Iniesta ha cerrado su marcha a China y el Barça ya lo sabe
Una cláusula de confidencialidad impide desvelar a qué equipo irá. Firmará tres años, hará campus para niños y le compran la producción de sus bodegas por 10 años.
Moisés Llorens
As
La semana pasada no fue la mejor en la vida profesional de Andrés Iniesta. El futbolista manchego vivió una dura eliminación en Champions League tras un partido muy flojo a nivel personal y colectivo en Roma. Se le vio, lógicamente, fastidiado por lo ocurrido, aunque fue de los pocos (con Sergio Busquets) de dar la cara ante los medios tras el choque. Canterano del Barça, el medio quería la Champions para rubricar una salida inmaculada del Camp Nou, aunque deberá pelear ahora por firmar un nuevo doblete en su carrera.
Pero mientras el Barcelona caía en la máxima competición europea, el internacional tuvo otro frente abierto la semana pasada. Estuvo Iniesta pendiente de todo lo que sucedía en Barcelona, donde sus abogados y representantes cerraban su salida a China el próximo 30 de junio, algo que en la planta noble del Camp Nou ya saben, así como en el vestuario del primer equipo en la Ciutat Esportiva. Que lo anuncie tras la final de Copa es lo evidente: tiene de margen hasta el 30 de abril para hacerlo, por lo que las hojas del calendario van cayendo y cada vez quedan menos por descontar.
Nadie quiere desvelar (o muy pocos saben) qué equipo es el que se llevará a Iniesta para las tres próximas temporadas. El entorno del futbolista calla argumentando “cláusulas de confidencialidad” en el contrato. Hasta cuatro clubes presentaron ofertas muy serias al jugador, que se decantó por una “que colma todas las aspiraciones del futbolista”. Iniesta firmará por tres años para jugar la Superliga china y mientras allí se dedique a jugar, su estructura empresarial se encargará de organizar campus de fútbol para niños, expandiendo su imagen y la del club para el que trabaje.
Además, la entidad que lo contrate, se quedará por una década la producción de botellas que produzcan la bodega que Iniesta tiene el Fuentealbilla (Albacete). En China están muy interesados en poder satisfacer al futbolista en todo lo que solicite por verlo jugar allí.
Moisés Llorens
As
La semana pasada no fue la mejor en la vida profesional de Andrés Iniesta. El futbolista manchego vivió una dura eliminación en Champions League tras un partido muy flojo a nivel personal y colectivo en Roma. Se le vio, lógicamente, fastidiado por lo ocurrido, aunque fue de los pocos (con Sergio Busquets) de dar la cara ante los medios tras el choque. Canterano del Barça, el medio quería la Champions para rubricar una salida inmaculada del Camp Nou, aunque deberá pelear ahora por firmar un nuevo doblete en su carrera.
Pero mientras el Barcelona caía en la máxima competición europea, el internacional tuvo otro frente abierto la semana pasada. Estuvo Iniesta pendiente de todo lo que sucedía en Barcelona, donde sus abogados y representantes cerraban su salida a China el próximo 30 de junio, algo que en la planta noble del Camp Nou ya saben, así como en el vestuario del primer equipo en la Ciutat Esportiva. Que lo anuncie tras la final de Copa es lo evidente: tiene de margen hasta el 30 de abril para hacerlo, por lo que las hojas del calendario van cayendo y cada vez quedan menos por descontar.
Nadie quiere desvelar (o muy pocos saben) qué equipo es el que se llevará a Iniesta para las tres próximas temporadas. El entorno del futbolista calla argumentando “cláusulas de confidencialidad” en el contrato. Hasta cuatro clubes presentaron ofertas muy serias al jugador, que se decantó por una “que colma todas las aspiraciones del futbolista”. Iniesta firmará por tres años para jugar la Superliga china y mientras allí se dedique a jugar, su estructura empresarial se encargará de organizar campus de fútbol para niños, expandiendo su imagen y la del club para el que trabaje.
Además, la entidad que lo contrate, se quedará por una década la producción de botellas que produzcan la bodega que Iniesta tiene el Fuentealbilla (Albacete). En China están muy interesados en poder satisfacer al futbolista en todo lo que solicite por verlo jugar allí.