Gobierno: La Comisión de Venecia hace política y Almagro viola la carta de la OEA
El secretario general de la OEA, en un mensaje que publicó este lunes, expresó su preocupación “por la mala y reiterada práctica regional de modificar la Constitución durante el mandato para buscar la reelección o la posible perpetuación en el poder”.
La Razón Digital / Baldwin Montero / La Paz
El Gobierno acusó este martes al secretario general de la OEA, Luis Almagro, de violar la Carta de Organización de ese organismo internacional con afanes sectarios y denunció que la europea Comisión de Venecia se alejó de lo jurídico para hacer política.
Lo hizo un día después de que Almagro difundió un mensaje en el que, apoyado justamente en un reciente informe de la Comisión de Venecia, afirma que la reelección no es un derecho humano, tal como sostiene el gobierno de Evo Morales amparado en un fallo del Tribunal Constitucional Plurinacional.
“La respuesta de la Comisión de Venecia es inequívoca: la reelección no es un derecho humano e impedir la reelección no limita los derechos de los candidatos o de los votantes”, sostiene el máximo representante de la Organización de Estados Americanos (OEA) en un video que publicó en su cuenta en Twitter.
Anuncia además que decidió enviar ese documento para su análisis a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, la Corte Interamericana y el Comité Jurídico Interamericano ante la reiterada y mala práctica que hay en la región de forzar mecanismos para la reelección “o la posible perpetuación en el poder”.
Almagro envía el informe de Comisión de Venecia sobre reelección a la CIDH
El mensaje de Almagro molestó al Gobierno y esta mañana el ministro de Justicia, Héctor Arce, ofreció una conferencia de prensa para responder a sus afirmaciones, aunque anoche ya se había referido al asunto en su cuenta en Twitter.
“La OEA es un organismo de integración que tiene a su interior instituciones como la Comisión y la Corte Interamericana de DDHH estás son las únicas instancias que pueden interpretar y aplicar el Pacto de San José. Ni Almagro ni esa Comisión habla por la OEA (Sic)”, escribió.
Esta mañana fue más duro y aseguró que Almagro viola el artículo 3 de la Carta de la OEA, que establece que “todo Estado tiene derecho a elegir sin injerencias externas su sistema político, económico y social, y a organizarse en la forma que más le convenga y tiene el deber de no intervenir en los asuntos de otros Estado…”.
Dijo además que, desconociendo a las propias organizaciones de la OEA, acudió “a un organismo que no responde a nadie y que no tiene fallos ni opiniones vinculantes para nadie, para forzar sus deseos, sus intenciones erróneas, mezquinas y sectarias”.
Luego se refirió a la Comisión de Venecia y dijo que ésta pasó de ser un organismo de interpretación jurídica a un instrumento político.
“Se fundó con un objetivo sano y en el transcurso del tiempo su carácter eminentemente jurídico ha sido diluido y se ha constituido cada vez más en una organización con fines políticos, cuyos dictámenes, cuyos análisis, se han alejado cada vez más de lo jurídico y se han convertido en dictámenes políticos que no son vinculantes para absolutamente ningún Estado ni ninguna institución internacional ni al interior de ningún país “, afirmó.
A fines de marzo, a solicitud del secretario general de la OEA, la Comisión de Venecia presentó un informe en el que concluyó que la reelección en sistemas presidenciales y semipresidenciales no representa un derecho humano y se manifestó a favor de los límites para un adecuado desarrollo democrático.
Comisión de Venecia considera que la reelección no es un derecho humano
“El derecho a ser elegido no es un derecho absoluto y puede estar sujeto a límites objetivos y razonables. Limitar los mandatos presidenciales en los sistemas presidencial y semipresidencial apunta a garantizar la democracia y no equivale a discriminación”, señala parte del documento.
La Comisión de Venecia fue creada en 1990 tras la caída del muro de Berlín, emite recomendaciones pero no impone sus soluciones, sino que realiza propuestas no ejecutivas para encaminar procesos de diálogo. Fue protagonista en el desarrollo e interpretación de los textos constitucionales y conflictos en: Bosnia-Herzegovina, Macedonia, Serbia y Montenegro, Kosovo, Abjasia, Osetia del Sur, Georgia y Moldavia.
