Hungría no aceptará a refugiados rechazados por Alemania
En una rueda de prensa conjunta con Angela Merkel en Berlín, Viktor Orbán defiende su política de cierre de fronteras
Enrique Müller
Berlín, El País
La gestión de los flujos de refugiados en Europa, que hizo tambalear el Gobierno de gran coalición en Alemania, sigue tensando las relaciones en el seno de la UE. Viktor Orbán, el polémico primer ministro de Hungría, ha afirmado este jueves en Berlín, durante una rueda de prensa conjunta con la canciller alemana, Angela Merkel, que su país no aceptará a los solicitantes de asilo devueltos por Alemania bajo las reglas de Dublín. El anuncio llega después de unas difíciles negociaciones entre la canciller y su ministro del Interior, Horst Seehofer, que pactaron la creación de centros cerrados de migrantes en la frontera entre Alemania y Austria para acelerar el regreso de los solicitantes de asilo al primer país comunitario donde se registraron.
“Está claro que la canciller y yo, es decir, Alemania y Hungría, ven el mundo de distinta forma. Pero aun así queremos tener una relación estrecha. Las diferencias no pueden impedir que busquemos soluciones conjuntas”, ha dicho Orbán. “Hungría no se siente para nada responsable de la tramitación de peticiones de asilo. Los refugiados vienen no registrados ante todo de Grecia”.
“Tenemos distintas posturas en el tema de la migración, especialmente en lo que respecta al acuerdo de Schengen [de libre circulación] y de la distribución de los refugiados”, ha dicho Merkel, quien ha lanzado un fervoroso llamamiento de solidaridad a los socios europeos de Alemania al destacar que Europa no puede aislarse del sufrimiento de los refugiados. “El alma de Europa es la humanidad, y si la queremos preservar no podemos separarla de la necesidad y del sufrimiento de los refugiados”, ha añadido la canciller, quien afirmó que Hungría está asumiendo un rol importante al hacer efectivo el control de sus fronteras.
“Hungría está protegiendo a los alemanes y liberándolos de una carga inmensa al cerrar sus fronteras para impedir la llegada de refugiados”, ha agregado Orbán, uno de los lideres europeos más críticos con la decisión de Merkel de abrir la fronteras de su país a cientos de miles de refugiados en el verano de 2015. “Unos 8.000 efectivos armados protegen las 24 horas la frontera sur de Hungría. De no ocurrir esto, entrarían entre 4.000 y 5.000 personas por día a Alemania. Eso es solidaridad”, ha insistido el político húngaro en Berlín.
Merkel, por su parte, ha recordado que la protección de las fronteras exteriores de la Unión Europea no busca convertir al bloque en una fortaleza, sino acabar con el negocio de los traficantes y buscar medidas para ayudar a los inmigrantes. “La diferencia se encuentra en que no podemos olvidar que al final se trata de personas que vienen a nosotros. Y esto tiene algo que ver con los fundamentos europeos, esto es, con la humanidad”, ha concluido la canciller alemana.
La semana pasada, Merkel había asegurado que hasta 14 países de la UE se habían comprometido a acelerar la devolución de demandantes de asilo registrados en otros países que lleguen a Alemania, entre ellos Hungría, que en seguida desmintió haber alcanzado un acuerdo con Berlín al respecto.
Enrique Müller
Berlín, El País
La gestión de los flujos de refugiados en Europa, que hizo tambalear el Gobierno de gran coalición en Alemania, sigue tensando las relaciones en el seno de la UE. Viktor Orbán, el polémico primer ministro de Hungría, ha afirmado este jueves en Berlín, durante una rueda de prensa conjunta con la canciller alemana, Angela Merkel, que su país no aceptará a los solicitantes de asilo devueltos por Alemania bajo las reglas de Dublín. El anuncio llega después de unas difíciles negociaciones entre la canciller y su ministro del Interior, Horst Seehofer, que pactaron la creación de centros cerrados de migrantes en la frontera entre Alemania y Austria para acelerar el regreso de los solicitantes de asilo al primer país comunitario donde se registraron.
“Está claro que la canciller y yo, es decir, Alemania y Hungría, ven el mundo de distinta forma. Pero aun así queremos tener una relación estrecha. Las diferencias no pueden impedir que busquemos soluciones conjuntas”, ha dicho Orbán. “Hungría no se siente para nada responsable de la tramitación de peticiones de asilo. Los refugiados vienen no registrados ante todo de Grecia”.
“Tenemos distintas posturas en el tema de la migración, especialmente en lo que respecta al acuerdo de Schengen [de libre circulación] y de la distribución de los refugiados”, ha dicho Merkel, quien ha lanzado un fervoroso llamamiento de solidaridad a los socios europeos de Alemania al destacar que Europa no puede aislarse del sufrimiento de los refugiados. “El alma de Europa es la humanidad, y si la queremos preservar no podemos separarla de la necesidad y del sufrimiento de los refugiados”, ha añadido la canciller, quien afirmó que Hungría está asumiendo un rol importante al hacer efectivo el control de sus fronteras.
“Hungría está protegiendo a los alemanes y liberándolos de una carga inmensa al cerrar sus fronteras para impedir la llegada de refugiados”, ha agregado Orbán, uno de los lideres europeos más críticos con la decisión de Merkel de abrir la fronteras de su país a cientos de miles de refugiados en el verano de 2015. “Unos 8.000 efectivos armados protegen las 24 horas la frontera sur de Hungría. De no ocurrir esto, entrarían entre 4.000 y 5.000 personas por día a Alemania. Eso es solidaridad”, ha insistido el político húngaro en Berlín.
Merkel, por su parte, ha recordado que la protección de las fronteras exteriores de la Unión Europea no busca convertir al bloque en una fortaleza, sino acabar con el negocio de los traficantes y buscar medidas para ayudar a los inmigrantes. “La diferencia se encuentra en que no podemos olvidar que al final se trata de personas que vienen a nosotros. Y esto tiene algo que ver con los fundamentos europeos, esto es, con la humanidad”, ha concluido la canciller alemana.
La semana pasada, Merkel había asegurado que hasta 14 países de la UE se habían comprometido a acelerar la devolución de demandantes de asilo registrados en otros países que lleguen a Alemania, entre ellos Hungría, que en seguida desmintió haber alcanzado un acuerdo con Berlín al respecto.