Brasil también cae: Kazán, la tumba de los campeones
El Kazan Arena ha presenciado, además, la eliminación de Alemania y Argentina. Solo Francia e Inglaterra pueden repetir hazaña y revalidar título.
Jonás Pérez
As
El Kazan Arena ha presenciado cómo otra de las favoritas a levantar la Copa del Mundo ha dicho adiós a sus opciones. Tras acoger el histórico triunfo de Corea del Sur ante Alemania, con la consecuente eliminación de la selección de Löw, el estadio ruso ha albergado el éxito generacional de la Bélgica de Roberto Martínez y le ha reservado a Brasil un billete de vuelta a casa.
Con la historia en mano, Brasil y Alemania llegaban a la cita mundialista como máximas favoritas. Pero no solo los cinco Mundiales brasileños y los cuatro alemanes dictaban pautas a seguir en porras y demás apuestas, sino que el plantel que traían a Rusia ambas selecciones hacían soñar a sus países con una nueva Copa del Mundo.
Sin embargo, en el camino se toparon con dos equipos que les pasaron por encima y un estadio que les vio caer. No son las únicas. Argentina, aún si bien es cierto que no llegaba con un cartel de favorita del tamaño de las dos mencionadas, también chocó contra la maldición del Kazan Arena en su duelo ante Francia.
Uruguay y España, sin Kazanes Arena de por medio, también fueron ajusticiadas. En resumidas cuentas, de las selecciones que arrancaron el Mundial con intención de repetir hazaña, solo Francia e Inglaterra siguen vivas. Pero pueden respirar tranquilas, porque, al igual que Brasil, Kazan también se ha despedido hoy de nuestros televisores.
Un estadio a la altura
Apenas tres años hicieron falta para construirlo. El Kazan Arena, ya parte de la historia de los Mundiales, es el feudo del Rubin Kazan y también ha acogido eventos deportivos como el Mundial de Natación de 2015.
Con 44.769 espectadores, el recinto ya ha presenciado un torneo internacional de fútbol: la Copa Confederaciones. De hecho, en dicho campeonato, albergó toda una semifinal: la que disputaron Portugal y Chile.
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El Kazan Arena ha presenciado cómo otra de las favoritas a levantar la Copa del Mundo ha dicho adiós a sus opciones. Tras acoger el histórico triunfo de Corea del Sur ante Alemania, con la consecuente eliminación de la selección de Löw, el estadio ruso ha albergado el éxito generacional de la Bélgica de Roberto Martínez y le ha reservado a Brasil un billete de vuelta a casa.
Con la historia en mano, Brasil y Alemania llegaban a la cita mundialista como máximas favoritas. Pero no solo los cinco Mundiales brasileños y los cuatro alemanes dictaban pautas a seguir en porras y demás apuestas, sino que el plantel que traían a Rusia ambas selecciones hacían soñar a sus países con una nueva Copa del Mundo.
Sin embargo, en el camino se toparon con dos equipos que les pasaron por encima y un estadio que les vio caer. No son las únicas. Argentina, aún si bien es cierto que no llegaba con un cartel de favorita del tamaño de las dos mencionadas, también chocó contra la maldición del Kazan Arena en su duelo ante Francia.
Uruguay y España, sin Kazanes Arena de por medio, también fueron ajusticiadas. En resumidas cuentas, de las selecciones que arrancaron el Mundial con intención de repetir hazaña, solo Francia e Inglaterra siguen vivas. Pero pueden respirar tranquilas, porque, al igual que Brasil, Kazan también se ha despedido hoy de nuestros televisores.
Un estadio a la altura
Apenas tres años hicieron falta para construirlo. El Kazan Arena, ya parte de la historia de los Mundiales, es el feudo del Rubin Kazan y también ha acogido eventos deportivos como el Mundial de Natación de 2015.
Con 44.769 espectadores, el recinto ya ha presenciado un torneo internacional de fútbol: la Copa Confederaciones. De hecho, en dicho campeonato, albergó toda una semifinal: la que disputaron Portugal y Chile.
