Putin y Merkel avanzan en el proyecto del gasoducto pese a la oposición de Trump
El acercamiento con Berlín es clave para el Kremlin porque le permite romper, aunque sea solo parcialmente, el aislamiento de Rusia
Rodrigo Fernández
Moscú, El País
El presidente ruso, Vladímir Putin, recibió este viernes en Sochi a la canciller alemana, Angela Merkel. Ambos líderes han estado en desacuerdo desde que Rusia se anexionó la península de Crimea hace cuatro años, pero comparten un interés en el proyecto del gasoducto North Stream 2, que debe llevar el combustible ruso directamente a Alemania por el fondo del Mar Báltico, una iniciativa a la que se opone Washington, que amenaza con sanciones.
El acercamiento con Berlín es clave para el Kremlin porque le permite romper, aunque sea solo parcialmente, el aislamiento de Rusia. Las confrontaciones económicas entre Washington y Bruselas, sumadas a que Rusia comparte la negativa de la Unión Europea de romper el acuerdo con Irán después de que Donald Trump saliese del pacto, permiten al líder ruso considerar que es un buen momento para mejorar las relaciones con algunos países, como Alemania y Francia.
El presidente ruso apuntó que resistiría cualquier intento de EE UU de bloquear el acuerdo. “Donald [Trump] no solo es el presidente de Estados Unidos, sino también un buen y fuerte empresario; creo que está impulsando los intereses económicos de las empresas norteamericanas para vender gas de esquisto en el mercado europeo”, comentó Putin. “Creemos que [el gasoducto] será beneficioso para nosotros, así que pelearemos por ello”, recalcó.
Estados Unidos sostiene que el proyecto energético es una iniciativa del Kremlin para perseguir su agenda política, porque la nueva tubería implica que se transporta menos gas ruso a través de Ucrania, lo que supone una pérdida importante de ingresos para el Gobierno de Kiev en forma de aranceles. En las últimas semanas, la administración Trump ha insinuado que podría imponer sanciones a Alemania y al resto de países involucrados en el gasoducto, que reclaman que el proyecto del North Stream 2 es puramente comercial. Un argumento que ha repetido Merkel en Sochi, donde fue recibida por Putin con un ramo de rosas.
En un guiño a las preocupaciones de EE UU, que sostiene además que el gasoducto contradice los intereses europeos porque los hace más vulnerables a la dependencia energética de Rusia, Merkel insistió en que, después de terminar el North Stream, Rusia debía continuar usando los gasoductos que pasan por territorio ucraniano.
”Alemania está convencida que, después de terminar el gasoducto North Stream 2, el papel de Ucrania como país de tránsito [del combustible ruso] debe mantenerse. Esto es algo que tiene una importancia estratégica”, señaló la canciller, que agregó que Berlín está dispuesta a contribuir a ello y que hay que pensar en una serie de garantías para Kiev. Merkel desea impulsar el proyecto y, al mismo tiempo, no causar un gran daño económico a Ucrania.
“Los suministros [a través de territorio ucraniano] continuarán si son rentables económicamente hablando y es algo que conviene a las partes implicadas", dijo por su parte Putin, antes de asegurar que Rusia está "dispuesta" a entablar negociaciones con Kiev. Según el líder ruso, aunque Kiev no desea mantener relaciones con Moscú, "quiere seguir recibiendo unos 2.000-3.000 millones de dólares anuales por el tránsito".
Gran parte de los Estados miembros de la UE —especialmente los bálticos— han criticado el proyecto energético, que la Comisión Europea considera perjudicial, aunque Putin insistió en que puede suministrar gas también a otros países, además de Alemania.
Acuerdo nuclear con Irán
Merkel y Putin comparten el desacuerdo con la decisión de Trump de retirarse del acuerdo nuclear iraní. Una postura común que puede llevar a un acercamiento entre Europa y Rusia y reparar en parte su dañada relación por el conflicto de Ucrania. Ambos líderes aseguraron que es imprescindible continuar con el acuerdo, a pesar de la posición estadounidense, y recalcaron que seguirán colaborando para mantenerlo. “Concordamos en que hay que hablar del programa iraní de misiles balísticos y que hay continuar discutiéndolo”, señaló Merkel. El acuerdo “es imperfecto, pero es mejor que no tener ningún acuerdo; por eso hay que seguir negociando con Irán”, agregó.
En la conferencia de prensa que dieron Merkel y Putin se trató el tema del jefe de la delegación de la agencia RIA Nóvosti en Kiev, Kiril Vishinski, que ha sido encarcelado y al que se le acusa de traición por participar en la “guerra informativa híbrida” contra Ucrania. Merkel prometió que hablará con el presidente de ese país, Petró Poroshenko, para comentarle sus conversaciones con Putin y que le planteará el caso del periodista.
