Trump da un ultimátum a Europa para no romper el acuerdo nuclear iraní
Estados Unidos mantiene levantadas durante 120 días las sanciones a Irán, pero advierte de que solo seguirá en el pacto si se fijan nuevas obligaciones a Teherán
Joan Faus
Washington, El País
El Gobierno de Donald Trump dio este viernes un ultimátum a Europa para evitar romper el acuerdo nuclear iraní. Washington prorrogó, durante 120 días, el levantamiento de las sanciones a Irán relacionadas con dicho convenio, pero avisó de que es la última vez que lo hará. El presidente estadounidense quiere negociar, en ese plazo de tiempo, un pacto paralelo con los países europeos, excluyendo a Irán, que establezca nuevas cláusulas relacionadas con la capacidad nuclear iraní y su programa balístico.
El objetivo es que, si se vulneran esas cláusulas, EE UU y Europa impongan nuevas penalizaciones al régimen de los ayatolás. “Si el presidente puede lograr ese acuerdo, que prohíba para siempre el acceso a armas nucleares, estaría abierto a permanecer en ese acuerdo”, explicó un alto cargo de la Administración a la prensa. En paralelo, Trump quiere que el Congreso estadounidense imponga por ley cláusulas similares.
Sin embargo, como en anteriores ocasiones, el levantamiento de las sanciones nucleares vino acompañado de nuevas penalizaciones de EE UU. El Gobierno de Trump anunció sanciones para 14 ciudadanos o entidades iraníes relacionadas con su programa de misiles balísticos y en asuntos de derechos humanos, en referencia a la gestión de las protestas ciudadanas de las últimas dos semanas.
Trump declinó en octubre certificar que Irán esté cumpliendo el pacto nuclear, puntal del legado de su predecesor, el demócrata Barack Obama. Los inspectores de la ONU han subrayado que Teherán está respetando los requisitos de rebaja de su programa atómico, pero Trump se queja de que el pacto tiene “fallos serios”, como no vincularlo con la vulneración de resoluciones de la ONU sobre misiles balísticos, algo que los negociadores decidieron dejar al margen para alcanzar un consenso. Al no certificar el acuerdo, se abrió un plazo de 60 días que permitía al Congreso imponer sus propias sanciones a Irán, pero decidió no hacerlo para ganar tiempo.
Joan Faus
Washington, El País
El Gobierno de Donald Trump dio este viernes un ultimátum a Europa para evitar romper el acuerdo nuclear iraní. Washington prorrogó, durante 120 días, el levantamiento de las sanciones a Irán relacionadas con dicho convenio, pero avisó de que es la última vez que lo hará. El presidente estadounidense quiere negociar, en ese plazo de tiempo, un pacto paralelo con los países europeos, excluyendo a Irán, que establezca nuevas cláusulas relacionadas con la capacidad nuclear iraní y su programa balístico.
El objetivo es que, si se vulneran esas cláusulas, EE UU y Europa impongan nuevas penalizaciones al régimen de los ayatolás. “Si el presidente puede lograr ese acuerdo, que prohíba para siempre el acceso a armas nucleares, estaría abierto a permanecer en ese acuerdo”, explicó un alto cargo de la Administración a la prensa. En paralelo, Trump quiere que el Congreso estadounidense imponga por ley cláusulas similares.
Sin embargo, como en anteriores ocasiones, el levantamiento de las sanciones nucleares vino acompañado de nuevas penalizaciones de EE UU. El Gobierno de Trump anunció sanciones para 14 ciudadanos o entidades iraníes relacionadas con su programa de misiles balísticos y en asuntos de derechos humanos, en referencia a la gestión de las protestas ciudadanas de las últimas dos semanas.
Trump declinó en octubre certificar que Irán esté cumpliendo el pacto nuclear, puntal del legado de su predecesor, el demócrata Barack Obama. Los inspectores de la ONU han subrayado que Teherán está respetando los requisitos de rebaja de su programa atómico, pero Trump se queja de que el pacto tiene “fallos serios”, como no vincularlo con la vulneración de resoluciones de la ONU sobre misiles balísticos, algo que los negociadores decidieron dejar al margen para alcanzar un consenso. Al no certificar el acuerdo, se abrió un plazo de 60 días que permitía al Congreso imponer sus propias sanciones a Irán, pero decidió no hacerlo para ganar tiempo.