete países se abstuvieron.
Con un pequeño grupo de manifestantes fuera del edificio de la OEA, en Washington, y con casi una hora de retraso, el Consejo Permanente votó en una sesión extraordinaria la resolución presentada el viernes por Estados Unidos, Argentina, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica y Perú. El texto exhorta al Gobierno del país centroamericano a que “apoye un calendario electoral acordado conjuntamente en el contexto del proceso de Diálogo Nacional”. La Conferencia Episcopal, miembro del llamado Diálogo Nacional, ha propuesto adelantar las elecciones generales para el 29 de marzo de 2019 -dos años antes de lo previsto- sin posibilidad de que Ortega se presente. El objetivo es superar la sangrienta crisis que atraviesa el país y que se ha cobrado la vida de 300 personas en tres meses.
La resolución condena específicamente “los ataques contra el clero, el hostigamiento a los obispos católicos que participan en el Diálogo Nacional, los actos de violencia en la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua (UNAN), la sede de Cáritas, y otros manifestantes pacíficos”. El documento se aprobó tras la exhibición de un vídeo presentado por Nicaragua donde se mostraban cuerpos incendiados, víctimas de los “terroristas”, y testimonios contra representantes de la iglesia. Luego, Estados Unidos hizo lo propio, mostrando un material audiovisual en el que narraba la persecución que sufren los manifestantes que rechazan el gobierno de Ortega.
Eran necesarios 18 de los 21 votos conseguidos para aprobar la resolución en la que se condena la violación a los derechos humanos y en el que se exige el desmantelamiento de los grupos parapoliciales. Durante la sesión, Venezuela y Bolivia apoyaron al canciller de Nicaragua, Denis Moncada. Sin embargo, al momento de la votación, Bolivia no estaba en la sala. El embajador sudamericano se retiró del recinto después de que no se expusieran verbalmente las enmiendas que había presentado al documento. Otros dos países tampoco estuvieron presentes.
Minutos después de que se aprobara el documento, Nicaragua presentó una resolución en la que se pedía a la comunidad internacional “respetar la autodeterminación del Estado de Nicaragua para restablecer la paz y la seguridad, sin injerencias de ningún tipo" y se culpaba a los "grupos internacionales terroristas" de instigar la violencia. El canciller sostuvo que esos grupos eran financiados desde el extranjero. El texto rechazado llamaba "golpistas" a los opositores y consideraba que estaban usando el diálogo nacional, mediado por la Iglesia Católica, para "tratar de legitimar sus acciones criminales, acciones armadas contra la población civil y policías". Solo votaron a favor Nicaragua, Venezuela y San Vicente y las Granadinas.
La presión internacional al gobierno de Ortega ha aumentado en las últimas semanas. La Unión Europea condenó el recrudecimiento de la violencia y este lunes el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, pidió el fin a la represión: “El número de muertos ya es totalmente inaceptable. Es evidente que hay un uso letal de la fuerza por entidades ligadas al Estado. Por eso mismo es tan importante que termine la violencia y que el diálogo político permita encontrar una solución inclusiva”.
Antonia Laborde
Washington, El País
La presión de la Organización de Estados Americanos (OEA) sobre Nicaragua es cada vez mayor y más concreta. El organismo aprobó este miércoles una resolución que exhorta al gobierno de Daniel Ortega a que adelante las elecciones presidenciales para marzo de 2019, una propuesta que defiende la Iglesia Católica. El documento fue respaldado por 21 de los 34 Estados Miembros. Nicaragua, Venezuela y San Vicente y las Granadinas votaron en contra de la propuesta y otros siete países se abstuvieron.
Con un pequeño grupo de manifestantes fuera del edificio de la OEA, en Washington, y con casi una hora de retraso, el Consejo Permanente votó en una sesión extraordinaria la resolución presentada el viernes por Estados Unidos, Argentina, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica y Perú. El texto exhorta al Gobierno del país centroamericano a que “apoye un calendario electoral acordado conjuntamente en el contexto del proceso de Diálogo Nacional”. La Conferencia Episcopal, miembro del llamado Diálogo Nacional, ha propuesto adelantar las elecciones generales para el 29 de marzo de 2019 -dos años antes de lo previsto- sin posibilidad de que Ortega se presente. El objetivo es superar la sangrienta crisis que atraviesa el país y que se ha cobrado la vida de 300 personas en tres meses.
La resolución condena específicamente “los ataques contra el clero, el hostigamiento a los obispos católicos que participan en el Diálogo Nacional, los actos de violencia en la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua (UNAN), la sede de Cáritas, y otros manifestantes pacíficos”. El documento se aprobó tras la exhibición de un vídeo presentado por Nicaragua donde se mostraban cuerpos incendiados, víctimas de los “terroristas”, y testimonios contra representantes de la iglesia. Luego, Estados Unidos hizo lo propio, mostrando un material audiovisual en el que narraba la persecución que sufren los manifestantes que rechazan el gobierno de Ortega.
Eran necesarios 18 de los 21 votos conseguidos para aprobar la resolución en la que se condena la violación a los derechos humanos y en el que se exige el desmantelamiento de los grupos parapoliciales. Durante la sesión, Venezuela y Bolivia apoyaron al canciller de Nicaragua, Denis Moncada. Sin embargo, al momento de la votación, Bolivia no estaba en la sala. El embajador sudamericano se retiró del recinto después de que no se expusieran verbalmente las enmiendas que había presentado al documento. Otros dos países tampoco estuvieron presentes.
Minutos después de que se aprobara el documento, Nicaragua presentó una resolución en la que se pedía a la comunidad internacional “respetar la autodeterminación del Estado de Nicaragua para restablecer la paz y la seguridad, sin injerencias de ningún tipo" y se culpaba a los "grupos internacionales terroristas" de instigar la violencia. El canciller sostuvo que esos grupos eran financiados desde el extranjero. El texto rechazado llamaba "golpistas" a los opositores y consideraba que estaban usando el diálogo nacional, mediado por la Iglesia Católica, para "tratar de legitimar sus acciones criminales, acciones armadas contra la población civil y policías". Solo votaron a favor Nicaragua, Venezuela y San Vicente y las Granadinas.
La presión internacional al gobierno de Ortega ha aumentado en las últimas semanas. La Unión Europea condenó el recrudecimiento de la violencia y este lunes el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, pidió el fin a la represión: “El número de muertos ya es totalmente inaceptable. Es evidente que hay un uso letal de la fuerza por entidades ligadas al Estado. Por eso mismo es tan importante que termine la violencia y que el diálogo político permita encontrar una solución inclusiva”.