Putin y Trump se reunirán el 16 de julio en Helsinki
El encuentro se celebrará en medio de fuertes tensiones entre Moscú y Washington
Pilar Bonet
Moscú, El País
La primera cumbre bilateral entre el presidente de EE UU Donald Trump y el ruso, Vladímir Putin, ya tiene lugar y fecha. Los dos mandatarios se reunirán en Helsinki, la capital de Finlandia, el lunes 16 de julio, es decir al día siguiente de la final del campeonato mundial de fútbol, que hasta ahora resulta un éxito de relaciones públicas para Rusia, su anfitriona.
El anuncio del evento fue efectuado simultáneamente en Moscú y Washington (a las 14 horas en la España peninsular), tal como se pactó la víspera durante la visita que el asesor de seguridad nacional estadounidense, John Bolton, efectuó a Moscú para despejar las incógnitas que aún quedaban sobre una cita largamente demorada. Sus dos protagonistas insisten en que el encuentro es muy importante para la seguridad internacional, pero el hecho mismo de que se celebre es ya un acontecimiento. Trump ya lleva año y medio en el poder y, por lo visto, la organización de su reunión con Putin ha resultado más complicada que la que mantuvo con el líder norcoreano Kim Jong-un.
En la diplomacia previa, Rusia y EE UU cotejarán sus respectivas y alejadas posiciones para identificar qué puntos son compatibles o bien ofrecen margen de acercamiento. Las impresiones iniciales apuntan sobre todo hacia los réditos mediáticos, dadas las discrepancias en temas como Ucrania, Siria, abandono estadounidense del pacto sobre el programa nuclear iraní y desconfianzas múltiples acumuladas, que alimentan una nueva carrera de armamentos. Rusia ha dejado entrever que tratará de minimizar el problema de Ucrania y sus representantes ya han repetido en múltiples ocasiones que “no hay nada de que hablar” en lo que se refiere a Crimea (la anexión de aquella península en 2014).
“En el transcurso de las conversaciones se planea debatir la situación actual y las perspectivas de ulterior desarrollo de las relaciones ruso-norteamericanas así como temas actuales de la agenda internacional”, señala una lacónica explicación en la página web del Kremlin. “Los dos líderes debatirán las relaciones entre EE UU y Rusia y el espectro de problemas de seguridad nacional”, señalaba a su vez un comunicado de la Casa Blanca. Durante su reunión con Bolton, Putin expresó su esperanza de poder comenzar a “restablecer unas relaciones plenas” entre los dos países. Por su parte, el asesor de seguridad de Putin, Yuri Ushakov, manifestó que en la cumbre se tratarían temas de estabilidad estratégica, control de armamentos nucleares, la guerra en Siria, la desnuclearización de la península de Corea, Siria, Ucrania y el pacto nuclear con Irán. Señaló Ushakov también que los presidentes podrían hacer una declaración conjunta sobre los resultados de la cumbre. Por su parte, el vicepresidente estadounidense Mike Pence dijo a la agencia Bloomberg que, en el “amplio espectro” que Trump piensa debatir con Putin, se incluyen las relaciones económicas entre los dos países y con otros Estados del mundo y también la supuesta injerencia de la Federación Rusa en los comicios estadounidenses.
Antes de su cita con el ruso, Trump asistirá a la cumbre de la OTAN que se celebrará en Bruselas el 11 y 12 de julio. Los presidentes de EE UU y de Rusia se han visto personalmente en dos ocasiones en acontecimientos multilaterales, la última vez en la cumbre de los países del Foro de Cooperación Económica de Asia y el Pacífico (APEC) en Vietnam.
El jueves, Putin hizo de nuevo hincapié en el potencial militar de Rusia como ya hizo en marzo durante su discurso anual sobre el estado del país. En una ceremonia de graduación de las academias militares en Moscú, el presidente y comandante en jefe de las Fuerzas Armadas anunció que el Ejército ruso recibirá los equipos de misiles intercontinentales Avangard en el próximo futuro y los equipos Sarmat dentro de un año. Subrayó que estos complejos misiles son solo parte del “armamento moderno que multiplicarán el potencial del Ejército ruso”. El jefe del Estado subrayó además que muchos sistemas de armamento rusos “adelantan a los sistemas análogos extranjeros en años e incluso puede ser que en décadas”. Putin agregó que el sistema de aviación de último modelo Kinzhal está en fase de pruebas en el distrito militar del sur de Rusia.
Según Putin, hace seis años la proporción de armas y equipos modernos en el Ejército y la flota no superaba el 16%, en la actualidad es del 60% y pasará a un 70% en 2021, según informó la agencia Tass. La ciudad de Helsinki, sede de la cumbre, fue en 1975 el escenario de la cita entre el líder comunista soviético Leonid Brezhnev y el presidente de EE UU Gerald Ford, acontecimiento que dio lugar a una época de distensión en la Guerra Fría.
