Turquía condena a más de 50 años de cárcel a 14 periodistas de un diario opositor

Los empleados, directivos y colaboradores del periódico progresista 'Cumhuriyet' han sido condenados por "prestar apoyo a organización terrorista"

Andrés Mourenza
Estambul, El País
Un tribunal de Estambul condenó hoy a penas de prisión de entre 2 años y medio y 7 años y medio a 14 directivos, colaboradores y empleados del diario opositor Cumhuriyet, uno de los más antiguos en activo de Turquía. Una decisión que ya ha sido criticada por organizaciones de defensa de los derechos humanos como Amnistía Internacional, que tachó el proceso de “afrenta a la libertad de prensa y a la Justicia”.


“Ningún dictador en la historia ha podido silenciar a aquellos que tienen la razón de su parte. Nosotros venceremos”, escribió en Twitter el periodista de investigación Ahmet Sik, al que le han caído siete años y seis meses de cárcel. Tanto él como el resto de los condenados podrán disfrutar de libertad condicional hasta que la sentencia sea confirmada por una instancia superior de la Justicia. “Me han impuesto siete años y medio. Si tuviese miedo sería una persona sin honor. Me quedaré en este país y, como he hecho siempre, continuaré haciendo periodismo con valor. Ninguna sentencia matará el amor que siento por mi patria y por mi profesión”, declaró el director de Cumhuriyet, Murat Sabuncu, al conocer la sentencia.

Sólo uno de los acusados, Turhan Günay, jefe del suplemento literario del rotativo, y dos trabajadores de la sección de contabilidad han sido absueltos. El resto, desde el propietario, Akin Atalay, a los columnistas Kadri Gürsel, Hikmet Çetinkaya y Güray Öz, desde el caricaturista Musa Kart al contable Emre Iper y otros empleados, han sido condenados. Por otro lado, el tribunal ha decidido separar los dosieres del antiguo director de Cumhuriyet, Can Dündar, exiliado en Alemania, y del colaborador del diario desde Washington, Ilhan Tanir, que continuarán siendo juzgados.

Entre todos los condenados hoy suman más de 50 años de cárcel, principalmente por la acusación de “prestar apoyo a organización terrorista”. Los jueces han dado por buena la argumentación de la Fiscalía de que Cumhuriyet se había convertido en un medio que servía de propaganda para la “organización terrorista” del predicador Fethullah Gülen, así como para el grupo armado kurdo PKK y el de extrema izquierda DHKP-C, pese a que estas tres organizaciones se odian entre sí. Tampoco ha sido óbice para la condena que Ahmet Sik ya hubiese sido encarcelado en 2011, entonces por publicar un libro que denunciaba los tejemanejes de la cofradía gülenista; hoy, pese a la férrea y pública oposición de Sik a la organización que dirige Gülen, se le condena por gülenista.

Pero el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, ya había avisado a los responsables de Cumhuriyet que pagarían “cara” la osadía de haber publicado unos vídeos que, presuntamente, probaban el envío de armas a las facciones que participaban en la guerra de Siria, algo ilegal pues no contaba con el necesario beneplácito del Parlamento turco.

“Desde el inicio del proceso lo que se ha juzgado aquí ha sido el periodismo. El veredicto desafía toda lógica y ofende al sentido de justicia”, denunció Milena Buyum, encargada de las campañas de Amnistía Internacional en Turquía: “Durante nueve meses de proceso, la Fiscalía ha sido incapaz de mostrar pruebas sobre los supuestos delitos. Esta sentencia tiene motivos políticos y, claramente, intenta imponer el miedo y silenciar cualquier forma de disidencia”.

En la última clasificación mundial de libertad de expresión publicada por Reporteros Sin Fronteras, Turquía ocupa el puesto 157 de 180 países. Más de 150 informadores se hallan entre rejas, en su mayoría acusados de propaganda terrorista, lo que convierte al país euroasiático en la mayor cárcel de periodistas del mundo.

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