El Roma se desmorona: otra derrota en el Olímpico
Un solitario tanto del colombiano Zapata sirvió para que los locales sufrieran su quinta derrota de la temporada. Ha sumado tres puntos de los últimos 18 en disputa.
Mirko Calemme
As
El Roma no levanta cabeza: a las polémicas por los posibles adioses de Dzeko y Palmieri, pretendidos por el Chelsea, se suman las que son debidas a los malos resultados del equipo, que apenas logró tres puntos en las últimas seis jornadas y esta noche tiró la oportunidad de alcanzar al Inter en la zona Champions. Tras el empate del miércoles ante el Sampdoria en la recuperación del partido aplazado en septiembre, esta vez los doriani se llevaron el triunfo en el Olímpico, donde los capitalinos ya perdieron cuatro veces en este curso.
Los giallorossi jugaron la primera mitad asustados, concediendo a sus rivales hasta ocho remates a puerta. Nunca habían encajado tantos en los antecedentes partidos de esta temporada, ni considerando todos los 90 minutos. Si no se hundieron fue gracias a Alisson, que se vistió una vez más de héroe y paró todo lo que se podía ante los blucerchiati, que llegaban por todas partes y pudieron abrir la lata con Zapata, Caprari y Barreto varias veces.
No obstante, el conjunto de Di Francesco estuvo a un paso de irse al descanso con una inmerecida ventaja gracias a un penalti pitado por una mano de Bereszynski tras un disparo de Ünder. Viviano, sin embargo, quiso ponerse a la altura de Alisson y neutralizó el lanzamiento de Florenzi con un paradón.
Los de Di Francesco, a pesar del error desde los once metros, jugaron la segunda mitad con más personalidad y con un muy activo Pellegrini (muy apagado, en cambio, Dzeko) obligaron al meta rival a un trabajo extraordinario para negarle el gol, que esta vez sí merecían. Lo raro y bonito del fútbol es su manera de repartir injusticias: justo en el mejor momento romanista, el Samp logró el gol decisivo.
El joven Antenucci, protagonista en el partido del miércoles con una gran asistencia, dejó pasar un peligroso balón en la banda izquierda, que llegó a Murru. El centro del lateral acabó en el corazón del área y Zapata solo tuvo que empujarlo entre palos para marcar su séptimo tanto de esta temporada. El Roma volvió al ataque en los 10 minutos finales, pero en vano: el marcador no se movió y los ensordecedores pitos del Olímpico acompañaron en el vestuario a unos giallorossi irreconocibles en las últimas semanas.
As
El Roma no levanta cabeza: a las polémicas por los posibles adioses de Dzeko y Palmieri, pretendidos por el Chelsea, se suman las que son debidas a los malos resultados del equipo, que apenas logró tres puntos en las últimas seis jornadas y esta noche tiró la oportunidad de alcanzar al Inter en la zona Champions. Tras el empate del miércoles ante el Sampdoria en la recuperación del partido aplazado en septiembre, esta vez los doriani se llevaron el triunfo en el Olímpico, donde los capitalinos ya perdieron cuatro veces en este curso.
Los giallorossi jugaron la primera mitad asustados, concediendo a sus rivales hasta ocho remates a puerta. Nunca habían encajado tantos en los antecedentes partidos de esta temporada, ni considerando todos los 90 minutos. Si no se hundieron fue gracias a Alisson, que se vistió una vez más de héroe y paró todo lo que se podía ante los blucerchiati, que llegaban por todas partes y pudieron abrir la lata con Zapata, Caprari y Barreto varias veces.
No obstante, el conjunto de Di Francesco estuvo a un paso de irse al descanso con una inmerecida ventaja gracias a un penalti pitado por una mano de Bereszynski tras un disparo de Ünder. Viviano, sin embargo, quiso ponerse a la altura de Alisson y neutralizó el lanzamiento de Florenzi con un paradón.
Los de Di Francesco, a pesar del error desde los once metros, jugaron la segunda mitad con más personalidad y con un muy activo Pellegrini (muy apagado, en cambio, Dzeko) obligaron al meta rival a un trabajo extraordinario para negarle el gol, que esta vez sí merecían. Lo raro y bonito del fútbol es su manera de repartir injusticias: justo en el mejor momento romanista, el Samp logró el gol decisivo.
El joven Antenucci, protagonista en el partido del miércoles con una gran asistencia, dejó pasar un peligroso balón en la banda izquierda, que llegó a Murru. El centro del lateral acabó en el corazón del área y Zapata solo tuvo que empujarlo entre palos para marcar su séptimo tanto de esta temporada. El Roma volvió al ataque en los 10 minutos finales, pero en vano: el marcador no se movió y los ensordecedores pitos del Olímpico acompañaron en el vestuario a unos giallorossi irreconocibles en las últimas semanas.
