El gafe de Zidane en la Copa
El técnico francés ha logrado conseguir todos los títulos posibles,salvo el torneo del KO, que siempre se le ha resistido. No la consiguió ni como futbolista ni como entrenador.
Ruby Arés
As
Zinedine Zidane parece estar maldito en Copa. No la ganó como futbolista ni ahora como entrenador. Ante la tesitura en la que se encuentra el Real Madrid en Liga, este título era vital para adornar el desastre, pero el Leganés logró la hazaña y apeó a los blancos en el Bernabéu.
El francés que tiene un palmarés envidiable para cualquier futbolista y entrenador, tiene un hueco en sus vitrinas, el destinado para una Copa del Rey. Lo intentó sobre el césped, en Italia y en España, pero colgó las botas sin saciar ese deseo. Ahora, desde el banquillo, ha tenido dos oportunidades (cuando sustituyó a Benítez, los blancos estaban eliminados por el caso Cheryshev). El año pasado cayó ante el Celta, en cuartos, como esta vez ante el Leganés.
No se le termina de dar del todo bien el torneo del KO. Sólo ha alcanzado tres finales, ambas como futbolista. La primera fue cuando vestía los colores de la Juventus. De blanco fue en 2002, cuando el Madrid sufrió el todavía recordado ‘Centenariazo’, ante el Deportivo, en su propio estadio, ante su propia gente; y en 2004, ante el Zaragoza.
Ahora como entrenador, donde su carrera todavía es muy corta, como él reconoce, ha logrado saborear las mieles del éxito: dos Champions, una Liga, dos Supercopas de Europa, una Supercopa de España y dos Mundial de Clubes. Ocho trofeos en apenas dos años, pero la Copa sigue siendo su borrón en el currículum.
Este año, este torneo estaba destinado a maquillar los malos resultados en el campeonato nacional. Un bálsamo para tanto tropiezo. Pero ya no puede ser, el Leganés es el equipo que ha logrado el billete para semifinales. Su ‘Plan B’ no ha tenido éxito, ha hecho aguas. Además, un exceso de confianza dejando fuera a jugadores claves y en forma de la convocatoria, como Bale, han hecho pensar que, tal vez, Zidane no se la haya tomado tan en serio como correspondía. Ahora, al francés le toca esperar un año más para conseguirla. A su Mundial, Eurocopa, Champions y Liga les falta la compañía de la Copa del Rey, el único título ausente en sus vitrinas.
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Zinedine Zidane parece estar maldito en Copa. No la ganó como futbolista ni ahora como entrenador. Ante la tesitura en la que se encuentra el Real Madrid en Liga, este título era vital para adornar el desastre, pero el Leganés logró la hazaña y apeó a los blancos en el Bernabéu.
El francés que tiene un palmarés envidiable para cualquier futbolista y entrenador, tiene un hueco en sus vitrinas, el destinado para una Copa del Rey. Lo intentó sobre el césped, en Italia y en España, pero colgó las botas sin saciar ese deseo. Ahora, desde el banquillo, ha tenido dos oportunidades (cuando sustituyó a Benítez, los blancos estaban eliminados por el caso Cheryshev). El año pasado cayó ante el Celta, en cuartos, como esta vez ante el Leganés.
No se le termina de dar del todo bien el torneo del KO. Sólo ha alcanzado tres finales, ambas como futbolista. La primera fue cuando vestía los colores de la Juventus. De blanco fue en 2002, cuando el Madrid sufrió el todavía recordado ‘Centenariazo’, ante el Deportivo, en su propio estadio, ante su propia gente; y en 2004, ante el Zaragoza.
Ahora como entrenador, donde su carrera todavía es muy corta, como él reconoce, ha logrado saborear las mieles del éxito: dos Champions, una Liga, dos Supercopas de Europa, una Supercopa de España y dos Mundial de Clubes. Ocho trofeos en apenas dos años, pero la Copa sigue siendo su borrón en el currículum.
Este año, este torneo estaba destinado a maquillar los malos resultados en el campeonato nacional. Un bálsamo para tanto tropiezo. Pero ya no puede ser, el Leganés es el equipo que ha logrado el billete para semifinales. Su ‘Plan B’ no ha tenido éxito, ha hecho aguas. Además, un exceso de confianza dejando fuera a jugadores claves y en forma de la convocatoria, como Bale, han hecho pensar que, tal vez, Zidane no se la haya tomado tan en serio como correspondía. Ahora, al francés le toca esperar un año más para conseguirla. A su Mundial, Eurocopa, Champions y Liga les falta la compañía de la Copa del Rey, el único título ausente en sus vitrinas.