Almagro, en el mensaje que publicó este lunes, dice que comenzó este proceso “por la mala y reiterada práctica regional de modificar la Constitución durante el mandato para buscar la reelección o la posible perpetuación en el poder”.
La Razón Digital / Baldwin Montero / La Paz
El Gobierno acusó este martes al secretario general de la OEA, Luis Almagro, de violar la Carta de Organización de ese organismo internacional con afanes sectarios y denunció que la europea Comisión de Venecia se alejó de lo jurídico para hacer política.
Lo hizo un día después de que Almagro difundió un mensaje en el que, apoyado justamente en un reciente informe de la Comisión de Venecia, afirma que la reelección no es un derecho humano, tal como sostiene el gobierno de Evo Morales amparado en un fallo del Tribunal Constitucional Plurinacional.
“La respuesta de la Comisión de Venecia es inequívoca: la reelección no es un derecho humano e impedir la reelección no limita los derechos de los candidatos o de los votantes”, sostiene el máximo representante de la Organización de Estados Americanos (OEA) en un video que publicó en su cuenta en Twitter.
Anuncia además que decidió enviar ese documento para su análisis a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, la Corte Interamericana y el Comité Jurídico Interamericano ante la reiterada y mala práctica que hay en la región de forzar mecanismos para la reelección “o la posible perpetuación en el poder”.
Almagro envía el informe de Comisión de Venecia sobre reelección a la CIDH
El mensaje de Almagro molestó al Gobierno y esta mañana el ministro de Justicia, Héctor Arce, ofreció una conferencia de prensa para responder a sus afirmaciones, aunque anoche ya se había referido al asunto en su cuenta en Twitter.
“La OEA es un organismo de integración que tiene a su interior instituciones como la Comisión y la Corte Interamericana de DDHH estás son las únicas instancias que pueden interpretar y aplicar el Pacto de San José. Ni Almagro ni esa Comisión habla por la OEA (Sic)”, escribió.
Esta mañana fue más duro y aseguró que Almagro viola el artículo 3 de la Carta de la OEA, que establece que “todo Estado tiene derecho a elegir sin injerencias externas su sistema político, económico y social, y a organizarse en la forma que más le convenga y tiene el deber de no intervenir en los asuntos de otros Estado…”.
Dijo además que, desconociendo a las propias organizaciones de la OEA, acudió “a un organismo que no responde a nadie y que no tiene fallos ni opiniones vinculantes para nadie, para forzar sus deseos, sus intenciones erróneas, mezquinas y sectarias”.
Luego se refirió a la Comisión de Venecia y dijo que ésta pasó de ser un organismo de interpretación jurídica a un instrumento político.
“Se fundó con un objetivo sano y en el transcurso del tiempo su carácter eminentemente jurídico ha sido diluido y se ha constituido cada vez más en una organización con fines políticos, cuyos dictámenes, cuyos análisis, se han alejado cada vez más de lo jurídico y se han convertido en dictámenes políticos que no son vinculantes para absolutamente ningún Estado ni ninguna institución internacional ni al interior de ningún país “, afirmó.
A fines de marzo, a solicitud del secretario general de la OEA, la Comisión de Venecia presentó un informe en el que concluyó que la reelección en sistemas presidenciales y semipresidenciales no representa un derecho humano y se manifestó a favor de los límites para un adecuado desarrollo democrático.
Comisión de Venecia considera que la reelección no es un derecho humano
“El derecho a ser elegido no es un derecho absoluto y puede estar sujeto a límites objetivos y razonables. Limitar los mandatos presidenciales en los sistemas presidencial y semipresidencial apunta a garantizar la democracia y no equivale a discriminación”, señala parte del documento.
La Comisión de Venecia fue creada en 1990 tras la caída del muro de Berlín, emite recomendaciones pero no impone sus soluciones, sino que realiza propuestas no ejecutivas para encaminar procesos de diálogo. Fue protagonista en el desarrollo e interpretación de los textos constitucionales y conflictos en: Bosnia-Herzegovina, Macedonia, Serbia y Montenegro, Kosovo, Abjasia, Osetia del Sur, Georgia y Moldavia.
Almagro, en el mensaje que publicó este lunes, dice que comenzó este proceso “por la mala y reiterada práctica regional de modificar la Constitución durante el mandato para buscar la reelección o la posible perpetuación en el poder”.