Iowa impulsa la ley contra el aborto más restrictiva de Estados Unidos
El Senado aprueba la prohibición de interrumpir el embarazo a partir de las seis semanas de gestación. La ley contraviene lo establecido por el Supremo hace 45 años
Amanda Mars
Washington, El País
El Senado de Iowa aprobó este miércoles una ley que prohíbe a las mujeres abortar más allá de las seis semanas de gestación, lo que supone el marco más restrictivo de Estados Unidos y contraviene lo establecido por el Tribunal Supremo en 1973 en su fallo por el famoso caso de Roe contra Wade, en 1973, el pleito que supuso, en la práctica, la despenalización de la interrupción voluntaria del embarazo en todo el país. Los legisladores buscan precisamente que el alto tribunal, ahora de mayor republicana, tenga que pronunciarse de nuevo para revertir ese marco general.
Con la legislación de Iowa, ninguna mujer podrá abortar en el momento en el que se detecte latidos de corazón en el feto, lo que suele ocurrir a las seis semanas. Este breve periodo de gestación tras el cual será obligatorio seguir con el embarazo implica que algunas mujeres pueden enterarse que están encinta cuando ya les afecta la prohibición. Toda mujer que desea abortar deberá pasar una prueba y, si se detecta el latido, ya no podrá seguir adelante salvo que haya sido víctima de violación o incesto y lo haya comunicado previamente a las autoridades.
La normativa ha salido adelante en una cámara controlada por los republicanos con 29 votos a favor y 17 en contra, si bien el gobernador, el también conservador Kim Reynolds, no ha confirmado si la firmará. La batalla legal está asegurada y, en el fondo, buscada por los impulsores de la prohibición. "Hemos creado la oportunidad de intentarlo al 100% con [la sentencia] Roe contra Wae", dijo el senador republicano Rick Bertrand, según las declaraciones recogidas por Reuters. Bertrand añadió que la legislación está diseñada para "lanzarla al Tribunal" ahora que sus jueces son de mayoría conservadora, tras el nombramiento de Neil Gorsuch por parte de Donald Trump.
La ofensiva contra el aborto no es exclusiva de Iowa. El gobernador de Missisippi, Phil Bryant, firmó en marzo una ley que, en la práctica, veta todos los abortos después de los 15 meses y que está en los tribunales. También Kentucky aprobó la prohibición a partir de las 11 semanas de embarazo.
"El proyecto de ley [de Iowa] convierte en un arma el latido fetal, lo que es un estandar arbitrario que prohíbe el aborto mucho antes de que el feto tenga viabilidaad", criticó Becca Lee, portavoz de Planned Parenthood of the Hartland.
Si estos casos llegan al Supremo de Estados Unidos y el alto Tribunal da la razón a los legisladores conservadores, el derecho al aborto en Estados Unidos habrá retrocedido casi medio siglo. Muchos de los derechos civiles en el país se han consagrado y definido en base a las sentencias del supremo en casos que se han convertido en parteaguas.
Este giro conservador en los derechos reproductivos se enmarca en un giro conservador más amplio que se está abriendo paso en EE UU gracias al poder republicano, que domina la Casa Blanca, las dos Cámara y el Supremo. Otras medidas regresivas contra homosexuales, los transgénero y las mujeres están prosperando pese a las protestas de activistas.
Amanda Mars
Washington, El País
El Senado de Iowa aprobó este miércoles una ley que prohíbe a las mujeres abortar más allá de las seis semanas de gestación, lo que supone el marco más restrictivo de Estados Unidos y contraviene lo establecido por el Tribunal Supremo en 1973 en su fallo por el famoso caso de Roe contra Wade, en 1973, el pleito que supuso, en la práctica, la despenalización de la interrupción voluntaria del embarazo en todo el país. Los legisladores buscan precisamente que el alto tribunal, ahora de mayor republicana, tenga que pronunciarse de nuevo para revertir ese marco general.
Con la legislación de Iowa, ninguna mujer podrá abortar en el momento en el que se detecte latidos de corazón en el feto, lo que suele ocurrir a las seis semanas. Este breve periodo de gestación tras el cual será obligatorio seguir con el embarazo implica que algunas mujeres pueden enterarse que están encinta cuando ya les afecta la prohibición. Toda mujer que desea abortar deberá pasar una prueba y, si se detecta el latido, ya no podrá seguir adelante salvo que haya sido víctima de violación o incesto y lo haya comunicado previamente a las autoridades.
La normativa ha salido adelante en una cámara controlada por los republicanos con 29 votos a favor y 17 en contra, si bien el gobernador, el también conservador Kim Reynolds, no ha confirmado si la firmará. La batalla legal está asegurada y, en el fondo, buscada por los impulsores de la prohibición. "Hemos creado la oportunidad de intentarlo al 100% con [la sentencia] Roe contra Wae", dijo el senador republicano Rick Bertrand, según las declaraciones recogidas por Reuters. Bertrand añadió que la legislación está diseñada para "lanzarla al Tribunal" ahora que sus jueces son de mayoría conservadora, tras el nombramiento de Neil Gorsuch por parte de Donald Trump.
La ofensiva contra el aborto no es exclusiva de Iowa. El gobernador de Missisippi, Phil Bryant, firmó en marzo una ley que, en la práctica, veta todos los abortos después de los 15 meses y que está en los tribunales. También Kentucky aprobó la prohibición a partir de las 11 semanas de embarazo.
"El proyecto de ley [de Iowa] convierte en un arma el latido fetal, lo que es un estandar arbitrario que prohíbe el aborto mucho antes de que el feto tenga viabilidaad", criticó Becca Lee, portavoz de Planned Parenthood of the Hartland.
Si estos casos llegan al Supremo de Estados Unidos y el alto Tribunal da la razón a los legisladores conservadores, el derecho al aborto en Estados Unidos habrá retrocedido casi medio siglo. Muchos de los derechos civiles en el país se han consagrado y definido en base a las sentencias del supremo en casos que se han convertido en parteaguas.
Este giro conservador en los derechos reproductivos se enmarca en un giro conservador más amplio que se está abriendo paso en EE UU gracias al poder republicano, que domina la Casa Blanca, las dos Cámara y el Supremo. Otras medidas regresivas contra homosexuales, los transgénero y las mujeres están prosperando pese a las protestas de activistas.