Gobierno afirma que empresas ganaron 26% más que en 2017
Guillén considera que si los empresarios ganan más, es gracias a los trabajadores por lo que deben pagar el segundo aguinaldo.
Página Siete /La Paz
Entre enero y abril de este año, las empresas privadas generaron un 26% más utilidades que en similar periodo de 2017, afirmó ayer el ministro de Economía, Mario Guillén. En su criterio, si las compañías obtienen más ingresos deben redistribuirlo con sus trabajadores.
De acuerdo con el detalle oficial, durante los primeros cuatro meses de este año, los empresarios generaron 20.287 millones de bolivianos de utilidades, mientras que en 2017 registraron una ganancia de 15.000 millones de bolivianos, es decir, hay un incremento del 26%.
“Este argumento de que las empresas van a entrar en quiebra, no es tan cierto porque ya tienen mejores utilidades. Cuando a una persona se le da un doble aguinaldo, ¿qué hace con eso?, pues se genera una dinámica porque se destina para la compra u otro tipo de consumo”, afirmó la autoridad en una entrevista con medios estatales después de que fue consultado sobre el rechazo empresarial al pago de dos aguinaldos.
Según el Ministro, en base a datos del pago de impuestos y estados financieros presentados por los privados al Servicio de Impuestos Nacionales, se evidencia que comenzaron a tener mejores réditos y a partir de ello, estos tienen que ser repartidos entre los que los hacen crecer, es decir, los trabajadores.
Cuando se habla del cierre de empresas a causa del pago del segundo aguinaldo, no es cierto, dijo Guillén, también debido a otro dato que demuestra lo contrario: hasta el pasado año, había 295 mil empresas y durante enero y marzo de este año se crearon 8.000 nuevas firmas.
Por otro lado, Guillén anticipó que la inflación no superará el 3%, tomando en cuenta que el comportamiento de la tasa es similar a la de 2017, que cerró en 2,7%. Para este 2018, se fijó 4,5%.
Anticipó que, a partir del mes de junio, también se sentirán mejores ingresos por el alza del precio del petróleo.
Los antecedentes
Durante las negociaciones del incremento salarial para este año entre el Gobierno y la Central Obrera Boliviana, a finales de abril pasado, el presidente Evo Morales garantizó el pago del segundo aguinaldo.
Después del anuncio, la Confederación de Empresarios Privados de Bolivia (CEPB) calificó ese anuncio como una “política atentatoria” contra ese sector.
Afirmaron que es irresponsable prometer el pago durante estas fechas y que no se tiene la certeza para hacer efectivo el mismo, tomando en cuenta la evidente desaceleración de la economía que ya afecta a los bolivianos.
La Cámara de Industria, Comercio, Servicios y Turismo de Santa Cruz aseguró que el anuncio del pago del doble aguinaldo, en lugar de alentar la productividad del trabajador, la desincentiva.
En noviembre de 2013, se aprobó el Decreto Supremo 1802, que dispone el segundo aguinaldo, beneficia a los trabajadores del sector privado y público. Se aplica cuando el PIB supera el 4,5% de un periodo de 12 meses, contabilizados de junio a junio de cada año.
Para este año, el Ejecutivo fijó una tasa del 4,7%, porcentaje que incluso prevé superar por la mayor demanda de gas natural y mejor ejecución de la inversión pública.
Entre enero y abril de este año, las empresas privadas generaron un 26% más utilidades que en similar periodo de 2017, afirmó ayer el ministro de Economía, Mario Guillén. En su criterio, si las compañías obtienen más ingresos deben redistribuirlo con sus trabajadores.
De acuerdo con el detalle oficial, durante los primeros cuatro meses de este año, los empresarios generaron 20.287 millones de bolivianos de utilidades, mientras que en 2017 registraron una ganancia de 15.000 millones de bolivianos, es decir, hay un incremento del 26%.
“Este argumento de que las empresas van a entrar en quiebra, no es tan cierto porque ya tienen mejores utilidades. Cuando a una persona se le da un doble aguinaldo, ¿qué hace con eso?, pues se genera una dinámica porque se destina para la compra u otro tipo de consumo”, afirmó la autoridad en una entrevista con medios estatales después de que fue consultado sobre el rechazo empresarial al pago de dos aguinaldos.
Según el Ministro, en base a datos del pago de impuestos y estados financieros presentados por los privados al Servicio de Impuestos Nacionales, se evidencia que comenzaron a tener mejores réditos y a partir de ello, estos tienen que ser repartidos entre los que los hacen crecer, es decir, los trabajadores.
Cuando se habla del cierre de empresas a causa del pago del segundo aguinaldo, no es cierto, dijo Guillén, también debido a otro dato que demuestra lo contrario: hasta el pasado año, había 295 mil empresas y durante enero y marzo de este año se crearon 8.000 nuevas firmas.
Por otro lado, Guillén anticipó que la inflación no superará el 3%, tomando en cuenta que el comportamiento de la tasa es similar a la de 2017, que cerró en 2,7%. Para este 2018, se fijó 4,5%.
Anticipó que, a partir del mes de junio, también se sentirán mejores ingresos por el alza del precio del petróleo.
Los antecedentes
Durante las negociaciones del incremento salarial para este año entre el Gobierno y la Central Obrera Boliviana, a finales de abril pasado, el presidente Evo Morales garantizó el pago del segundo aguinaldo.
Después del anuncio, la Confederación de Empresarios Privados de Bolivia (CEPB) calificó ese anuncio como una “política atentatoria” contra ese sector.
Afirmaron que es irresponsable prometer el pago durante estas fechas y que no se tiene la certeza para hacer efectivo el mismo, tomando en cuenta la evidente desaceleración de la economía que ya afecta a los bolivianos.
La Cámara de Industria, Comercio, Servicios y Turismo de Santa Cruz aseguró que el anuncio del pago del doble aguinaldo, en lugar de alentar la productividad del trabajador, la desincentiva.
En noviembre de 2013, se aprobó el Decreto Supremo 1802, que dispone el segundo aguinaldo, beneficia a los trabajadores del sector privado y público. Se aplica cuando el PIB supera el 4,5% de un periodo de 12 meses, contabilizados de junio a junio de cada año.
Para este año, el Ejecutivo fijó una tasa del 4,7%, porcentaje que incluso prevé superar por la mayor demanda de gas natural y mejor ejecución de la inversión pública.