Pilar Bonet
Moscú, El País
La primera cumbre bilateral entre el presidente de EE UU Donald Trump y el ruso, Vladímir Putin, ya tiene lugar y fecha. Los dos mandatarios se reunirán en Helsinki, la capital de Finlandia, el lunes 16 de julio, es decir al día siguiente de la final del campeonato mundial de fútbol, que hasta ahora resulta un éxito de relaciones públicas para Rusia, su anfitriona.
El anuncio del evento fue efectuado simultáneamente en Moscú y Washington (a las 14 horas en la España peninsular), tal como se pactó la víspera durante la visita que el asesor de seguridad nacional estadounidense, John Bolton, efectuó a Moscú para despejar las incógnitas que aún quedaban sobre una cita largamente demorada. Sus dos protagonistas insisten en que el encuentro es muy importante para la seguridad internacional, pero el hecho mismo de que se celebre es ya un acontecimiento. Trump ya lleva año y medio en el poder y, por lo visto, la organización de su reunión con Putin ha resultado más complicada que la que mantuvo con el líder norcoreano Kim Jong-un.
En la diplomacia previa, Rusia y EE UU cotejarán sus respectivas y alejadas posiciones para identificar qué puntos son compatibles o bien ofrecen margen de acercamiento. Las impresiones iniciales apuntan sobre todo hacia los réditos mediáticos, dadas las discrepancias en temas como Ucrania, Siria, abandono estadounidense del pacto sobre el programa nuclear iraní y desconfianzas múltiples acumuladas, que alimentan una nueva carrera de armamentos. Rusia ha dejado entrever que tratará de minimizar el problema de Ucrania y sus representantes ya han repetido en múltiples ocasiones que “no hay nada de que hablar” en lo que se refiere a Crimea (la anexión de aquella península en 2014).
“En el transcurso de las conversaciones se planea debatir la situación actual y las perspectivas de ulterior desarrollo de las relaciones ruso-norteamericanas así como temas actuales de la agenda internacional”, señala una lacónica explicación en la página web del Kremlin. “Los dos líderes debatirán las relaciones entre EE UU y Rusia y el espectro de problemas de seguridad nacional”, señalaba a su vez un comunicado de la Casa Blanca. Durante su reunión con Bolton, Putin expresó su esperanza de poder comenzar a “restablecer unas relaciones plenas” entre los dos países. Por su parte, el asesor de seguridad de Putin, Yuri Ushakov, manifestó que en la cumbre se tratarían temas de estabilidad estratégica, control de armamentos nucleares, la guerra en Siria, la desnuclearización de la península de Corea, Siria, Ucrania y el pacto nuclear con Irán. Señaló Ushakov también que los presidentes podrían hacer una declaración conjunta sobre los resultados de la cumbre. Por su parte, el vicepresidente estadounidense Mike Pence dijo a la agencia Bloomberg que, en el “amplio espectro” que Trump piensa debatir con Putin, se incluyen las relaciones económicas entre los dos países y con otros Estados del mundo y también la supuesta injerencia de la Federación Rusa en los comicios estadounidenses.
Antes de su cita con el ruso, Trump asistirá a la cumbre de la OTAN que se celebrará en Bruselas el 11 y 12 de julio. Los presidentes de EE UU y de Rusia se han visto personalmente en dos ocasiones en acontecimientos multilaterales, la última vez en la cumbre de los países del Foro de Cooperación Económica de Asia y el Pacífico (APEC) en Vietnam.
El jueves, Putin hizo de nuevo hincapié en el potencial militar de Rusia como ya hizo en marzo durante su discurso anual sobre el estado del país. En una ceremonia de graduación de las academias militares en Moscú, el presidente y comandante en jefe de las Fuerzas Armadas anunció que el Ejército ruso recibirá los equipos de misiles intercontinentales Avangard en el próximo futuro y los equipos Sarmat dentro de un año. Subrayó que estos complejos misiles son solo parte del “armamento moderno que multiplicarán el potencial del Ejército ruso”. El jefe del Estado subrayó además que muchos sistemas de armamento rusos “adelantan a los sistemas análogos extranjeros en años e incluso puede ser que en décadas”. Putin agregó que el sistema de aviación de último modelo Kinzhal está en fase de pruebas en el distrito militar del sur de Rusia.
Según Putin, hace seis años la proporción de armas y equipos modernos en el Ejército y la flota no superaba el 16%, en la actualidad es del 60% y pasará a un 70% en 2021, según informó la agencia Tass. La ciudad de Helsinki, sede de la cumbre, fue en 1975 el escenario de la cita entre el líder comunista soviético Leonid Brezhnev y el presidente de EE UU Gerald Ford, acontecimiento que dio lugar a una época de distensión en la Guerra Fría.