Irán pretende aumentar su capacidad de enriquecer uranio
El anuncio intensifica la presión sobre la UE sin llegar a romper el acuerdo nuclear
Ángeles Espinosa
Dubái, El País
Irán ha iniciado este martes los preparativos para aumentar su capacidad de enriquecer uranio, según ha anunciado el responsable de la Organización de la Energía Atómica iraní, Ali Akbar Salehi. La medida, tras una instrucción del líder supremo, el ayatolá Ali Jamenei, aumenta la presión sobre la Unión Europea que intenta salvar el acuerdo nuclear tras la salida de Estados Unidos. Aunque Salehi ha insistido en que no significa la ruptura del pacto, algunos observadores consideran que ese paso le da la puntilla.
“Durante los dos últimos años, Irán ha desarrollado su infraestructura nuclear para producir nuevas generaciones de centrifugadoras en Natanz aunque no lo anunciamos públicamente", ha admitido Salehi, que tiene rango de vicepresidente, durante una conferencia de prensa retrasmitida en directo por la televisión estatal.
Poco antes, el portavoz de la organización nuclear iraní, Behruz Kamalvandi, revelaba a la agencia ISNA que Teherán había enviado una carta al Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA), con sede en Viena, avisando del comienzo de las actividades. La agencia de la ONU ha confirmado que el pasado 4 de junio recibió la misiva en la que se informa de “un cronograma tentativo para iniciar la producción de UF6”.
El hexafluoruro de uranio (UF6) es un componente usado para enriquecer uranio y convertirlo en combustible nuclear, algo que el pacto que las grandes potencias firmaron con Irán en 2015 buscaba limitar porque puede servir tanto para producir energía como para una bomba atómica. Teherán, que según el OIEA ha cumplido sus compromisos, se ha sentido muy defraudado por la salida de Estados Unidos del Plan de Integral de Acción Conjunta (PIAC, nombre formal del acuerdo) y la inminente reimposición de sanciones.
Jarro de agua fría para la UE
El anuncio iraní ha sido un jarro de agua fría para la UE que ha dicho que lo está estudiando y ha pedido a Teherán que siga respetando sus compromisos
“A primera vista, las medidas anunciadas no constituyen una violación del acuerdo. Sin embargo, en este momento particularmente crítico, no contribuyen a reforzar la confianza en la naturaleza del programa nuclear”, ha declarado Maja Locijancic, portavoz de la jefa de la diplomacia europea Federica Mogherini, citada por France Presse.
Irán siempre ha defendido que sólo busca abastecerse de combustible para sus proyectadas centrales nucleares y que no intenta dotarse de armas atómicas. Sin embargo, sus rivales árabes, Israel y el EE. UU. de Trump están convencidos de lo contrario.
En 2017 la UE adquirió un 19,5 % de las exportaciones de petróleo de Irán por un importe de 8.900 millones de euros, a la vez que vendió productos a ese país por 10.800 millones.
Todo indica que el anuncio iraní busca elevar la presión sobre los europeos, que están tratando de salvar el pacto, sin provocar la ruptura. "Los pasos que vamos a dar están en el marco del acuerdo nuclear", ha precisado Salehi. "De momento no vamos a producir centrifugadoras, sólo preparamos la infraestructura por si acaso, para poder llegar rápidamente a la capacidad de 190.000 SWU", ha explicado.
Las SWU, siglas en inglés de “unidades de trabajo separativo”, son la forma de medir la capacidad de enriquecimiento de uranio. Y esa cifra, 190.000 SWU, es la misma que el ayatolá Jamenei mencionó la víspera durante un discurso en el que dijo que había ordenado aumentar la capacidad de enriquecer uranio si fracasa el acuerdo nuclear. Los expertos estiman que antes de firmar el PIAC Irán tenía 42.000 SWU.
“La reacción de Irán no significa que las conversaciones con los europeos hayan fallado… pero trata de que la otra parte no piense que vamos a aceptar [las restricciones que nos impone] el acuerdo y las sanciones”, ha declarado Salehi haciéndose eco de las palabras del líder supremo. “Por ahora, no vamos a hacer nada contra el acuerdo nuclear y nos limitamos a preparar la infraestructura”, ha añadido.
El acuerdo estipula que Teherán podrá aumentar la eficiencia de su enriquecimiento a finales de la próxima década, justo antes de su vencimiento. Acelerar ahora los preparativos le permitiría aumentar la producción con mayor rapidez en ese momento. Pero el anuncio es sobre todo un mensaje político: intenta combinar la respuesta desafiante que exigen los sectores más ultramontanos (que siempre recelaron del PIAC) a la vez que salvaguarda la imagen de que la República Islámica sigue respetando el pacto. Para algunos analistas, sin embargo, el paso dado hoy equivale a darle la puntilla.
Aun así recuperar la capacidad que Irán tenía antes de 2015 no es algo inmediato. “El riesgo de que Irán reinicie el enriquecimiento [de uranio] en cuestión de días, como dan a entender algunas declaraciones, es muy bajo. Necesitaría meses, incluso años, para volver a la situación anterior a la firma del PIAC”, explicaba recientemente a EL PAÍS en Teherán un experto europeo que trabajó en la parte técnica del acuerdo. No obstante, la misma fuente admitía que “cualquier desviación” no ayudaría a los países que están tratando de salvarlo y perjudicaría a Teherán. Los iraníes son conscientes de ello. Durante la visita del comisario europeo de Energía, Miguel Arias Cañete, ninguno de sus interlocutores mencionó esa posibilidad, según confió una fuente de la delegación.