Rodrigo Fernández
Moscú, El País
El presidente ruso, Vladímir Putin, recibió este viernes en Sochi a la canciller alemana, Angela Merkel. Ambos líderes han estado en desacuerdo desde que Rusia se anexionó la península de Crimea hace cuatro años, pero comparten un interés en el proyecto del gasoducto North Stream 2, que debe llevar el combustible ruso directamente a Alemania por el fondo del Mar Báltico, una iniciativa a la que se opone Washington, que amenaza con sanciones.
El acercamiento con Berlín es clave para el Kremlin porque le permite romper, aunque sea solo parcialmente, el aislamiento de Rusia. Las confrontaciones económicas entre Washington y Bruselas, sumadas a que Rusia comparte la negativa de la Unión Europea de romper el acuerdo con Irán después de que Donald Trump saliese del pacto, permiten al líder ruso considerar que es un buen momento para mejorar las relaciones con algunos países, como Alemania y Francia.
El presidente ruso apuntó que resistiría cualquier intento de EE UU de bloquear el acuerdo. “Donald [Trump] no solo es el presidente de Estados Unidos, sino también un buen y fuerte empresario; creo que está impulsando los intereses económicos de las empresas norteamericanas para vender gas de esquisto en el mercado europeo”, comentó Putin. “Creemos que [el gasoducto] será beneficioso para nosotros, así que pelearemos por ello”, recalcó.
Estados Unidos sostiene que el proyecto energético es una iniciativa del Kremlin para perseguir su agenda política, porque la nueva tubería implica que se transporta menos gas ruso a través de Ucrania, lo que supone una pérdida importante de ingresos para el Gobierno de Kiev en forma de aranceles. En las últimas semanas, la administración Trump ha insinuado que podría imponer sanciones a Alemania y al resto de países involucrados en el gasoducto, que reclaman que el proyecto del North Stream 2 es puramente comercial. Un argumento que ha repetido Merkel en Sochi, donde fue recibida por Putin con un ramo de rosas.
En un guiño a las preocupaciones de EE UU, que sostiene además que el gasoducto contradice los intereses europeos porque los hace más vulnerables a la dependencia energética de Rusia, Merkel insistió en que, después de terminar el North Stream, Rusia debía continuar usando los gasoductos que pasan por territorio ucraniano.
”Alemania está convencida que, después de terminar el gasoducto North Stream 2, el papel de Ucrania como país de tránsito [del combustible ruso] debe mantenerse. Esto es algo que tiene una importancia estratégica”, señaló la canciller, que agregó que Berlín está dispuesta a contribuir a ello y que hay que pensar en una serie de garantías para Kiev. Merkel desea impulsar el proyecto y, al mismo tiempo, no causar un gran daño económico a Ucrania.
“Los suministros [a través de territorio ucraniano] continuarán si son rentables económicamente hablando y es algo que conviene a las partes implicadas", dijo por su parte Putin, antes de asegurar que Rusia está "dispuesta" a entablar negociaciones con Kiev. Según el líder ruso, aunque Kiev no desea mantener relaciones con Moscú, "quiere seguir recibiendo unos 2.000-3.000 millones de dólares anuales por el tránsito".
Gran parte de los Estados miembros de la UE —especialmente los bálticos— han criticado el proyecto energético, que la Comisión Europea considera perjudicial, aunque Putin insistió en que puede suministrar gas también a otros países, además de Alemania.
Acuerdo nuclear con Irán
Merkel y Putin comparten el desacuerdo con la decisión de Trump de retirarse del acuerdo nuclear iraní. Una postura común que puede llevar a un acercamiento entre Europa y Rusia y reparar en parte su dañada relación por el conflicto de Ucrania. Ambos líderes aseguraron que es imprescindible continuar con el acuerdo, a pesar de la posición estadounidense, y recalcaron que seguirán colaborando para mantenerlo. “Concordamos en que hay que hablar del programa iraní de misiles balísticos y que hay continuar discutiéndolo”, señaló Merkel. El acuerdo “es imperfecto, pero es mejor que no tener ningún acuerdo; por eso hay que seguir negociando con Irán”, agregó.
En la conferencia de prensa que dieron Merkel y Putin se trató el tema del jefe de la delegación de la agencia RIA Nóvosti en Kiev, Kiril Vishinski, que ha sido encarcelado y al que se le acusa de traición por participar en la “guerra informativa híbrida” contra Ucrania. Merkel prometió que hablará con el presidente de ese país, Petró Poroshenko, para comentarle sus conversaciones con Putin y que le planteará el caso del periodista.