Cerca de 20.000 civiles logran abandonar Guta Oriental
La mayor salida de personas en los cinco años de asedio sobre el enclave insurrecto de Damasco se produce cuando las tropas sirias han logrado romper un estratégico frente
Natalia Sancha
Beirut, El País
Miles de personas han logrado abandonar este jueves el enclave de Guta Oriental, en la periferia noreste de Damasco y donde se cuentan atrapados entre 165.000 y 400.000 vecinos, en lo que supone la mayor salida de civiles en los cinco años de asedio. El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos cifra en cerca de 20.000 las personas que han logrado escapar a través de un corredor habilitado, entre ellos numerosos niños y mujeres, y llegar a las zonas bajo control del Gobierno. La estampida se ha producido tras que efectivos de las fuerzas especiales sirias lograran hacerse esta madrugada con la localidad de Hamuríe, en el sur de Guta, provocando el repliegue de la facción islamista Faylaq Al Rahman que controla el área.
“¡Están entrando! ¡Nos están bombardeando y están entrando los soldados del régimen!”, contaba de madrugada un desesperado activista desde Hamuríe, en Guta. Según el relato de este vecino, el ataque se saldó con numerosas muertes civiles cuando el pánico se apoderó de los 5.000 vecinos que “intentaron escapar en todas direcciones”.
La cadena estatal siria de noticas Al Akhbarie ha retransmitido imágenes de civiles caminando o a bordo de vehículos privados escoltados por las tropas regulares que, una vez llegados al paso terrestre de Wafidin, han sido atendidos por la Media Luna Roja Siria. Según la agencia estatal de noticias sirias, nuevas bolsas de civiles están siendo evacuadas conforme las tropas regulares se internan en la franja sur de Guta.
Los uniformados leales a Damasco se han hecho con el 70% de los escasos 100 kilómetros cuadrados sobre los que se extiende Guta Oriental, desde que el pasado 18 de febrero intensificaran la ofensiva aérea sobre estos suburbios de la capital. El Ejército sirio logró partir el enclave en tres bolsas, debilitando a las diferentes milicias islamistas allí afincadas. Lo que ha favorecido un rápido avance de la ofensiva terrestre en la que participan más de 10.000 efectivos de las fuerzas especiales sirias. Los grupos islamistas han quedado divididos con Jeish al Islam, y principal fuerza insurrecta al norte, Ahrar al Sham al oeste, y Faylaq Al Rahaman al sur junto con varios centenares de yihadistas de Al Qaeda. Sus portavoces cifran en 20.000 los combatientes a sus ordenes, cifras que los expertos rebajan a unos 9.000 milicianos.
Transcurrido un mes de la ofensiva aérea siria, al menos 1.100 civiles han muerto (entre ellos 200 menores) y más de 5.000 han resultado heridos. Hambrientos, desprovistos de asistencia médica y atemorizadas, los civiles aguardan su turno para salir. “Nos quedaremos en el sótano a esperar que lleguen los soldados sirios. Salir ahora es muy peligroso”, ha sido el último mensaje de WhatsApp esta madrugada de Abu Alaa, padre de seis y vecino de la localidad de Hezzeh, colindante a la de Hamuríe.
Esta mañana, un convoy de ayuda humanitaria conjunto de la Media Luna Roja siria y el Comité Interncional de la Cruz Roja, compuesto por 25 camiones cargados con 26.000 raciones de comida y sacos de harina, ha logrado entrar en la cercada localidad de Duma, en norte de Guta y la más poblada del enclave con una población estimada de 120.000 habitantes.En la última semana, tan solo un centenar de personas, entre ellos varios heridos, han logrado ser evacuadas, todo ello a pesar del anuncio de una tregua nacional de 30 días hecho por la ONU dos semanas atrás, y de la pausa humanitaria diaria de cinco horas decretada en Guta por el presidente ruso, Vladimir Putin. Desde entonces, ambos bandos enfrentados se han hecho mutuamente responsables de las incesantes violaciones del alto el fuego.