Ángeles Espinosa
Dubái, El País
Irán ha iniciado este martes los preparativos para aumentar su capacidad de enriquecer uranio, según ha anunciado el responsable de la Organización de la Energía Atómica iraní, Ali Akbar Salehi. La medida, tras una instrucción del líder supremo, el ayatolá Ali Jamenei, aumenta la presión sobre la Unión Europea que intenta salvar el acuerdo nuclear tras la salida de Estados Unidos. Aunque Salehi ha insistido en que no significa la ruptura del pacto, algunos observadores consideran que ese paso le da la puntilla.
“Durante los dos últimos años, Irán ha desarrollado su infraestructura nuclear para producir nuevas generaciones de centrifugadoras en Natanz aunque no lo anunciamos públicamente", ha admitido Salehi, que tiene rango de vicepresidente, durante una conferencia de prensa retrasmitida en directo por la televisión estatal.
Poco antes, el portavoz de la organización nuclear iraní, Behruz Kamalvandi, revelaba a la agencia ISNA que Teherán había enviado una carta al Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA), con sede en Viena, avisando del comienzo de las actividades. La agencia de la ONU ha confirmado que el pasado 4 de junio recibió la misiva en la que se informa de “un cronograma tentativo para iniciar la producción de UF6”.
El hexafluoruro de uranio (UF6) es un componente usado para enriquecer uranio y convertirlo en combustible nuclear, algo que el pacto que las grandes potencias firmaron con Irán en 2015 buscaba limitar porque puede servir tanto para producir energía como para una bomba atómica. Teherán, que según el OIEA ha cumplido sus compromisos, se ha sentido muy defraudado por la salida de Estados Unidos del Plan de Integral de Acción Conjunta (PIAC, nombre formal del acuerdo) y la inminente reimposición de sanciones.
Jarro de agua fría para la UE
El anuncio iraní ha sido un jarro de agua fría para la UE que ha dicho que lo está estudiando y ha pedido a Teherán que siga respetando sus compromisos
“A primera vista, las medidas anunciadas no constituyen una violación del acuerdo. Sin embargo, en este momento particularmente crítico, no contribuyen a reforzar la confianza en la naturaleza del programa nuclear”, ha declarado Maja Locijancic, portavoz de la jefa de la diplomacia europea Federica Mogherini, citada por France Presse.
Irán siempre ha defendido que sólo busca abastecerse de combustible para sus proyectadas centrales nucleares y que no intenta dotarse de armas atómicas. Sin embargo, sus rivales árabes, Israel y el EE. UU. de Trump están convencidos de lo contrario.
En 2017 la UE adquirió un 19,5 % de las exportaciones de petróleo de Irán por un importe de 8.900 millones de euros, a la vez que vendió productos a ese país por 10.800 millones.
Todo indica que el anuncio iraní busca elevar la presión sobre los europeos, que están tratando de salvar el pacto, sin provocar la ruptura. "Los pasos que vamos a dar están en el marco del acuerdo nuclear", ha precisado Salehi. "De momento no vamos a producir centrifugadoras, sólo preparamos la infraestructura por si acaso, para poder llegar rápidamente a la capacidad de 190.000 SWU", ha explicado.
Las SWU, siglas en inglés de “unidades de trabajo separativo”, son la forma de medir la capacidad de enriquecimiento de uranio. Y esa cifra, 190.000 SWU, es la misma que el ayatolá Jamenei mencionó la víspera durante un discurso en el que dijo que había ordenado aumentar la capacidad de enriquecer uranio si fracasa el acuerdo nuclear. Los expertos estiman que antes de firmar el PIAC Irán tenía 42.000 SWU.
“La reacción de Irán no significa que las conversaciones con los europeos hayan fallado… pero trata de que la otra parte no piense que vamos a aceptar [las restricciones que nos impone] el acuerdo y las sanciones”, ha declarado Salehi haciéndose eco de las palabras del líder supremo. “Por ahora, no vamos a hacer nada contra el acuerdo nuclear y nos limitamos a preparar la infraestructura”, ha añadido.
El acuerdo estipula que Teherán podrá aumentar la eficiencia de su enriquecimiento a finales de la próxima década, justo antes de su vencimiento. Acelerar ahora los preparativos le permitiría aumentar la producción con mayor rapidez en ese momento. Pero el anuncio es sobre todo un mensaje político: intenta combinar la respuesta desafiante que exigen los sectores más ultramontanos (que siempre recelaron del PIAC) a la vez que salvaguarda la imagen de que la República Islámica sigue respetando el pacto. Para algunos analistas, sin embargo, el paso dado hoy equivale a darle la puntilla.
Aun así recuperar la capacidad que Irán tenía antes de 2015 no es algo inmediato. “El riesgo de que Irán reinicie el enriquecimiento [de uranio] en cuestión de días, como dan a entender algunas declaraciones, es muy bajo. Necesitaría meses, incluso años, para volver a la situación anterior a la firma del PIAC”, explicaba recientemente a EL PAÍS en Teherán un experto europeo que trabajó en la parte técnica del acuerdo. No obstante, la misma fuente admitía que “cualquier desviación” no ayudaría a los países que están tratando de salvarlo y perjudicaría a Teherán. Los iraníes son conscientes de ello. Durante la visita del comisario europeo de Energía, Miguel Arias Cañete, ninguno de sus interlocutores mencionó esa posibilidad, según confió una fuente de la delegación.