Dos heridos y el atacante muerto en un tiroteo en una escuela de Maryland
El tirador, de 17 años, ha fallecido dos horas después del suceso por heridas de bala de un agente
Joan Faus
Washington, El País
El pánico volvió este martes a una escuela en Estados Unidos. Una joven de 17 años, Austin Wyatt Rollins, abrió fuego en el instituto de secundaria de Great Mills, en el Estado de Maryland, e hirió a dos estudiantes. El atacante murió dos horas después del tiroteo por los disparos de bala que había recibido de un agente en la escuela, según anunciaron las autoridades. Los dos heridos son un estudiante de 14 años, en condición estable, y una chica de 16 que está en situación crítica y con la que el asesino pudo tener una relación, según ha informado el sheriff del condado de St. Mary, Timothy K. Cameron.
Se desconocen por ahora muchos detalles del tiroteo, que llega en plena introspección nacional sobre la seguridad en las escuelas después de que 17 personas murieran en febrero en un centro de secundaria en Florida. Desde entonces, galvanizadas por la ira de los estudiantes, crecen las voces que reclaman endurecer el acceso a las armas, pero el presidente Donald Trump, como aprobó el Congreso de Florida, apuesta por armar a un grupo de profesores para que puedan responder ante un hipotético tiroteo. Esa propuesta cuenta con el respaldo del poderoso lobby armamentístico pero ha sido duramente criticado por las principales asociaciones educativas.
La escuela de Great Mills, en el condado de Sant Mary, está ubicada a unos 110 kilómetros de Washington y cuenta con unos 1.600 alumnos. Los estudiantes fueron evacuados a un campus cercano, donde se reunieron con sus padres.
El tiroteo se inició alrededor de las ocho de la mañana hora local, según el diario The Baltimore Sun. Una estudiante, Terrence Rhames, de 18 años, explicó al rotativo que escuchó un disparo y vio como una chica caía el suelo mientras ella corría desesperada. “Simplemente doy las gracias a Dios de que estoy a salvo”, dijo.
"Ha ocurrido muy rápido, poco después de que empezasen las clases", dijo Jonathan Freese, un estudiante del instituto, a la cadena CNN. "La policía ha llegado y ha respondido realmente rápido. Había un montón de agentes".
De promedio, cada día mueren 93 personas por violencia armada en EE UU, según la Campaña Brady, que aboga por un mayor control. Se calcula que de media hay nueve armas privadas por cada diez ciudadanos. Es la proporción más alta del mundo. La Constitución estadounidense ampara el uso de las armas de fuego, que muchos, respaldados sobre todo por políticos republicanos, consideran parte del ADN nacional.
El tiroteo en la escuela secundaria de Parkland (Florida) el pasado 14 de febrero abrió un debate en EE UU sobre la seguridad en las escuelas atizado por la ira de los estudiantes. Los alumnos de Parkland han reclamado endurecer el acceso a armas de fuego, como el rifle militar que empuñó el tirador Nikolas Cruz, de 19 años, y han organizado para el próximo sábado una gran marcha en Washington contra la violencia armada.
El clamor de los estudiantes ha forzado a los políticos republicanos, que gobiernan Florida y EE UU, a mostrar acción ante un debate enquistado y polarizador, como el de las armas, que suelen esquivar. El presidente Donald Trump apostó inicialmente por elevar de 18 a 21 años la edad para comprar rifles, pero después dio marcha atrás a esa propuesta, que sí han aprobado los legisladores de Florida. En cambio, Trump insiste en su propuesta de armar a profesores y reforzar la seguridad en las escuelas que corren el riesgo de convertirse en zonas bunkerizadas.
Joan Faus
Washington, El País
El pánico volvió este martes a una escuela en Estados Unidos. Una joven de 17 años, Austin Wyatt Rollins, abrió fuego en el instituto de secundaria de Great Mills, en el Estado de Maryland, e hirió a dos estudiantes. El atacante murió dos horas después del tiroteo por los disparos de bala que había recibido de un agente en la escuela, según anunciaron las autoridades. Los dos heridos son un estudiante de 14 años, en condición estable, y una chica de 16 que está en situación crítica y con la que el asesino pudo tener una relación, según ha informado el sheriff del condado de St. Mary, Timothy K. Cameron.
Se desconocen por ahora muchos detalles del tiroteo, que llega en plena introspección nacional sobre la seguridad en las escuelas después de que 17 personas murieran en febrero en un centro de secundaria en Florida. Desde entonces, galvanizadas por la ira de los estudiantes, crecen las voces que reclaman endurecer el acceso a las armas, pero el presidente Donald Trump, como aprobó el Congreso de Florida, apuesta por armar a un grupo de profesores para que puedan responder ante un hipotético tiroteo. Esa propuesta cuenta con el respaldo del poderoso lobby armamentístico pero ha sido duramente criticado por las principales asociaciones educativas.
La escuela de Great Mills, en el condado de Sant Mary, está ubicada a unos 110 kilómetros de Washington y cuenta con unos 1.600 alumnos. Los estudiantes fueron evacuados a un campus cercano, donde se reunieron con sus padres.
El tiroteo se inició alrededor de las ocho de la mañana hora local, según el diario The Baltimore Sun. Una estudiante, Terrence Rhames, de 18 años, explicó al rotativo que escuchó un disparo y vio como una chica caía el suelo mientras ella corría desesperada. “Simplemente doy las gracias a Dios de que estoy a salvo”, dijo.
"Ha ocurrido muy rápido, poco después de que empezasen las clases", dijo Jonathan Freese, un estudiante del instituto, a la cadena CNN. "La policía ha llegado y ha respondido realmente rápido. Había un montón de agentes".
De promedio, cada día mueren 93 personas por violencia armada en EE UU, según la Campaña Brady, que aboga por un mayor control. Se calcula que de media hay nueve armas privadas por cada diez ciudadanos. Es la proporción más alta del mundo. La Constitución estadounidense ampara el uso de las armas de fuego, que muchos, respaldados sobre todo por políticos republicanos, consideran parte del ADN nacional.
El tiroteo en la escuela secundaria de Parkland (Florida) el pasado 14 de febrero abrió un debate en EE UU sobre la seguridad en las escuelas atizado por la ira de los estudiantes. Los alumnos de Parkland han reclamado endurecer el acceso a armas de fuego, como el rifle militar que empuñó el tirador Nikolas Cruz, de 19 años, y han organizado para el próximo sábado una gran marcha en Washington contra la violencia armada.
El clamor de los estudiantes ha forzado a los políticos republicanos, que gobiernan Florida y EE UU, a mostrar acción ante un debate enquistado y polarizador, como el de las armas, que suelen esquivar. El presidente Donald Trump apostó inicialmente por elevar de 18 a 21 años la edad para comprar rifles, pero después dio marcha atrás a esa propuesta, que sí han aprobado los legisladores de Florida. En cambio, Trump insiste en su propuesta de armar a profesores y reforzar la seguridad en las escuelas que corren el riesgo de convertirse en zonas bunkerizadas.