Chile admite que dialogó de buena fe con Bolivia sobre acceso al mar
La defensa chilena se concentró en demostrar que los documentos presentados por Bolivia no demuestran una obligación de negociar.
Página Siete Digital
La defensa chilena admitió hoy ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya que hubo conversaciones de "buena fe" con Bolivia sobre el tema marítimo, pero esas acciones no le generan una obligación de negociar un acceso soberano al mar.
En el turno de sus alegatos, Chile se concentró en demostrar que los documentos presentados por Bolivia no demuestran que ese país tiene la obligación de sentarse a negociar.
"Convenir en hablar no equivale a verse obligado", justificó el abogado británico Daniel Bethlehem y consideró que "la invocación de Bolivia de la supuesta injusticia histórica es un llamado al sentimiento, no al derecho".
También puede leer:Â Chile dice que Bolivia apela al sentimiento, no al derecho
El abogado francés Jean-Marc Thouvenin, afianzó la idea del diálogo de las dos partes. "La frustración de uno no significa la obligación de negociar de otro" dijo en referencia a las negociaciones bilaterales paralizadas en 2011.
Thouvenin apeló a distintos ejemplos sobre declaraciones de gobiernos y mandatarios sobre temas específicos que no constituyen obligaciones jurídicas, en consecuencia esta misma lógica tendría que aplicarse en el caso de la demanda boliviana.
El jurista apeló a la doctrina del Estoppel, que se refiere a los actos unilaterales de los tratados. En el caso de Chile, las "declaraciones" chilenas sobre el tema marítimo muestran una apertura a negociar, "una postura clásica diplomática" que no es lo mismo que una obligación de negociar.
La abogada australiana Kate Parlett hizo un repaso a los textos de correspondencias cruzadas después del Tratado de 1904, reconoció que hubo diálogo entre Bolivia y Chile a principios de siglo, pero nunca se basó en la idea de un trato inconcluso.
El abogado británico Sam Wordsworth hizo un repaso a las notas intercambiadas en la década de los 50 y dijo que si bien hubo una "disposición política" para conversar sobre la demanda marítima boliviana nunca hubo una intención de Chile de entregar una parte de su territorio.
Con su intervención finalizó la presentación de los alegatos chilenos en la tercera jornada de la primera ronda de alegatos orales y la audiencia se reinstalará mañana a las 10:00 en La Haya, Países Bajos (05:00 en Bolivia).
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La defensa chilena admitió hoy ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya que hubo conversaciones de "buena fe" con Bolivia sobre el tema marítimo, pero esas acciones no le generan una obligación de negociar un acceso soberano al mar.
En el turno de sus alegatos, Chile se concentró en demostrar que los documentos presentados por Bolivia no demuestran que ese país tiene la obligación de sentarse a negociar.
"Convenir en hablar no equivale a verse obligado", justificó el abogado británico Daniel Bethlehem y consideró que "la invocación de Bolivia de la supuesta injusticia histórica es un llamado al sentimiento, no al derecho".
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El abogado francés Jean-Marc Thouvenin, afianzó la idea del diálogo de las dos partes. "La frustración de uno no significa la obligación de negociar de otro" dijo en referencia a las negociaciones bilaterales paralizadas en 2011.
Thouvenin apeló a distintos ejemplos sobre declaraciones de gobiernos y mandatarios sobre temas específicos que no constituyen obligaciones jurídicas, en consecuencia esta misma lógica tendría que aplicarse en el caso de la demanda boliviana.
El jurista apeló a la doctrina del Estoppel, que se refiere a los actos unilaterales de los tratados. En el caso de Chile, las "declaraciones" chilenas sobre el tema marítimo muestran una apertura a negociar, "una postura clásica diplomática" que no es lo mismo que una obligación de negociar.
La abogada australiana Kate Parlett hizo un repaso a los textos de correspondencias cruzadas después del Tratado de 1904, reconoció que hubo diálogo entre Bolivia y Chile a principios de siglo, pero nunca se basó en la idea de un trato inconcluso.
El abogado británico Sam Wordsworth hizo un repaso a las notas intercambiadas en la década de los 50 y dijo que si bien hubo una "disposición política" para conversar sobre la demanda marítima boliviana nunca hubo una intención de Chile de entregar una parte de su territorio.
Con su intervención finalizó la presentación de los alegatos chilenos en la tercera jornada de la primera ronda de alegatos orales y la audiencia se reinstalará mañana a las 10:00 en La Haya, Países Bajos (05:00 en Bolivia).