Natalia Sancha
Beirut, El País
Miles de personas han logrado abandonar este jueves el enclave de Guta Oriental, en la periferia noreste de Damasco y donde se cuentan atrapados entre 165.000 y 400.000 vecinos, en lo que supone la mayor salida de civiles en los cinco años de asedio. El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos cifra en cerca de 20.000 las personas que han logrado escapar a través de un corredor habilitado, entre ellos numerosos niños y mujeres, y llegar a las zonas bajo control del Gobierno. La estampida se ha producido tras que efectivos de las fuerzas especiales sirias lograran hacerse esta madrugada con la localidad de Hamuríe, en el sur de Guta, provocando el repliegue de la facción islamista Faylaq Al Rahman que controla el área.
“¡Están entrando! ¡Nos están bombardeando y están entrando los soldados del régimen!”, contaba de madrugada un desesperado activista desde Hamuríe, en Guta. Según el relato de este vecino, el ataque se saldó con numerosas muertes civiles cuando el pánico se apoderó de los 5.000 vecinos que “intentaron escapar en todas direcciones”.
La cadena estatal siria de noticas Al Akhbarie ha retransmitido imágenes de civiles caminando o a bordo de vehículos privados escoltados por las tropas regulares que, una vez llegados al paso terrestre de Wafidin, han sido atendidos por la Media Luna Roja Siria. Según la agencia estatal de noticias sirias, nuevas bolsas de civiles están siendo evacuadas conforme las tropas regulares se internan en la franja sur de Guta.
Los uniformados leales a Damasco se han hecho con el 70% de los escasos 100 kilómetros cuadrados sobre los que se extiende Guta Oriental, desde que el pasado 18 de febrero intensificaran la ofensiva aérea sobre estos suburbios de la capital. El Ejército sirio logró partir el enclave en tres bolsas, debilitando a las diferentes milicias islamistas allí afincadas. Lo que ha favorecido un rápido avance de la ofensiva terrestre en la que participan más de 10.000 efectivos de las fuerzas especiales sirias. Los grupos islamistas han quedado divididos con Jeish al Islam, y principal fuerza insurrecta al norte, Ahrar al Sham al oeste, y Faylaq Al Rahaman al sur junto con varios centenares de yihadistas de Al Qaeda. Sus portavoces cifran en 20.000 los combatientes a sus ordenes, cifras que los expertos rebajan a unos 9.000 milicianos.
Transcurrido un mes de la ofensiva aérea siria, al menos 1.100 civiles han muerto (entre ellos 200 menores) y más de 5.000 han resultado heridos. Hambrientos, desprovistos de asistencia médica y atemorizadas, los civiles aguardan su turno para salir. “Nos quedaremos en el sótano a esperar que lleguen los soldados sirios. Salir ahora es muy peligroso”, ha sido el último mensaje de WhatsApp esta madrugada de Abu Alaa, padre de seis y vecino de la localidad de Hezzeh, colindante a la de Hamuríe.
Esta mañana, un convoy de ayuda humanitaria conjunto de la Media Luna Roja siria y el Comité Interncional de la Cruz Roja, compuesto por 25 camiones cargados con 26.000 raciones de comida y sacos de harina, ha logrado entrar en la cercada localidad de Duma, en norte de Guta y la más poblada del enclave con una población estimada de 120.000 habitantes.En la última semana, tan solo un centenar de personas, entre ellos varios heridos, han logrado ser evacuadas, todo ello a pesar del anuncio de una tregua nacional de 30 días hecho por la ONU dos semanas atrás, y de la pausa humanitaria diaria de cinco horas decretada en Guta por el presidente ruso, Vladimir Putin. Desde entonces, ambos bandos enfrentados se han hecho mutuamente responsables de las incesantes violaciones del alto el fuego.