Miles de ultranacionalistas marchan en Polonia por una Europa católica
Grupos de extrema derecha salen a la calle para celebrar el día de la Independencia
Agencias
Varsovia
Decenas de miles de nacionalistas polacos salieron este sábado a las calles de Varsovia en la marcha anual que conmemora el día de la Independencia de Polonia, que en esta ocasión se organiza bajo el lema "Queremos a Dios", un mensaje que reivindica la importancia del catolicismo en la identidad europea.
Además de los clásicos "Dios, honor y patria" y "Gloria a los héroes", también se escucharon lemas xenófobos: "Polonia pura, Polonia blanca", "Largaos con los refugiados" o "A golpe de martillo, a golpe de hoz, acabemos con la gentuza roja", este último, entendido como anticomunista y antirruso. Uno de los oradores que animaba la concentración afirmó que "la cultura cristiana es superior a la cultura islámica".
Medios locales estiman que en la manifestación, organizada por grupos de extrema derecha, participaron más de 60.000 personas, que recorrieron la capital polaca con banderas nacionales, bengalas y carteles en los que criticaron a la Unión Europea (UE), el avance del islamismo o la política de acogida de refugiados impulsada por Bruselas, a la que hasta ahora el Gobierno polaco no se ha adherido. La manifestación se ha convertido en una de las demostraciones más grandes de este tipo y coincide con un momento de tensión entre el gigante del Este y Bruselas, que ha dado el toque de atención un buen número de veces al Gobierno polaco por su deriva autoritaria.
El lema "Queremos a Dios" pretende, según los organizadores de la marcha, recordar que Polonia es el "bastión de la fe y la religiosidad" en Europa, así como reivindicar "el catolicismo frente al ateísmo impuesto desde Europa", dijo el portavoz de la organización, Robert Bakiewicz. Para Bakiewicz es importante no olvidar que "la Iglesia y su lucha ha sido durante siglos la piedra angular y el fundamento de Europa", y fundamental para evitar la islamización del continente.
Esta marcha anual organizada por grupos nacionalistas para conmemorar la independencia de Polonia nació en 2009, y cada año ha ido creciendo hasta convertirse en un fenómeno social. En ediciones anteriores, en 2013 y 2014, la marcha se saldó con enfrentamientos entre grupos nacionalistas y de extrema izquierda, con decenas de detenidos y disturbios hasta la madrugada.
Sin embargo, desde la victoria en las elecciones de 2015 del partido nacionalista-conservador Ley y Justicia, la marcha de la Independencia se ha desarrollado sin sobresaltos, aunque como siempre bajo un fuerte dispositivo policial.
Polonia conmemora este sábado la recuperación de la independencia al término de la I Guerra Mundial, el 11 de noviembre de 1918, después de más de un siglo en que dejó de existir como Estado independiente y su territorio estuvo repartido entre Prusia (luego el Imperio Alemán), Rusia y el Imperio Austro-húngaro.
Agencias
Varsovia
Decenas de miles de nacionalistas polacos salieron este sábado a las calles de Varsovia en la marcha anual que conmemora el día de la Independencia de Polonia, que en esta ocasión se organiza bajo el lema "Queremos a Dios", un mensaje que reivindica la importancia del catolicismo en la identidad europea.
Además de los clásicos "Dios, honor y patria" y "Gloria a los héroes", también se escucharon lemas xenófobos: "Polonia pura, Polonia blanca", "Largaos con los refugiados" o "A golpe de martillo, a golpe de hoz, acabemos con la gentuza roja", este último, entendido como anticomunista y antirruso. Uno de los oradores que animaba la concentración afirmó que "la cultura cristiana es superior a la cultura islámica".
Medios locales estiman que en la manifestación, organizada por grupos de extrema derecha, participaron más de 60.000 personas, que recorrieron la capital polaca con banderas nacionales, bengalas y carteles en los que criticaron a la Unión Europea (UE), el avance del islamismo o la política de acogida de refugiados impulsada por Bruselas, a la que hasta ahora el Gobierno polaco no se ha adherido. La manifestación se ha convertido en una de las demostraciones más grandes de este tipo y coincide con un momento de tensión entre el gigante del Este y Bruselas, que ha dado el toque de atención un buen número de veces al Gobierno polaco por su deriva autoritaria.
El lema "Queremos a Dios" pretende, según los organizadores de la marcha, recordar que Polonia es el "bastión de la fe y la religiosidad" en Europa, así como reivindicar "el catolicismo frente al ateísmo impuesto desde Europa", dijo el portavoz de la organización, Robert Bakiewicz. Para Bakiewicz es importante no olvidar que "la Iglesia y su lucha ha sido durante siglos la piedra angular y el fundamento de Europa", y fundamental para evitar la islamización del continente.
Esta marcha anual organizada por grupos nacionalistas para conmemorar la independencia de Polonia nació en 2009, y cada año ha ido creciendo hasta convertirse en un fenómeno social. En ediciones anteriores, en 2013 y 2014, la marcha se saldó con enfrentamientos entre grupos nacionalistas y de extrema izquierda, con decenas de detenidos y disturbios hasta la madrugada.
Sin embargo, desde la victoria en las elecciones de 2015 del partido nacionalista-conservador Ley y Justicia, la marcha de la Independencia se ha desarrollado sin sobresaltos, aunque como siempre bajo un fuerte dispositivo policial.
Polonia conmemora este sábado la recuperación de la independencia al término de la I Guerra Mundial, el 11 de noviembre de 1918, después de más de un siglo en que dejó de existir como Estado independiente y su territorio estuvo repartido entre Prusia (luego el Imperio Alemán), Rusia y el Imperio Austro-húngaro.